Todo está listo para que los fanáticos gocen hoy de una final que promete más de tres alegrías o tristezas. En el estadio “Victoria de Girón” de Matanzas se enfrentan los cocodrilos locales a la maquinaria naranja, pilotada por el polémico ex estelar villaclareño Víctor Mesa. Hoy comienza la final de los play off donde un gran ganador puede ser la pelota cubana, esa novia de capa caída que le duele a tantos, hace tanto.
Villa Clara vs Matanzas en el parque yumurino es un choque esperado por toda la afición. Los primeros hace 22 años no se acercan a una final por el trofeo de campeones. El equipo del centro de la isla, ahora bajo las riendas de Ramón Moré, bien pudiera ser tomado como prueba de laboratorio del fracaso del “béisbol revolucionario”, sus huestes han sido de las que más sanciones han recibido por “indisciplina”, baja definitiva aplicada por la Comisión Nacional y es, solo antecedido por Industriales y seguido de Santiago de Cuba, quienes más atletas hna aportado a las ligas profesionales en el Caribe y los Estados Unidos, en sus diferentes categorías.
Juan Yasel Serrano, Leonys Martín, Yuniesky (Riquimbili) Betancourt, Dayán Viciedo, Aledmys Díaz, Léster Benavides, Yandy Díaz y Yorky la Rosa, son solo algunos nombres entre la riada de peloteros cubanos que han llegado a Triple A y las Ligas Mayores, y que el régimen cubano etiqueta de “desertores”.
Víctor Mesa, quien probablemente sea el manager más expulsado y perdonado de la pelota amateur cubana, viene con la espina de no haber ganado un solo campeonato timoneando a sus pares naranjas. En este segundo aire con los cenagueros intentará llevarse el título que la afición matancera le exige, pero tendrá que hacerlo a costa de sus otrora compañeros de equipo, un Villa Clara que viene de lucir una sólida campaña.
Es Freddy Asiel Álvarez, con el imperativo de alargar el récord de blanqueadas sucesivas en postemporada (25 contra Cienfuegos), el impulso mayor de Villa Clara.
Los peloteros de Matanzas intentarán apoyarse en el corrido y bateo, el robo de bases y la picardía para estar alertas a la menor posibilidad de embasarse, algo en lo que el ahora en crisis disciplinaria, Víctor Mesa, tiene un galardón indiscutible en la historia del béisbol cubano. Joel Suárez, ganador de una dupla en la fase final y Royd Hernández, seguido de Lázaro Blanco, serán encargados de hacer diana en el mascotín y dejar fuera de balance a una exprimidora naranja que viene con ganas y razones.
Sin embargo, estos numeritos dicen mucho de lo que pudiera ser el desenlace final: Matanzas supera a Villa Clara en jonrones 44-39, Anotadas (415-345) y Robos (56-35). Los del centro de la isla superaron a los occidentales en promedio de efectividad en la lomita a base de un (3.64-2.81), y unas agallas en la defensa que resultó (.980-.975) y sorprendieron a sus contrarios con 116 doble plays por solo 88 logrados por los naranjas.
La mesa está servida, la afición matancera es excelente y lo ha demostrado de por vida, solo hace falta que abran los pasillos para ver al público gozar de un espectáculo ansiado desde hace meses.
Villa Clara vs Matanzas en el parque yumurino es un choque esperado por toda la afición. Los primeros hace 22 años no se acercan a una final por el trofeo de campeones. El equipo del centro de la isla, ahora bajo las riendas de Ramón Moré, bien pudiera ser tomado como prueba de laboratorio del fracaso del “béisbol revolucionario”, sus huestes han sido de las que más sanciones han recibido por “indisciplina”, baja definitiva aplicada por la Comisión Nacional y es, solo antecedido por Industriales y seguido de Santiago de Cuba, quienes más atletas hna aportado a las ligas profesionales en el Caribe y los Estados Unidos, en sus diferentes categorías.
Juan Yasel Serrano, Leonys Martín, Yuniesky (Riquimbili) Betancourt, Dayán Viciedo, Aledmys Díaz, Léster Benavides, Yandy Díaz y Yorky la Rosa, son solo algunos nombres entre la riada de peloteros cubanos que han llegado a Triple A y las Ligas Mayores, y que el régimen cubano etiqueta de “desertores”.
Víctor Mesa, quien probablemente sea el manager más expulsado y perdonado de la pelota amateur cubana, viene con la espina de no haber ganado un solo campeonato timoneando a sus pares naranjas. En este segundo aire con los cenagueros intentará llevarse el título que la afición matancera le exige, pero tendrá que hacerlo a costa de sus otrora compañeros de equipo, un Villa Clara que viene de lucir una sólida campaña.
Es Freddy Asiel Álvarez, con el imperativo de alargar el récord de blanqueadas sucesivas en postemporada (25 contra Cienfuegos), el impulso mayor de Villa Clara.
Los peloteros de Matanzas intentarán apoyarse en el corrido y bateo, el robo de bases y la picardía para estar alertas a la menor posibilidad de embasarse, algo en lo que el ahora en crisis disciplinaria, Víctor Mesa, tiene un galardón indiscutible en la historia del béisbol cubano. Joel Suárez, ganador de una dupla en la fase final y Royd Hernández, seguido de Lázaro Blanco, serán encargados de hacer diana en el mascotín y dejar fuera de balance a una exprimidora naranja que viene con ganas y razones.
Sin embargo, estos numeritos dicen mucho de lo que pudiera ser el desenlace final: Matanzas supera a Villa Clara en jonrones 44-39, Anotadas (415-345) y Robos (56-35). Los del centro de la isla superaron a los occidentales en promedio de efectividad en la lomita a base de un (3.64-2.81), y unas agallas en la defensa que resultó (.980-.975) y sorprendieron a sus contrarios con 116 doble plays por solo 88 logrados por los naranjas.
La mesa está servida, la afición matancera es excelente y lo ha demostrado de por vida, solo hace falta que abran los pasillos para ver al público gozar de un espectáculo ansiado desde hace meses.