Una cubana de unos 65 años falleció víctima del cólera en el poblado de Bahía Honda, y otras 16 personas fueron remitidas al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) en La Habana, al parecer después de que comieran durante una fiesta familiar langostas contaminadas con el vibrión que produce la enfermedad.
Lo anterior fue reportado a martinoticias por el periodista independiente Moisés Leonardo Rodríguez desde Cabañas, localidad colindante con Bahía Honda en la provincia de Artemisa.
Las autoridades locales de salud están orientando en contactos directos con la población las mismas medidas de precaución que se adoptaron durante el reciente brote de cólera en Manzanillo, pero sin mencionar a la enfermedad por su nombre.
Por ejemplo, el reparto Silvio Caro del municipio, también conocido como “Las 40 casas” y donde residen principalmente militares, fue visitado el domingo por trabajadores de la salud para alertarles sobre una enfermedad diarreica aguda. Pero los síntomas que explicaron corresponden a los del cólera, incluyendo dolores abdominales, fetidez a pescado en las heces y coloración blanquecina de éstas, algo característico de ese mal.
A los trabajadores de la salud tanto de Bahía Honda como de Cabañas, en cambio, sí les han confirmado que se trata de cólera.
La noticia comenzó a circular en Cabañas cuando residentes de Bahía Honda alarmados llamaron a sus parientes en el municipio aledaño.Una de las constantes de las llamadas ha sido la presencia en esa cabecera municipal, desde el inicio del brote, de numerosos dirigentes locales, provinciales y nacionales del MINSAP, el gobierno y el partido comunista.
Por otra parte, uno de los afectados es natural de San Jacinto, en el municipio Cabañas, aunque reside con su esposa en Bahía Honda, y las autoridades decidieron incluir a San Jacinto entre llas comunidades que debían ser informadas.
Rodríguez cuenta que el pasado sábado su hija acompañó a una amiga que se encontraba indispuesta a la policlínica de Cabañas, y que les dijeron que no podían pasar, porque en ese momento estaban trasladando en un mcrobús dos casos de cólera a La Habana y el vehículo había entrado a Cabañas para recoger “algunos recursos”.
Entre las medidas de prevención adoptadas, el lunes numerosos establecimientos estuvieron cerrados en Bahía Honda para someterlos a una limpieza. También se ha prohibido consumir o sacar del municipio todo tipo de pescados y mariscos, y al menos en Cabañas, algunos centros de trabajo distribuyeron a los trabajadores pastillas para purificar el agua. A los empleados de centros de atención a la salud se les ha instruido que deben usar el nasobuco o máscara nasobucal.
Los casos en Bahía Honda no parecen relacionado con el brote de Manzanillo. El colaborador de Cubanet y Primavera Digital aventura que si las langostas fueron pescadas en la cercana costa norte, la contaminación pudo haberse producido por el desagüe de albañales en el mar en esa zona, considerando que esos crustáceos habitan en aguas poco profundas cercanas al litoral.
Rodríguez señala que aunque la reacción de las autoridades ha sido en términos generales apropiada, la información a la población no ha incluido el uso de medios masivos como la local Radio Artemisa. Comenta que si la intención es no alarmar a la población, provoca todo lo contrario, y la expone, al dejarla a merced del rumor y la incertidumbre.
Lo anterior fue reportado a martinoticias por el periodista independiente Moisés Leonardo Rodríguez desde Cabañas, localidad colindante con Bahía Honda en la provincia de Artemisa.
Las autoridades locales de salud están orientando en contactos directos con la población las mismas medidas de precaución que se adoptaron durante el reciente brote de cólera en Manzanillo, pero sin mencionar a la enfermedad por su nombre.
Por ejemplo, el reparto Silvio Caro del municipio, también conocido como “Las 40 casas” y donde residen principalmente militares, fue visitado el domingo por trabajadores de la salud para alertarles sobre una enfermedad diarreica aguda. Pero los síntomas que explicaron corresponden a los del cólera, incluyendo dolores abdominales, fetidez a pescado en las heces y coloración blanquecina de éstas, algo característico de ese mal.
A los trabajadores de la salud tanto de Bahía Honda como de Cabañas, en cambio, sí les han confirmado que se trata de cólera.
La noticia comenzó a circular en Cabañas cuando residentes de Bahía Honda alarmados llamaron a sus parientes en el municipio aledaño.Una de las constantes de las llamadas ha sido la presencia en esa cabecera municipal, desde el inicio del brote, de numerosos dirigentes locales, provinciales y nacionales del MINSAP, el gobierno y el partido comunista.
Por otra parte, uno de los afectados es natural de San Jacinto, en el municipio Cabañas, aunque reside con su esposa en Bahía Honda, y las autoridades decidieron incluir a San Jacinto entre llas comunidades que debían ser informadas.
Rodríguez cuenta que el pasado sábado su hija acompañó a una amiga que se encontraba indispuesta a la policlínica de Cabañas, y que les dijeron que no podían pasar, porque en ese momento estaban trasladando en un mcrobús dos casos de cólera a La Habana y el vehículo había entrado a Cabañas para recoger “algunos recursos”.
Entre las medidas de prevención adoptadas, el lunes numerosos establecimientos estuvieron cerrados en Bahía Honda para someterlos a una limpieza. También se ha prohibido consumir o sacar del municipio todo tipo de pescados y mariscos, y al menos en Cabañas, algunos centros de trabajo distribuyeron a los trabajadores pastillas para purificar el agua. A los empleados de centros de atención a la salud se les ha instruido que deben usar el nasobuco o máscara nasobucal.
Los casos en Bahía Honda no parecen relacionado con el brote de Manzanillo. El colaborador de Cubanet y Primavera Digital aventura que si las langostas fueron pescadas en la cercana costa norte, la contaminación pudo haberse producido por el desagüe de albañales en el mar en esa zona, considerando que esos crustáceos habitan en aguas poco profundas cercanas al litoral.
Rodríguez señala que aunque la reacción de las autoridades ha sido en términos generales apropiada, la información a la población no ha incluido el uso de medios masivos como la local Radio Artemisa. Comenta que si la intención es no alarmar a la población, provoca todo lo contrario, y la expone, al dejarla a merced del rumor y la incertidumbre.
