Turbo, un municipio del departamento de Antioquia, cerca de la frontera con Panamá, sirve de paso a migrantes de todo el mundo que quieren llegar a Estados Unidos, y ha sido escenario de incidentes xenófobos, informó la Voz de América, VOA.
“Dejé la familia lejos, en Cuba tengo mis hijos, tengo mi madre y uno trata de llegar a Estados Unidos para darle un mejor futuro”, explicó Heikel González, un migrante cubano.
González llora al recordar lo que dejó en su país natal. Con una pequeña maleta y seis amigos, decidió salir para cumplir el sueño americano. Hoy se siente un poco más cerca. Está a pocas horas de cruzar la selva del Tapón del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá.
"En Cuba no hay futuro, en Cuba no hay comida, ...y uno está brincando y pasa mucho trabajo para poder darle un futuro mejor a la familia", explicó González.
Colombia se ha convertido en el principal país puente de la migración masiva durante la última década. Y ese flujo ha generado eventos de xenofobia en contra de la población migrante que pasa por el municipio de Turbo, una salida portuaria a una de las selvas más peligrosa de América Latina.
Por aquí pasan cubanos, venezolanos, otros sudamericanos, y hasta africanos que viajan al sur del continente para luego hacer la travesía por tierra para intentar llegar a Estados Unidos.
"Aquí habían 400 casi 500 migrantes, donde nosotros los veíamos, los rechazábamos porque era primera vez que nos pasaba, ahí sí había xenofobia", explicó Freddy Marín, concejal de Golfo de Uraba.
Para el obispo Hugo Marín, los discursos y manifestaciones xenófobas que se presentan en el golfo urabeño al nororiente de Colombia, se deben a la insuficiente información suministrada por las autoridades colombianas.
"Yo creo que la xenofobia es una situación muy común frente a estas personas, primero porque ocupan espacios públicos y mucha gente va a tener como cierto recelo frente a ellos, o porque vienen de África", dijo el Obispo Marín, de la Diócesis de Antioquia.
Los incidentes xenófobos consisten principalmente en expresiones verbales de rechazo a los forasteros que llegan a esta localidad que es la puerta de entrada al Tapón del Darién, una de las rutas más peligrosas del mundo para los migrantes por su terreno montañoso, los animales salvajes y la presencia de organizaciones criminales.