La agencia crediticia Standard & Poor advirtió que las ciudades rusas llamadas a ser sedes para el Mundial de fútbol del año 2018 confrontarán dificultades para conseguir el dinero necesario para construir sus estadios y actualizar su infraestructura de aeropuertos, transporte y alojamiento.
La agencia anticipa que al menos 7 de las 11 ciudades tendrán que pedir préstamos para poder desarrollar adecuadamente sus ciudades a los estándares mínimos requeridos por la FIFA y para recibir ese dinero necesitan un respaldo del gobierno federal mucho más amplio que el que muestran los presupuestos actuales.
A menos que el gobierno federal incremente notablemente su financiamiento, “el mal estado actual de la infraestructura municipal en las ciudades sedes, significa que los niveles de infraestructura en las instalaciones del torneo serán peores que las del pasado”, declaró Standard & Poor en un informe publicado esta semana.
El Presupuesto total calculado por el gobierno ruso para el evento es de 22,000 millones de dólares. El presupuesto de Brasil para el Mundial de 2014 es de 13,600 millones de dólares, casi un 40% menor que el del 2018. Brasil está experimentando serias dificultades para terminar a tiempo y dentro del presupuesto para el 2014.
La agencia anticipa que al menos 7 de las 11 ciudades tendrán que pedir préstamos para poder desarrollar adecuadamente sus ciudades a los estándares mínimos requeridos por la FIFA y para recibir ese dinero necesitan un respaldo del gobierno federal mucho más amplio que el que muestran los presupuestos actuales.
A menos que el gobierno federal incremente notablemente su financiamiento, “el mal estado actual de la infraestructura municipal en las ciudades sedes, significa que los niveles de infraestructura en las instalaciones del torneo serán peores que las del pasado”, declaró Standard & Poor en un informe publicado esta semana.
El Presupuesto total calculado por el gobierno ruso para el evento es de 22,000 millones de dólares. El presupuesto de Brasil para el Mundial de 2014 es de 13,600 millones de dólares, casi un 40% menor que el del 2018. Brasil está experimentando serias dificultades para terminar a tiempo y dentro del presupuesto para el 2014.