Las primeras reacciones al decreto-ley 302 de modificación de la ley migratoria, anunciado el martes por el gobierno de Cuba, han oscilado desde una felicitación al gobierno de la isla por su “bondad humana”, hasta las advertencias de que es sólo una nueva treta, por parte de congresistas cubanoamericanos, pasando por análisis de comunicadores alternativos en la isla y de estudiosos de los asuntos cubanos en los medios estadounidenses.
Según analistas consultados por el diario The New York Times, “el gobierno estaría alentando a una porción mayor de cubanos a viajar, en parte, para que puedan ganar dinero en otros lugares y regresar, inyectando capital a la moribunda economía de la isla”. Agrega el matutino que los beneficios de tal arreglo ya son claros, pues las remesas a la isla han crecido de mil millones de dólares anuales en 2004, a unos 2 mil 300 millones en la actualidad.
Robert Pastor, asesor del expresidente Jimmy Carter y profesor de Relaciones Internacionales en American University, comentó al diario que "la decisión de eliminar el permiso de salida es significativa por muchas razones”, aunque “como la mayoría de las nuevas reformas, depende en gran medida de cómo se implemente".
"No obstante” –dijo Pastor-- “al levantar una barrera gubernamental para salir del país, la reforma podría conducir a un considerable flujo hacia afuera – en el que muchos eventualmente van a querer venir a los Estados Unidos-- o podría empezar a propiciar un flujo circular de personas que influiría positivamente en la apertura económica de la isla".
Citando a Ted Henken --profesor de estudios latinoamericanos en el Baruch College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York-- el New York Times apunta que, como la nueva ley permitirá a los cubanos permanecer en el extranjero por dos años, podrían obtener la residencia legal en Estados Unidos, un proceso que tarda por lo menos un año, sin renunciar a sus derechos en Cuba.
"Muchos inmigrantes cubanos recientes aprovecharán esta oportunidad", dijo Henken, y añadió que el cambio "permitirá una circulación más normal" entre los dos países.
Acerca de los pro y los contra de la nueva legislación decretada, el periodista y bloguero alternativo Reynaldo Escobar dijo desde La Habana a martinoticias.com que cree positivo que se hayan eliminado los requisitos de la carta de invitación –para poder viajar había que ser invitado antes por alguien en el extranjero—y del permiso de salida (“una barbaridad en materia de derechos humanos en pleno siglo XXI”), así como sus respectivos costos. Pero Escobar resalta que la legislación en ninguna parte reconoce el derecho universal de los cubanos a entrar y salir de su país.
Ello permite denegar el pasaporte --en lugar del permiso de salida-- "según la discreción de funcionarios oscuros, basándose en razones en unos casos muy lógicas, como estar sometido a un proceso penal (artículo 23, inciso a) y en otros muy ambiguas, como las de 'defensa y seguridad nacional' que prescribe el inciso d) del mismo artículo, y las de 'interés público', recogidas en el inciso h).
Reynaldo refiere que ya circula un chiste acerca del tema: “Antes no te dejaban salir por ‘hache’ o por ‘be’. Ahora, por 'h' o por 'd' ".
Desde el Congreso estadounidense el senador republicano por Florida Marco Rubio dijo en un comunicado que "la nueva política de viajes de Cuba se queda muy corta respecto a lo que el pueblo cubano verdaderamente desea, que es vivir en libertad".
El legislador de origen cubano subrayó que la reforma sólo traslada los costos y restricciones de la tarjeta blanca o permiso de salida al proceso de emisión de pasaportes, y que el gobierno seguirá decidiendo quiénes pueden entrar o salir de su país.
Por su parte, la presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, la cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, consideró que "estas llamadas reformas no son más que los esfuerzos desesperados de Raúl Castro para engañar al mundo acerca de que Cuba está cambiando".
Ros-Lehtinen lamentó que "los abusos a los derechos humanos en Cuba son tan comunes y perversos que algunos ven este anuncio como una gran concesión de la gerontocracia gobernante".
En la otra esquina, Tomás Bilbao, director ejecutivo de Cuba Study Group, organización que promueve el levantamiento gradual del embargo, consideró en declaraciones a la agencia EFE que por primera vez Cuba reconoce los derechos individuales de los cubanos . “El cubano ahora tendrá derecho de salir y regresar a la isla, y los que tienen pequeños negocios podrán viajar y regresar, sin temor a la confiscación de sus propiedades”, agregó Bilbao.
Por su parte Sarah Stephens, directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas, opinó que la reforma no solo da a los cubanos una mayor autonomía, sino también les ofrece la promesa de una economía más vibrante.
En su bitácora “El tono de la voz”, el bloguero cubano radicado en Barcelona Jorge Ferrer criticó a quienes, objetando “la letra pequeña” --que excluye o limita el derecho al pasaporte a profesionales, disidentes y otros-- “desoyen la evidencia de que millones de cubanos ya no tendrán que pasar una y otra vez por el trámite ominoso y costoso” del permiso de salida y la carta de invitación.
Para Ferrer, “negar que el régimen está mutando, pretender ignorar que hay elementos de cambio que nos obligan a enfrentarlo desde perspectiva más creativa que la anclada en la idea cómoda, pero falaz, de que ‘todo sigue igual’, no sirve más que a ese propio régimen”.
En Miami, a nombre del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, Oscar Peña hizo circular una nota de tono conciliador hacia el gobierno de la isla: “Hoy tenemos la ética y la buena voluntad cubana de felicitar a las autoridades de Cuba por definitivamente haber tenido la bondad humana de hacer sustanciales y positivas reformas a la abusiva, arbitraria y violadora política de inmigración que han tenido por más de 50 años”
Pero desde La Habana, la bloguera Yoani Sánchez, que ha tenido pasaporte y visa y solicitado permiso de salida en 20 ocasiones, recibiendo igual cantidad de negativas, comentó en su cuenta de Twitter que su mejor forma de probar los limites de la nueva ley será intentando viajar "en cuanto esté aplicada". “Si la Ley Migratoria es una tomadura de pelo, lo sabremos el 14 de enero del 2013”,dijo, y concluyó: “La mentira puede correr 100 años; la verdad la alcanza en un dia”.
Según analistas consultados por el diario The New York Times, “el gobierno estaría alentando a una porción mayor de cubanos a viajar, en parte, para que puedan ganar dinero en otros lugares y regresar, inyectando capital a la moribunda economía de la isla”. Agrega el matutino que los beneficios de tal arreglo ya son claros, pues las remesas a la isla han crecido de mil millones de dólares anuales en 2004, a unos 2 mil 300 millones en la actualidad.
Robert Pastor, asesor del expresidente Jimmy Carter y profesor de Relaciones Internacionales en American University, comentó al diario que "la decisión de eliminar el permiso de salida es significativa por muchas razones”, aunque “como la mayoría de las nuevas reformas, depende en gran medida de cómo se implemente".
"No obstante” –dijo Pastor-- “al levantar una barrera gubernamental para salir del país, la reforma podría conducir a un considerable flujo hacia afuera – en el que muchos eventualmente van a querer venir a los Estados Unidos-- o podría empezar a propiciar un flujo circular de personas que influiría positivamente en la apertura económica de la isla".
Citando a Ted Henken --profesor de estudios latinoamericanos en el Baruch College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York-- el New York Times apunta que, como la nueva ley permitirá a los cubanos permanecer en el extranjero por dos años, podrían obtener la residencia legal en Estados Unidos, un proceso que tarda por lo menos un año, sin renunciar a sus derechos en Cuba.
"Muchos inmigrantes cubanos recientes aprovecharán esta oportunidad", dijo Henken, y añadió que el cambio "permitirá una circulación más normal" entre los dos países.
Acerca de los pro y los contra de la nueva legislación decretada, el periodista y bloguero alternativo Reynaldo Escobar dijo desde La Habana a martinoticias.com que cree positivo que se hayan eliminado los requisitos de la carta de invitación –para poder viajar había que ser invitado antes por alguien en el extranjero—y del permiso de salida (“una barbaridad en materia de derechos humanos en pleno siglo XXI”), así como sus respectivos costos. Pero Escobar resalta que la legislación en ninguna parte reconoce el derecho universal de los cubanos a entrar y salir de su país.
Ello permite denegar el pasaporte --en lugar del permiso de salida-- "según la discreción de funcionarios oscuros, basándose en razones en unos casos muy lógicas, como estar sometido a un proceso penal (artículo 23, inciso a) y en otros muy ambiguas, como las de 'defensa y seguridad nacional' que prescribe el inciso d) del mismo artículo, y las de 'interés público', recogidas en el inciso h).
Reynaldo refiere que ya circula un chiste acerca del tema: “Antes no te dejaban salir por ‘hache’ o por ‘be’. Ahora, por 'h' o por 'd' ".
Desde el Congreso estadounidense el senador republicano por Florida Marco Rubio dijo en un comunicado que "la nueva política de viajes de Cuba se queda muy corta respecto a lo que el pueblo cubano verdaderamente desea, que es vivir en libertad".
El legislador de origen cubano subrayó que la reforma sólo traslada los costos y restricciones de la tarjeta blanca o permiso de salida al proceso de emisión de pasaportes, y que el gobierno seguirá decidiendo quiénes pueden entrar o salir de su país.
Por su parte, la presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, la cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, consideró que "estas llamadas reformas no son más que los esfuerzos desesperados de Raúl Castro para engañar al mundo acerca de que Cuba está cambiando".
Ros-Lehtinen lamentó que "los abusos a los derechos humanos en Cuba son tan comunes y perversos que algunos ven este anuncio como una gran concesión de la gerontocracia gobernante".
En la otra esquina, Tomás Bilbao, director ejecutivo de Cuba Study Group, organización que promueve el levantamiento gradual del embargo, consideró en declaraciones a la agencia EFE que por primera vez Cuba reconoce los derechos individuales de los cubanos . “El cubano ahora tendrá derecho de salir y regresar a la isla, y los que tienen pequeños negocios podrán viajar y regresar, sin temor a la confiscación de sus propiedades”, agregó Bilbao.
Por su parte Sarah Stephens, directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas, opinó que la reforma no solo da a los cubanos una mayor autonomía, sino también les ofrece la promesa de una economía más vibrante.
En su bitácora “El tono de la voz”, el bloguero cubano radicado en Barcelona Jorge Ferrer criticó a quienes, objetando “la letra pequeña” --que excluye o limita el derecho al pasaporte a profesionales, disidentes y otros-- “desoyen la evidencia de que millones de cubanos ya no tendrán que pasar una y otra vez por el trámite ominoso y costoso” del permiso de salida y la carta de invitación.
Para Ferrer, “negar que el régimen está mutando, pretender ignorar que hay elementos de cambio que nos obligan a enfrentarlo desde perspectiva más creativa que la anclada en la idea cómoda, pero falaz, de que ‘todo sigue igual’, no sirve más que a ese propio régimen”.
En Miami, a nombre del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, Oscar Peña hizo circular una nota de tono conciliador hacia el gobierno de la isla: “Hoy tenemos la ética y la buena voluntad cubana de felicitar a las autoridades de Cuba por definitivamente haber tenido la bondad humana de hacer sustanciales y positivas reformas a la abusiva, arbitraria y violadora política de inmigración que han tenido por más de 50 años”
Pero desde La Habana, la bloguera Yoani Sánchez, que ha tenido pasaporte y visa y solicitado permiso de salida en 20 ocasiones, recibiendo igual cantidad de negativas, comentó en su cuenta de Twitter que su mejor forma de probar los limites de la nueva ley será intentando viajar "en cuanto esté aplicada". “Si la Ley Migratoria es una tomadura de pelo, lo sabremos el 14 de enero del 2013”,dijo, y concluyó: “La mentira puede correr 100 años; la verdad la alcanza en un dia”.