El cardenal Jaime Ortega, figura clave de la reconciliación diplomática de Cuba y Estados Unidos, agradeció el sábado al gobernante Raúl Castro el acercamiento "sin retrocesos", y no siempre "comprendido", que propició con la Iglesia católica, en su última misa como arzobispo de La Habana. A sus 79 años, Ortega fue relevado en abril por el papa Francisco de su responsabilidad al frente del arzobispado, tras superar el límite de edad para esa función y luego de 35 años de gestión.
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