Acusada de frívola y hecha para desmenuzar chismes, bretes y diretes, Facebook, la página social tan activa y conocida pudiera estar impactando de modo insólito a una comunidad activa y sedienta de compartir información dentro y fuera de la isla.
Una mensajería viva en varias direcciones beneficia tanto a jóvenes de dentro como de fuera de Cuba. En la altísima noche del domingo puede hablar con algunos acerca del impacto de esta red social en los que han quedado dentro del corral informativo. Por aquí anduvieron las respuestas, enviadas desde dispositivos móviles, a deshora y con la impronta de quien ‘chatea’ en Facebook.
Claudia del Río
Reside en Miami, es una activista social en pos de los cambios prodemocráticos y cree que sí hay halgo de positivo en los intercambios. “Primeramente, la comunidad activa se compone de muchas edades y diferentes intereses, aunque por estadísticas podría creer que al 45% le interesa y sigue el tema de Cuba y parte de la disidencia se informa, llegan a compartir la noticia pero no pasa de ahí. Hay un 15 % al que le interesa ayudar y llevar un poco de empuje para organizarse, para hacer algo y le queda ya la inquietud de que algo hay que hacer pero no saben cómo hacerlo.
Se podrían hacer muchas cosas para ayudar y crear un red extremadamente fuerte que puede llegar a ser hasta incontrolable para el Gobierno de Cuba, pero hace falta encender esa chispa de deseo y disciplina, y trabajar en un solo proyecto para llevar a cabo una solución que sé que está en nuestras manos”.
Tend Henkend
Un especialista en comunicación y Associate Professor of Sociology and Estudios Latinoamericanos en Baruch College cree que sí, que hay un impacto real, que se puede medir ya, “Porque FB funciona como nuestra ágora moderna. Es un lugar de encuentro para mucha gente con frivolidades pero también causas y sacrificios. El gran problema en Cuba es la falta de acceso y el monitoreo”.
Aimel Ríos
Es un experto en relaciones internacionales y proyectos de asistencia y solidaridad con ‘gente necesitada’. Por su activismo en las redes sociales, cree que el impacto de una red como FB dentro de Cuba ayuda a “a que sus voces se oigan en el mundo, a que puedan hablar por sí mismos. La comunidad virtual es un puente de comunicación entre la Cuba real en la isla y la comunidad real a nivel global”.
‘Estre-Llita’
Es una joven activa y con una militancia muy visible en Miami cuando hablamos de la causa por la libertad de Cuba. En las fotos que sube a su ‘muro’ de FB aparece junto a cantantes contestatarios como Raudel (Escuadrón Patriota) o Amaury Gutiérrez o activistas de derechos humanos como Berta Soler. Las actividades en que participa las comparte en Facebook, por eso habló así.
“Las redes sociales son espacios libres para expresarse. Además de que tienen el potencial de ser un puente de comunicación de allá (Cuba) para acá y de acá para allá. Creo que puede ayudar a revivir las relaciones inter personales que por la distancia se han perdido. También es súper efectivo para difundir información. Por ejemplo, cuando un disidente está siendo atacado allá. Mira, cuando el brote de cólera en Cuba…aquí por donde primero nos enteramos fue por las redes sociales, por FB principalmente.
También debido al efecto boomerang…a muchos cubanos en la isla también les llegó esa información. Del flujo de información nos beneficiamos todos, los de allá y los de acá, pues como sabemos los medios oficialistas son parciales y dicen lo que les da la gana cuando les da la gana. Nosotros desde acá también tenemos el compromiso de difundir lo que sale de allá”.
‘C.J.L’
(Vive en Cuba y solo se conecta a la red, cuando se lo permiten unos amigos solidarios):
“Una red social como FB impactaría definitivamente en la isla. El objeto social de dicha red coincide inexorablemente con los deseos y la sed más primordial de información que tenemos los cubanos: la familia, el vecino, los amigos y todos aquellos “desaparecidos” de estos límites geográficos podrán regresar a nosotros, los de aquí dentro, como por arte de magia.
Para mí entrar a FB y escribir el nombre que apenas recuerdo de algún amigo o pariente, o husmear entre los amigos de los amigos o entre las sugerencias del sitio y ver rostros que apenas recordaba y volver a ellos en esa increíble ventanita de un mensaje que es más fuerte que un abrazo y agregarlos a la lista de amigos y ver cada día lo que hacen, sus fotos, incluso sus bromas… entonces Ámsterdam o Montevideo ya no son esos lugares imposibles, adonde la gente se pierde de nuestros recuerdos, sino una palabra, quizás otro idioma, otras horas, pero no más ese olvido al que nos condenaron”.
Publicado en el blog Cruzar las alambradas el 3 de Junio de 2013.
Una mensajería viva en varias direcciones beneficia tanto a jóvenes de dentro como de fuera de Cuba. En la altísima noche del domingo puede hablar con algunos acerca del impacto de esta red social en los que han quedado dentro del corral informativo. Por aquí anduvieron las respuestas, enviadas desde dispositivos móviles, a deshora y con la impronta de quien ‘chatea’ en Facebook.
Claudia del Río
Reside en Miami, es una activista social en pos de los cambios prodemocráticos y cree que sí hay halgo de positivo en los intercambios. “Primeramente, la comunidad activa se compone de muchas edades y diferentes intereses, aunque por estadísticas podría creer que al 45% le interesa y sigue el tema de Cuba y parte de la disidencia se informa, llegan a compartir la noticia pero no pasa de ahí. Hay un 15 % al que le interesa ayudar y llevar un poco de empuje para organizarse, para hacer algo y le queda ya la inquietud de que algo hay que hacer pero no saben cómo hacerlo.
Se podrían hacer muchas cosas para ayudar y crear un red extremadamente fuerte que puede llegar a ser hasta incontrolable para el Gobierno de Cuba, pero hace falta encender esa chispa de deseo y disciplina, y trabajar en un solo proyecto para llevar a cabo una solución que sé que está en nuestras manos”.
Tend Henkend
Un especialista en comunicación y Associate Professor of Sociology and Estudios Latinoamericanos en Baruch College cree que sí, que hay un impacto real, que se puede medir ya, “Porque FB funciona como nuestra ágora moderna. Es un lugar de encuentro para mucha gente con frivolidades pero también causas y sacrificios. El gran problema en Cuba es la falta de acceso y el monitoreo”.
Aimel Ríos
Es un experto en relaciones internacionales y proyectos de asistencia y solidaridad con ‘gente necesitada’. Por su activismo en las redes sociales, cree que el impacto de una red como FB dentro de Cuba ayuda a “a que sus voces se oigan en el mundo, a que puedan hablar por sí mismos. La comunidad virtual es un puente de comunicación entre la Cuba real en la isla y la comunidad real a nivel global”.
‘Estre-Llita’
Es una joven activa y con una militancia muy visible en Miami cuando hablamos de la causa por la libertad de Cuba. En las fotos que sube a su ‘muro’ de FB aparece junto a cantantes contestatarios como Raudel (Escuadrón Patriota) o Amaury Gutiérrez o activistas de derechos humanos como Berta Soler. Las actividades en que participa las comparte en Facebook, por eso habló así.
“Las redes sociales son espacios libres para expresarse. Además de que tienen el potencial de ser un puente de comunicación de allá (Cuba) para acá y de acá para allá. Creo que puede ayudar a revivir las relaciones inter personales que por la distancia se han perdido. También es súper efectivo para difundir información. Por ejemplo, cuando un disidente está siendo atacado allá. Mira, cuando el brote de cólera en Cuba…aquí por donde primero nos enteramos fue por las redes sociales, por FB principalmente.
También debido al efecto boomerang…a muchos cubanos en la isla también les llegó esa información. Del flujo de información nos beneficiamos todos, los de allá y los de acá, pues como sabemos los medios oficialistas son parciales y dicen lo que les da la gana cuando les da la gana. Nosotros desde acá también tenemos el compromiso de difundir lo que sale de allá”.
‘C.J.L’
(Vive en Cuba y solo se conecta a la red, cuando se lo permiten unos amigos solidarios):
“Una red social como FB impactaría definitivamente en la isla. El objeto social de dicha red coincide inexorablemente con los deseos y la sed más primordial de información que tenemos los cubanos: la familia, el vecino, los amigos y todos aquellos “desaparecidos” de estos límites geográficos podrán regresar a nosotros, los de aquí dentro, como por arte de magia.
Para mí entrar a FB y escribir el nombre que apenas recuerdo de algún amigo o pariente, o husmear entre los amigos de los amigos o entre las sugerencias del sitio y ver rostros que apenas recordaba y volver a ellos en esa increíble ventanita de un mensaje que es más fuerte que un abrazo y agregarlos a la lista de amigos y ver cada día lo que hacen, sus fotos, incluso sus bromas… entonces Ámsterdam o Montevideo ya no son esos lugares imposibles, adonde la gente se pierde de nuestros recuerdos, sino una palabra, quizás otro idioma, otras horas, pero no más ese olvido al que nos condenaron”.
Publicado en el blog Cruzar las alambradas el 3 de Junio de 2013.
