Este fin de semana Adolf Hitler, Carter, Kennedy, Kennedy Cornelius y otros se han vuelto a enfrentar en las urnas; todos quieren hacerse con un escaño parlamentario y en el caso de Adolf Hitler, incluso por tercera vez.
En honor de la verdad y en mengua del pitorreo, los nombres completos de estos políticos son Adolf Lu Hitler; Jhim Carter Sangma, Kennedy Marjak y Kennedy Cornelius Khriem y los cuatros han presentado su candidatura a la Asamblea Estatal del Estado federado de Meghalaya, en la India Septentrional.
El que en la India los niños reciba nombres de políticos occidentales de pro es un tributo a la popularidad y una costumbre muy similar a la que existe en Hispanoamérica, donde los Wilson, Washington, Nelson, etc. aparecen con bastante frecuencia sin que nadie lo considere una traición a la nomenclatura tradicional de los respectivos países.
En el caso de Adolf Hitler, padre de tres hijos, la cosa ya asombra un poco porque su nombradía no ha sido precisamente para bien. Claro que con la distancia – Alemania y la India están casi en los antípodas – es bien posible que el perfil del fundador del nazismo y del III Reich hubiese llegado a Meghalaya más que difuso, para no decir confuso.
Pero, mirando el historial del político indio de este nombre, la información confusa debió ser general porque si el hombre gana los comicios de este fin de semana, será para asumir su tercer mandato.
Y si en Meghalaya importa un bledo ser Adolf Hitler, la verdad es que en Estados Unidos y en la misma Alemania de postguerra tampoco conmueve demasiado. Según explica el mismísimo Adolf Lu Hitler, este político ha visitado oficialmente Alemania y los Estados Unidos, entre otros países, y en todas partes ha sido tratado cordialmente, sin que nadie osara la menor ironía respecto a la coincidencia nominal.
Por otra parte, en Meghalaya tanto da como se llama uno si le da por entrar en la política o en los negocios. Porque en estos mismo comicios uno de los rivales de Carter, Hitler y Kennedy es nada menos que Frankenstein…, Frankenstein Momin.
Desgraciadamente, la prensa india no ha revelado si Frankenstein - el Momin, se entiende – compra su ropa al Hitler de Ahmedabad, una de las tiendas de ropa más conocida de la ciudad y que no tiene nada que ver con el Hitler diputado
En honor de la verdad y en mengua del pitorreo, los nombres completos de estos políticos son Adolf Lu Hitler; Jhim Carter Sangma, Kennedy Marjak y Kennedy Cornelius Khriem y los cuatros han presentado su candidatura a la Asamblea Estatal del Estado federado de Meghalaya, en la India Septentrional.
El que en la India los niños reciba nombres de políticos occidentales de pro es un tributo a la popularidad y una costumbre muy similar a la que existe en Hispanoamérica, donde los Wilson, Washington, Nelson, etc. aparecen con bastante frecuencia sin que nadie lo considere una traición a la nomenclatura tradicional de los respectivos países.
En el caso de Adolf Hitler, padre de tres hijos, la cosa ya asombra un poco porque su nombradía no ha sido precisamente para bien. Claro que con la distancia – Alemania y la India están casi en los antípodas – es bien posible que el perfil del fundador del nazismo y del III Reich hubiese llegado a Meghalaya más que difuso, para no decir confuso.
Pero, mirando el historial del político indio de este nombre, la información confusa debió ser general porque si el hombre gana los comicios de este fin de semana, será para asumir su tercer mandato.
Y si en Meghalaya importa un bledo ser Adolf Hitler, la verdad es que en Estados Unidos y en la misma Alemania de postguerra tampoco conmueve demasiado. Según explica el mismísimo Adolf Lu Hitler, este político ha visitado oficialmente Alemania y los Estados Unidos, entre otros países, y en todas partes ha sido tratado cordialmente, sin que nadie osara la menor ironía respecto a la coincidencia nominal.
Por otra parte, en Meghalaya tanto da como se llama uno si le da por entrar en la política o en los negocios. Porque en estos mismo comicios uno de los rivales de Carter, Hitler y Kennedy es nada menos que Frankenstein…, Frankenstein Momin.
Desgraciadamente, la prensa india no ha revelado si Frankenstein - el Momin, se entiende – compra su ropa al Hitler de Ahmedabad, una de las tiendas de ropa más conocida de la ciudad y que no tiene nada que ver con el Hitler diputado