Está en boca de todos esa sensación un poco amarga de no estar viendo un buen comienzo de Kylian Mbappé en LaLiga con el Real Madrid, y digo en LaLiga porque en la Supercopa de Europa, aunque no jugó extraordinariamente bien, sí logró marcar en su primer partido y levantar su primer título, pero en la competición doméstica definitivamente no ha sido lo mismo para el delantero francés.
En la primera jornada en Mallorca se le vio desencajado en el sistema (433) que está dibujando Carlo Ancelotti para él y sus dos compañeros brasileños. El “problema” es que Mbappé no es delantero centro, no es un ariete de área como sí lo son Haaland o Lewandowski, él necesita tener espacios, con balón y sin balón, de frente a la portería contraria para desplegar todo su talento y hacer daño al rival.
El Mallorca le marcó muy bien molestándole en el área para obligarle a salir de su posición y provocando que se incomodara tácticamente con Vinicius y Rodrygo. En Son Moix solo disparó dos veces y ninguno fue entre los tres palos. Tampoco creó mucho peligro y tanto es así que promedió solo 0,30 goles esperados que en los 90 minutos que estuvo en el campo. El siguiente partido, en el Santiago Bernabeu.
Este domingo fue el debut de Kylian frente a su público, el mismo que abarrotó esa majestuosa sede para recibirle el día de su presentación oficial. Otra vez el Santiago Bernabeu, lleno hasta la bandera, esperó a su nuevo ídolo ansioso de poder marcar su primer gol en LaLiga ante un rival recién ascendido como el Valladolid.
Más de lo mismo, no estuvo nunca del todo cómodo sobre el terreno de juego. Mbappé se movía, intentaba asociarse o que sus compañeros le encontraran pero, como en Mallorca, le marcaron correctamente y le cerraron bien las líneas de pase para anularlo gran parte del encuentro. Eso sí, esta vez tuvo oportunidades mucho más claras que en la primera jornada. Falló una muy clara a pase de Vinicius y luego no pudo definir otra ocasión que se armó con un gran desmarque.
Hizo tres disparos (uno a portería) y promedió 0,99 goles esperados antes de que Ancelotti le cambiara por Endrick Felipe en el minuto 86. Mbappé se quedó con las ganas de anotar su primer gol en liga y el público de celebrarlo en su primera cita oficial con la estrella francesa. El siguiente partido, visita a Las Palmas.
Ahora bien, que Mbappé no haya anotado en sus dos primeros partidos en LaLiga tampoco es para encender las alarmas y precipitarse a decir que va a fracasar en el Real Madrid. Eso solo lo harían quienes no saben absolutamente nada de fútbol o simplemente son fanáticos ciegos y radicales. Todo lo que empieza necesita un tiempo para dar frutos y el futbol no es una excepción. Kylian Mbappé acaba de llegar a un equipo en el que la exigencia es máxima y los periodos de prueba mínimos, además, no pudo estar en la pretemporada y está jugando en una posición que no es la suya.
Estoy segurísimo de que Ancelotti encontrará una solución para acomodarlo tácticamente y hacer florecer su máximo potencial en el equipo. También estoy segurísimo de que Kylian Mbappé, más temprano que tarde, se acoplará en esta maquinaria y no solo triunfará en el Real Madrid, sino que marcará una época dorada en el club y se convertirá en una de sus grandes leyendas. Tiempo al tiempo.
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