En declaraciones al diario Granma del entrenador principal del equipo cubano de lucha libre, Julio Mendieta, más de 50 luchadores de Estados Unidos estarán presentes en la 45ª edición de los torneos internacionales Granma y Cerro pelado programados en La Habana entre el 12 y el 15 de febrero. Entre ellos, muchos “de gran nivel” según el técnico de la isla.
Junto a norteamericanos y atletas cubanos habrá representación de hasta 13 países, entre ellos Argentina, Brasil, Caná, Ecuador, Chile, España, Honduras, República Dominicana, Perú, Francia y Puerto Rico. Se espera además que las delegaciones de Alemania y Canadá sean de las más numerosas con hasta 10 deportistas cada una. Las competiciones tendrán lugar en la Ciudad Deportiva de la capital.
Por su parte, Cuba participará con una veintena de luchadores entre los que destacan Geandri Garzón, en la categoría de 70 kg y cuatro veces medallista mundial o Reineris Salas (86 kg), que quedó subcampeón del mundo el pasado mes de septiembre. Mendieta se refirió además a las principales figuras en cada división: Alednier Hernández en 57 kg, Yowlys Bonne en 61 kg, o Reinier Pérez y Esteban Quintana en 74 kg, que suplirán al ausente por lesión Liván López, bronce olímpico.
Entre las novedades deportivas de este campeonato en Cuba, el certamen pondrá en práctica el reciente reglamento de la Federación Internacional de Lucha por el que un derribo pasa a contar por dos unidades. La superioridad técnica en la modalidad libre se marcará ahora con una diferencia de diez rayas de un luchador sobre su oponente, siete en el caso de la lucha grecorromana.
Los torneos Granma y Cerro Pelado nacieron en la década de 1970 y se celebran tradicionalmente en el mes de febrero con luchadores de distintas partes del mundo, siendo una excelente oportunidad para que los deportistas cubanos se midan con los de otros países, principalmente Estados Unidos, Canadá, Francia o Bulgaria, naciones con gran arraigo de esta disciplina.
En 2013 reunieron 150 luchadores de 12 naciones y Cuba venció en 18 de las 20 categorías. Tras esta edición Cuba conformará el equipo del que saldrán las seis plazas para los Juegos Centroamericanos y del caribe que tendrán lugar en Veracruz, México, en noviembre.
Junto a norteamericanos y atletas cubanos habrá representación de hasta 13 países, entre ellos Argentina, Brasil, Caná, Ecuador, Chile, España, Honduras, República Dominicana, Perú, Francia y Puerto Rico. Se espera además que las delegaciones de Alemania y Canadá sean de las más numerosas con hasta 10 deportistas cada una. Las competiciones tendrán lugar en la Ciudad Deportiva de la capital.
Por su parte, Cuba participará con una veintena de luchadores entre los que destacan Geandri Garzón, en la categoría de 70 kg y cuatro veces medallista mundial o Reineris Salas (86 kg), que quedó subcampeón del mundo el pasado mes de septiembre. Mendieta se refirió además a las principales figuras en cada división: Alednier Hernández en 57 kg, Yowlys Bonne en 61 kg, o Reinier Pérez y Esteban Quintana en 74 kg, que suplirán al ausente por lesión Liván López, bronce olímpico.
Entre las novedades deportivas de este campeonato en Cuba, el certamen pondrá en práctica el reciente reglamento de la Federación Internacional de Lucha por el que un derribo pasa a contar por dos unidades. La superioridad técnica en la modalidad libre se marcará ahora con una diferencia de diez rayas de un luchador sobre su oponente, siete en el caso de la lucha grecorromana.
Los torneos Granma y Cerro Pelado nacieron en la década de 1970 y se celebran tradicionalmente en el mes de febrero con luchadores de distintas partes del mundo, siendo una excelente oportunidad para que los deportistas cubanos se midan con los de otros países, principalmente Estados Unidos, Canadá, Francia o Bulgaria, naciones con gran arraigo de esta disciplina.
En 2013 reunieron 150 luchadores de 12 naciones y Cuba venció en 18 de las 20 categorías. Tras esta edición Cuba conformará el equipo del que saldrán las seis plazas para los Juegos Centroamericanos y del caribe que tendrán lugar en Veracruz, México, en noviembre.