El atleta de decatlón cubano Leonel Suárez Fajardo ha hablado en voz alta, para que todo el mundo lo escuche. Lamentó las malas condiciones de entrenamiento que existen en su país mientras se dispone a competir este sábado y domingo en Talence, Francia.
El decatlón es un conjunto de diez pruebas realizadas por un mismo atleta.
Suárez, sexto en los Juegos Olímpicos de Río-2016, medalla de bronce en Londres-2012 y Beijing-2008, manifestó que son pésimas las condiciones en que los atletas cubanos tienen que entrenar en Cuba, lo que les puede causar lesiones y hasta la perdida de la motivación, quejas de las que se hizo eco la agencia AFP.
El atleta, de 29 años, explicó que las carrileras para las pruebas de saltos en el Estadio Panamericano de La Habana, están completamente dañadas y lamentó que para practicar las arrancadas haya que correr "por encima de las líneas", porque es donde la pista "aún está buena".
Suárez, señaló que la pista está "prácticamente en el cemento, es más dura" y provoca "molestias en los tobillos y los talones".
También dijo que algunos implementos como los colchones para el salto con pértiga están "muy deteriorados y siempre se están mojando", pues "no se protegen, ni se cuidan".
Lamentablemente, su crítica aunque salió al aire por Radio Habana Cuba (no la escucha el cubano de a pie), aún no ha sido publicada en los diarios oficialistas Granma y Juventud Rebelde, para que el pueblo sepa cómo piensan los deportistas cubanos, lo que ocurre en la isla, y por qué no se les puede exigir a estos atletas isleños igual que a los de otros países.
"Después se dice que los atletas (cubanos) no compiten bien, pero las condiciones que tenemos no son las mejores", dijo.
Al compararlos con la élite mundial, señaló que se trata de una batalla como la de David contra Goliat.
"Ellos tienen todo y nosotros prácticamente nada y cada día hay menos", comentó Suárez, quien tras la competencia en Francia, viajará a México para reunirse con su esposa - una atleta mexicana- y su hija, a las que no ve desde abril.
