“En este momento la situación que tiene Santiago de Cuba con respecto al comienzo de las clases es por etapas (…) algunas escuelas primarias han comenzado, pero la Educación Superior todavía, porque ha sido muy afectada”, señaló el exprofesor universitario Hergues Frandín.
El ingeniero Frandín dijo a martinoticias.com que los daños causados por el huracán Sandy fueron enormes y ha afectado el reinicio del curso escolar, sobre todo en el nivel superior, que ha sido pospuesto por tiempo indefinido.
Frandín, quien es padre de una niña de primaria, indicó que este lunes cuando llevó a su hija a la escuela escuchó que posiblemente ella tuviera una sola sesión.
Señaló que “la gente está escéptica en cuanto a la calidad del funcionamiento de las instalaciones y el servicio docente que se presta por el deterioro”, no solo en las escuelas sino en las casas de los maestros, de sus familias y de los trabajadores escolares.
Agregó que “hubo escuelas (Educación Superior) que perdieron sus ventanales, los techos, y muchas computadoras se mojaron porque no fueron evacuadas”, lo que hace más difícil reiniciar las clases, porque este nivel necesita más recursos.
Frandín señaló que las autoridades escolares tienen la obligación de garantizarles el servicio de agua a los alumnos; “el agua no es potable, además de que la ciudad no está electrificada totalmente, hay algunos barrios que no tienen corriente”.
Comentó que muchos de los juegos de los niños en las escuelas “tienen un perfil de adoctrinamiento: matar al enemigo y combatir al enemigo, que están alejados totalmente de todo lo que sea construir”.
Según Frandín, los niños en las escuelas cubanas “carecen de un espacio artificial para reconstruir con elementos plásticos un edificio, un juego de mecánica, un juego de carpintero (…) para desarrollar su pensamiento lógico”.
El ingeniero Frandín dijo a martinoticias.com que los daños causados por el huracán Sandy fueron enormes y ha afectado el reinicio del curso escolar, sobre todo en el nivel superior, que ha sido pospuesto por tiempo indefinido.
Frandín, quien es padre de una niña de primaria, indicó que este lunes cuando llevó a su hija a la escuela escuchó que posiblemente ella tuviera una sola sesión.
Señaló que “la gente está escéptica en cuanto a la calidad del funcionamiento de las instalaciones y el servicio docente que se presta por el deterioro”, no solo en las escuelas sino en las casas de los maestros, de sus familias y de los trabajadores escolares.
Agregó que “hubo escuelas (Educación Superior) que perdieron sus ventanales, los techos, y muchas computadoras se mojaron porque no fueron evacuadas”, lo que hace más difícil reiniciar las clases, porque este nivel necesita más recursos.
Frandín señaló que las autoridades escolares tienen la obligación de garantizarles el servicio de agua a los alumnos; “el agua no es potable, además de que la ciudad no está electrificada totalmente, hay algunos barrios que no tienen corriente”.
Comentó que muchos de los juegos de los niños en las escuelas “tienen un perfil de adoctrinamiento: matar al enemigo y combatir al enemigo, que están alejados totalmente de todo lo que sea construir”.
Según Frandín, los niños en las escuelas cubanas “carecen de un espacio artificial para reconstruir con elementos plásticos un edificio, un juego de mecánica, un juego de carpintero (…) para desarrollar su pensamiento lógico”.