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La Habana merece una Casa del Terror


Hungría, la Terror Háza (Casa del Terror)
Hungría, la Terror Háza (Casa del Terror)

Con la instauración del Telón de Acero, las fronteras se cerraron herméticamente, los ciudadanos de los países socialistas no podían salir de ellos, tal y como todavía sucede hoy en la Cuba de Raúl Castro.

Se alza en el número 60 de la calle Andrássy de Budapest, capital de Hungría, en el corazón de Europa. Hoy es un museo conocido como la Terror Háza (Casa del Terror), pero durante años fue el cuartel de operaciones de los nazis y luego sede central de la policía política del régimen comunista húngaro. La historia encapsulada, convertida en pieza de museo y contemplación ofrece un aspecto que invita a la reflexión, si bien es cierto que siempre existe el peligro de que esa misma historia pueda revivir y la pesadilla regresar. Para el visitante que conoce la actual situación de Cuba, el museo, que explica lo que ocurrió durante el comunismo en Hungría como algo lejano, todo aquello expuesto allí se convierte en algunos momentos como el espejo de esa realidad caribeña, donde todavía el terror castrista es, lamentablemente, parte de la cotidianidad.

Con la instauración del Telón de Acero, las fronteras se cerraron herméticamente, los ciudadanos de los países socialistas no podían salir de ellos, tal y como todavía sucede hoy en la Cuba de Raúl Castro. En Hungría los partidos políticos fueron abolidos, se introdujo de facto un sistema de partido único, la mayoría de organizaciones sociales y sociedades se prohibieron. Solo los seguidores del Partido de los Trabajadores Húngaros gozaban de representación política. La oposición fuer perseguida, declarada enemiga. Nadie puede negar, hasta aquí, que esta situación descrita en el museo de Budapest guarda una similitud absoluta con lo que todavía hoy se mantiene en Cuba. Cada idea, teoría, punto de vista, que no estuviera en sintonía con el Partido era contemplada como hostil y como objetivo de erradicación. La ideología del Partido extendió sus tentáculos en la economía, la vida cultural, la educación y el día a día.

En el museo del Terror nazi y comunista casi todo recuerda a Cuba, sin estar directamente presente, el visitante que está al corriente de lo que sucede en la Isla no puede dejar de sentir esas reverberaciones que permanentemente desde el pasado se proyectan hacia el presente. Al ver, leer y escuchar los recuerdos húngaros sobre el terror comunista y nazi uno puede llegar a comprender mejor la naturaleza de un régimen como el castrista. Su esencia está presente también en esta Casa del Terror en Hungría donde se explican las claves de la dominación del régimen y los elementos que permiten su pervivencia. Una de las lecciones que se extrae del recorrido es que el control de la policía política sobre cada una de las esferas de la vida y el control horizontal entre los propios ciudadanos, los temores y sospechas entre ellos, las redes de informantes, espías y chivatos se convierten en la clave para mantener el sistema en pie.

La salas de interrogatorios, los espacios con todos los aparatos listos para la grabación e intercepción de comunicaciones, los archivos con las fichas y documentos relativos a los enemigos, las salas de tortura, las celdas de detención, las habitaciones para la ejecución. Todo ello conforma el compendio de elementos de la Terror House de Hungría, una visita que puede resultar impactante para cualquier cubano o persona interesada en asuntos cubanos. Un nudo en la garganta se siente desde que se da el primer paso al interior del edificio hasta que uno abandona el centro y sale a la calle, donde la vida sigue, afortunadamente libre, lejos de aquel fatídico capítulo de la historia. Quizás algún día La Habana sea sede de algo parecido. Cuando los archivos de la policía política cubana puedan consultarse y ser objeto de estudio se podrá precisar con exactitud cuál es y ha sido la magnitud del terror castrista en la Cuba comunista.
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    Joan Antoni Guerrero Vall

    Joan Antoni Guerrero Vall (Reus, España, 1979) es periodista licenciado en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Ha trabajado y colaborado con agencias de noticias como Europa Press y ANA, con periódicos en lengua catalana como el AVUI, ARA, Diari d'Andorra o Diari de Tarragona, así como en el semanario El Temps, Nació Digital o la antigua COM Ràdio. Combina sus colaboraciones periodísticas con actividades de comunicación para instituciones educativas como la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) o también culturales. En 2009, tras varios viajes a Cuba, decidió crear un blog sobre la Isla. Bajo el título Punto Cuba, el autor pretende ofrecer una visión externa y desde la distancia sobre lo que sucede en la Isla, con especial interés sobre las dinámicas de oposición al gobierno cubano, tanto sobre el espacio físico como el digital, así como observar la lucha del pueblo cubano por la recuperación de sus derechos fundamentales. Colabora con Radio Martí desde 2010. Al mismo tiempo, forma parte del equipo que lanzó la versión en catalán de la plataforma de blogueros Global Voices, colectivo con el que obutvo el Premio Blogs Catalunya 2013 en la categoría de Nuevos Medios.
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