El campeón olímpico de Tokio en el peso ligero se prepara para tomar por asalto una de las divisiones más competitivas que existen y ya la prensa estadounidense toma nota de ello.
El influyente diario The New York Times le dedicó un extenso reportaje tras visitar su campamento de entrenamiento en Filadelfia.
Allí se prepara bajo las órdenes del entrenador Derek Ennis, para su debut el 15 de julio en Detroit ante el experimentado mexicano Juan Carlos Burgos, un hombre de 35 años que suma 35 triunfos, siete derrotas y tres empates.
De acuerdo con el NYT, con su inteligencia pugilística, velocidad y sincronización, Cruz es quizás el mejor peleador cubano de su generación.
El año pasado abandonó la isla, tras una discordia con la Federación Cubana de Boxeo, con lo que pasó a convertirse en el agente libre más polémico del pugilismo y su prospecto más intrigante, según resalta el diario neoyorquino.
En mayo pasado, firmó un contrato de tres años con Matchroom Boxing, que le garantizará un pago de siete cifras, mientras sus patrocinadores creen que para el próximo verano, el antillano dominará la división de peso ligero, colmada de peleadores talentosos.
Eso sí, su éxito profesional dependerá de qué tan bien se adapte, tanto a los métodos de entrenamiento y competencia del profesionalismo, como a la vida en su nuevo país.
Los ojeadores profesionales fijaron su mirada en Cruz por primera vez tras su victoria sobre el estadounidense Keyshawn Davis en la final olímpica de la capital japonesa.
“Nunca había visto algo así”, dijo Eddie Hearn, presidente de Matchroom Sport, a The New York Times.
“Sé que suena cursi, pero fue como ver a un artista dibujar una pintura. Estaba hipnotizado por la facilidad con la que venció a los mejores aficionados del mundo. De verdad, nunca pensé que lo ficharía, porque en realidad no esperas que los boxeadores cubanos se conviertan en profesionales”, agregó Hearn.
Tan avanzado se considera al cubano, que su debut ante Burgos fue pactado para diez asaltos, cuando lo normal es que los primeros combates profesionales varían entre cuatro y seis rounds.
Será el primer paso en el camino donde lo esperan, entre otros, los renombrados Gervonta Davis y Shakur Stevenson, hasta llegar a Devin Haney, el campeón indiscutible de la división.
Pero Cruz llega con hambre. “Quiero ganar todas mis peleas, ganar todos los cinturones. Quiero hacer lo que hice en el boxeo amateur. Tuve una gran carrera y creo que puedo repetirla”, aseguró el cubano al NYT.
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