LA HABANA - ¿Cuba susurra en el oído del presidente venezolano, Nicolás Maduro? Estados Unidos lo asegura, La Habana lo niega, aunque no es un misterio la larga y estrecha relación entre los dos gobiernos socialistas.
“Ha llegado el momento de liberar a Venezuela de Cuba”, dijo el viernes el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, denunciando la “influencia negativa” de su enemigo de la Guerra Fría.
Un discurso que va en sintonía con las advertencias de sanciones a la “troika de la tiranía” (Venezuela, Cuba, Nicaragua) como dijo en noviembre John Bolton, asesor de seguridad nacional del gobernante Donald Trump.
Los lazos entre Caracas y La Habana no son un secreto. Fue a Venezuela donde Miguel Díaz-Canel, realizó su primer viaje al extranjero, luego de suceder a Raúl Castro en abril pasado.
Cuba también fue uno de los primeros países en prestar su “fuerte apoyo” a Maduro el 23 de enero poco después de que el opositor y presidente del Parlamento, Juan Guaidó, se proclamara gobernante interino, reconocido por una decena de países vecinos y 19 europeos.
Esta complicidad “se remonta a (Hugo) Chávez”, presidente de Venezuela desde 1999 hasta su muerte en 2013, dijo Michael Shifter, líder del laboratorio de ideas Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Chávez “admiró a Fidel Castro, fue casi como una relación padre-hijo (…) El compromiso de Cuba con Venezuela comenzó de una manera muy fuerte”, agregó.
La Venezuela de Chávez ayudó a Cuba a recuperarse del denominado “período especial”, aquella década de apremios económicos en la isla tras la caída de la Unión Soviética, su socio comercial.
¿Cuba en la toma de decisiones?
Para Rocío San Miguel, abogada venezolana especializada en asuntos militares, “la entrada (de Cuba) en el aparato estatal (de Venezuela) comienza muy claramente desde 2005, y probablemente desde 2004”.
Y estas son “cinco áreas sensibles para la seguridad nacional que han sido controladas gradualmente por Cuba: registros notariales, emisión de documentos de identidad, servicios de inteligencia, las fuerzas armadas y la policía nacional”.
Pronto, los dos socios acuerdan una ecuación: Caracas proporciona petróleo a precios amigables y apoyo económico, mientras que La Habana ofrece el servicio de miles de médicos, entrenadores deportivos y asesores militares.
“Cuba ha ganado más en esta alianza que Venezuela”, dijo Paul Webster Hare, ex embajador británico en ambos países y ahora profesor en la Universidad de Boston.
“No creo que haya otros dos países en el mundo con gobiernos tan interrelacionados como los de Cuba y Venezuela (…) ¡Hay información de que Nicolás Maduro recibe reportes diarios del servicio secreto cubano!”, agregó.
“Por encima de Maduro está Cuba en la toma de decisiones”, consideró San Miguel, aunque Shifter precisó que “no hay evidencia” de ello.
Desde el inicio de esta crisis, La Habana ha negado cualquier injerencia de su parte en Venezuela.
En Twitter, varios altos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores han llamado repetidamente a Bolton “mentiroso” cuando aseguró que el ejército venezolano estaba tomado por Cuba.
Preocupados e incómodos
Las autoridades cubanas han comparado esa “mentira” con la de las armas de destrucción masiva nunca halladas que se suponía que Saddam Hussein escondía en Irak. Sin embargo, La Habana sigue de cerca el expediente.
“Creo que están extremadamente preocupados”, consideró Shifter.
En línea con esa opinión, el miércoles pasado, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, invitó por primera vez a los embajadores europeos a discutir con ellos varios temas de actualidad, incluyendo a Venezuela como un punto fuerte.
“Noté un poco de preocupación”, dijo a la AFP un diplomático que participó en la reunión.
“Están un poco incómodos y necesitan explicar claramente su posición”, comentó otro, y agregó que, con respecto a Venezuela, “existe una preocupación real por la pérdida de ganancias” si Maduro deja el poder.
La pérdida del petróleo venezolano debilitaría la economía cubana, ya a media asta, pero, con la caída en los envíos en los últimos años, la isla está preparada para ello, explicó Paul Hare.
Ya “comenzó a buscar proveedores alternativos de petróleo: Rusia, Irán y otros países como Argelia”, agregó.
Recientemente, el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, y el vicepresidente del Consejo de Ministros y reconocido renegociador de la deuda externa cubana, Ricardo Cabrisas, han viajado a Europa para estrechar lazos y firmar convenios.
La Unión Europea es actualmente el mayor socio comercial de la isla.
Si Maduro deja el poder “diplomáticamente, sería un golpe” que fortalecería el aislamiento internacional de Cuba, predijo Hare.
“La amenaza es que Estados Unidos concentre sus esfuerzos en Cuba después de Venezuela”, sostuvo Shifter, quien ve “posibles” nuevas sanciones estadounidenses contra La Habana en los próximos meses.
En cuanto a Maduro, “si no lucha hasta el final y decide irse al exilio, (Cuba) sería un lugar lógico para ir”.
[Este análisis fue escrito por Katell Abiven periodista y directora del buró de AFP en La Habana]