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Bajo la amenaza de la "reeducación" china una kazaja forzada al aborto

Gulzira Mogdin dice que estaba entre varias mujeres de etnia kazaja en China que fueron obligadas a abortar. (RFE/RL)
Gulzira Mogdin dice que estaba entre varias mujeres de etnia kazaja en China que fueron obligadas a abortar. (RFE/RL)

Mientras que ser forzados a estudiar la ideología comunista y cantar canciones fantasiosas sobre el presidente Mao y Xi Jinping puede ser difícil para los cientos de miles de miembros de minorías étnicas en los campos de "reeducación" de China, Gulzira Mogdin dice que ella y otras mujeres de las minorías étnicas sufren mucho peor a manos de los funcionarios chinos.

Mogdin, una kazaja nacida en China, dijo al Servicio Kazajo de RFE/RL que después de que la internaron el año pasado, se vio obligada a interrumpir su embarazo a principios de su quinto mes.

"Si ya tienes dos hijos, te obligan a terminar tu embarazo", dice Mogdin. "Es duro. Se llevaron al niño del útero".

Una de los aproximadamente 1,5 millones de ciudadanos chinos de origen kazajo, esta madre viuda de dos niños pequeños se volvió a casar antes de mudarse a Kazajstán en 2017.

Los funcionarios chinos le advirtieron que si se casaba con un ciudadano kazajo tendría que presentar numerosos documentos en su distrito natal de Buryltogai, en la región autónoma uigur de Xinjiang, en el oeste de China.

Ella viajó a Kazajstán después de su boda en China. Cuando regresó con sus hijos para completar el papeleo en octubre de 2017, los funcionarios chinos incautaron de inmediato su pasaporte y su teléfono móvil.

Le dijeron que los recuperaría cuando estuviera lista para regresar con su esposo a su nuevo hogar en Kazajstán.

"WhatsApp está instalado en su teléfono, por lo que no puede cruzar la frontera", le dijo la policía, que la acechó a preguntas.

"¿Con quién te comunicas [en WhatsApp]? ¿Vas a la mezquita?" Mogdin les dijo que usaba WhatsApp para hacer llamadas gratuitas a su esposo.

"Tienes una aplicación extranjera instalada en tu teléfono", respondieron. "No irás a ninguna parte, [pero] permanecerás en China por un tiempo".

Mogdin organizó que sus hijos asistieran a una escuela china local hasta que ella pudiera regresar a Kazajstán.

Residentes esperan cerca de las alambradas y una bandera nacional china en una comunidad de Peyzawat, en la región china de Xinjiang.
Residentes esperan cerca de las alambradas y una bandera nacional china en una comunidad de Peyzawat, en la región china de Xinjiang.

Un campamento de internamiento masivo

Durante décadas, después del colapso de la Unión Soviética en 1991, los kazajos pudieron viajar libremente entre China y Kazajstán. Pero todo eso comenzó a cambiar en 2017 con informes de hostigamiento, arrestos y encarcelamiento.

La evidencia irrefutable de los campos de "reeducación" en China solo comenzó a emerger en abril de 2017, y las Naciones Unidas, Human Right Watch (HRW) y numerosos gobiernos occidentales han condenado las detenciones forzosas en esas instalaciones.

Un panel de derechos humanos de la ONU estimó el 10 de agosto que millones de miembros de la etnia uigur están siendo retenidos en los llamados campos de reeducación que han transformado la provincia occidental de Xinjiang en un "campo de internamiento masivo".

Junto con los uigures, kazajos, dungans, kirguís, hui y otros integrantes de la población musulmana de 13 millones de personas en el oeste de China, han sido enviados a los campos de reeducación.

HRW dijo el 9 de septiembre que China estaba realizando una campaña masiva y sistemática de violaciones de derechos humanos contra los musulmanes en Xinjiang, y documentó casos de abuso y tortura.

El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, el 22 de septiembre, criticó la detención de los uigures musulmanes en los campos de reeducación bajo el disfraz oficial chino de combatir el extremismo islámico. Agregó que los detenidos fueron "forzados a soportar un severo adoctrinamiento político y otros abusos terribles".

Mientras tanto, China niega las acusaciones de tortura o maltrato en "campos de reeducación política".

Li Xiaojun, un representante de la Oficina de Derechos Humanos en China, dijo a Reuters el 13 de septiembre: "No hay presión en los centros. [Los detenidos] mejoran sus calificaciones y se capacitan. Luego encontrarán buenos empleos y dominarán nuestras leyes básicas".

El embajador chino en el Reino Unido, Liu Xiaoming, también rechazó las acusaciones de que Beijing estaba acosando a las minorías étnicas en Xinjiang.

Forzada al aborto

De vuelta en China, dice Mogdin que trató de razonar con los funcionarios para que les permitieran continuar con su embarazo.

Les dijo que su esposo en Kazajstán, Aman Ansagan, explicó que el niño que ella llevaba "era de un ciudadano de Kazajstán, y no tiene relación con las leyes chinas". Mogdin también argumentó que no podía abortar su embarazo sin el consentimiento de su marido.

Los oficiales trajeron al hermano de Mogdin para tratar de persuadirla de que continuara con el aborto.

"Tu hermana no está escuchando lo que le estamos diciendo", dice que le dijeron. "Serás responsable de eso".

Mogdin describe a los funcionarios chinos presionando a su hermano frente a ella, en una sesión que comenzó después de la medianoche, y diciéndole que si su hermana no aceptaba interrumpir su embarazo, se vería obligado a firmar una declaración asumiendo la responsabilidad del procedimiento.

Mogdin finalmente capituló. "Me hicieron firmar un documento [diciendo] que elegí abortar, que el gobierno no me había obligado. Lo firmé porque no tenía otra opción", dijo a RFE/RL.

Pero los funcionarios chinos también le dijeron a Mogdin que tenía tuberculosis y que debía presentarse en un hospital. Ella se negó a ir.

Un hombre uigur observa un camión que transporta policías paramilitares durante un mitin de juramento antiterrorista en Urumqi, Región Autónoma Uigur de Xinjiang, en 2014.
Un hombre uigur observa un camión que transporta policías paramilitares durante un mitin de juramento antiterrorista en Urumqi, Región Autónoma Uigur de Xinjiang, en 2014.

Pronto, dice, otros miembros de la familia en China estaban siendo acosados. Su hermano fue enviado a un campo de reeducación el 27 de enero. Una prima embarazada fue presionada y quedó traumatizada por el acoso, dijo Mogdin.

La mujer finalmente decidió ir al hospital, donde dijo que creía estar infectada con tuberculosis para que los funcionarios pudieran justificar la necesidad del aborto.

Después de ser dada de alta del hospital, fue puesta bajo arresto domiciliario durante seis meses en su aldea natal de Kokagash. Finalmente regresó a Kazajstán en mayo.

"No hable con los periodistas cuando vaya a Kazajstán. No hable sobre los campos y las personas detenidas. [Diga que] no hay campos. Diga que nada ha cambiado en Xinjiang, todo es como solía ser", dijo que así fue instruida por funcionarios chinos.

Mogdin está recibiendo tratamiento para la tuberculosis en la región de Zhambyl, cerca de Almaty, en el sur de Kazajstán. Su hermano todavía permanece en un campo de reeducación.

Igual que una prisión

Un hombre que solicitó ser identificado como Seisen K. dijo a RFE/RL en Kazajstán, el 2 de octubre, que también se vio obligado a soportar un campo de reeducación en Xinjiang.

Nacido en China, pero con un pasaporte kazajo durante unos 10 años, fue arrestado en una visita a Xinjiang y acusado de tener doble ciudadanía.

Relató sus dos meses en un campamento, donde se vio obligado a aprender caracteres chinos, cantar canciones sobre líderes comunistas chinos y aprender una larga lista de reglas antiislámicas que los reclusos tenían que recitar.

Seisen K. dijo que el campamento estaba organizado como una prisión, con detenidos en celdas con camas triples de metal.

Pequeñas raciones de comida de baja calidad se servían desde una pequeña ventana y había guardias armados que vigilaban el edificio, dijo. Informó haber visto detenidos desde los 18 años de edad y los 75 años, y dijo que a las personas solo se les permitía ducharse una vez cada dos semanas. Seisen K. dijo que solo fue liberado después de que sus familiares presentaron una queja ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Kazajstán y una agencia de la ONU.

Sin ningún lugar a donde ir

No está claro por qué las autoridades chinas parecen haberse vuelto en contra tan drásticamente contra los kazajos étnicos y otras minorías en Xinjiang.

Esbol Omirzhanov, un experto en derecho internacional y analista político, dijo a RFE/RL que la represión en Xinjiang comenzó con una nueva política china del presidente Xi para "preservar la integridad interna" y combatir el extremismo y el terrorismo.

"Se está trabajando para limpiar políticamente a los kazajos [en China]", dice Omirzhanov. "La razón principal de los arrestos está relacionada con cuestiones religiosas ... aunque la Constitución china permite la libertad de religión".

Xinjiang ha vivido varios incidentes terroristas relacionados con ataques a la mayoría de chinos Han que fueron enviados a Xinjiang por decenas de miles de personas en programas gubernamentales para reasentarse allí.

Aunque los kazajos han realizado manifestaciones y buscado la ayuda de los funcionarios kazajos para que los familiares de China sean liberados de los campos de reeducación, la ayuda oficial de Astana rara vez llega.

Dependiente en gran medida del comercio bilateral y de la poderosa economía china, el gobierno kazajo parece tener poca influencia para exigir justicia para los kazajos étnicos en China.

En un caso de alto perfil que ayudó a pintar una imagen de los campamentos, la kazaja Sayragul Sauytbay trabajó en un campo de reeducación en China antes de ser arrestada por ingresar ilegalmente a Kazajstán, el 5 de abril, cuando intentaba reunirse con su esposo e hijos kazajos.

Como oficial del Partido Comunista de China, dijo que tenía acceso a documentos secretos sobre el programa del gobierno para "reeducar" a los musulmanes.

Al dar testimonio ante el tribunal, el 13 de julio, en un intento de que se le permitiera permanecer en Kazajstán, Sauytbay ofreció detalles de los campamentos, que describió como "prisiones en las montañas".

En agosto, el tribunal rechazó su extradición a China, le dio una sentencia suspendida y la liberó de la prisión, sin duda para disgusto de Pekín.

Pero el 5 de octubre, un Comité de Migración de Kazajstán negó su asilo político, abriendo el camino para que la devolvieran a China. Sauytbay apeló la decisión.

El abogado de Sauytbay, Abzal Kuspanov, preguntó retóricamente a RFE/RL: "¿Por qué fue tan rápida la decisión [de no otorgarle el estatus de refugiada]? Creo que Sayragul fue víctima de otras 'circunstancias' entre Kazajstán y China".

[Escrito por Pete Baumgartner en Praga, basado en los informes de los corresponsales del Servicio Kazajo de RFE/RL, Nurgul Tapaeva y Nurtay Lakhan en Kazajstán]

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Fallece John Lansing, ex director ejecutivo de USAGM

John F. Lansing, quien fuera CEO de la Agencia de Estados Unidos para Medios Globales entre 2015 y 2019.
John F. Lansing, quien fuera CEO de la Agencia de Estados Unidos para Medios Globales entre 2015 y 2019.

El periodista John Lansing ayudó a modernizar las transmisiones de Estados Unidos al mundo. Impulsó la adopción de una estrategia de contenido Digital Primero, y fortaleció las iniciativas de libertad en Internet.

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El ex director ejecutivo de la Agencia de Estados Unidos para Medios Globales, USAGM, John Lansing, falleció el miércoles a los 67 años de edad en su hogar en el estado de Wisconsin.

Lansing se desempeñó de 2015 a 2019 como director ejecutivo (CEO) de USAGM, la agencia federal independiente que administra a la Oficina de Transmisiones a Cuba, la Voz de América, Radio Europa Libre/Radio Libertad, Radio Asia Libre, las Redes de Transmisiones al Oriente Medio y el Fondo Abierto de Tecnología.

“John fue un profesional consumado y un defensor incansable de la libertad de prensa, la seguridad de los periodistas y de conectar a las personas de todo el mundo en apoyo de la libertad y la democracia”, declaró en un comunicado Amanda Bennett, directora ejecutiva de USAGM.

“La visión y el espíritu de colaboración de John nos inspiraron a crecer e innovar”, subrayó Bennett. “Creó el Comité Internacional de Coordinación (CPI) formado por los jefes de cada una de las redes de la agencia, para que pudiéramos hablar juntos sobre el estado del mundo. Defendió una estrategia global basada en el lenguaje y reunió a redes, como VOA y RFE/RL, que trabajaron en estrecha colaboración para crear productos innovadores como Current Time y VOA365, y un proyecto conjunto entre VOA y RFA centrado en dirigirse a audiencias más jóvenes y más amigables con lo digital. Realmente disfrutaba rompiendo muros”.

Bennett recordó que Lansing tomó medidas para modernizar la agencia, “desde la adopción de una estrategia de contenido Digital Primero, hasta la mejora de las iniciativas de libertad en Internet”.

John Lansing amaba el periodismo y todo lo que representa, y se deleitaba en cada oportunidad que tenía para hablar sobre “la importancia de nuestra misión, ya fuera en el Capitolio o en nuestros pasillos”, recalcó Bennett, quien lo describió como un valioso amigo, colega y mentor para muchos.

Lansing ocupó muchos cargos durante su carrera profesional. Hace seis meses se había separado del cargo de director ejecutivo de National Public Radio, NPR, puesto que ocupó durante cuatro años y medio.

“En NPR, Lansing se enredó con titanes, mantuvo los programas de la cadena en el aire durante una pandemia mundial, navegó por intensos vientos sociales en contra, supervisó una ambiciosa expansión de las ambiciones digitales y dirigió a NPR a través de lo que definió como una crisis financiera existencial”, señaló NPR en un comunicado de prensa.

"Tuvo un tremendo impacto en la cultura del lugar de trabajo de NPR, comprendió la importancia de la misión de NPR de apoyar la democracia informando al público estadounidense y llevó a la organización a enfrentar el desafío de una pandemia global sin precedentes", dijo la directora ejecutiva de NPR, Katherine Maher.

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USAGM celebra liberación de periodista Alsu Kurmasheva tras 9 meses de prisión en Rusia

Alsu Kurmasheva junto a sus hijas y esposo. (Tomada de RFE/RL)
Alsu Kurmasheva junto a sus hijas y esposo. (Tomada de RFE/RL)

La directora ejecutiva de la agencia, Amanda Bennett, y el presidente del servicio de noticias RFE/RL, Stephen Capus, agradecieron al gobierno de EEUU por la liberación de Kurmasheva y le dieron la bienvenida a casa.

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La Agencia de Medios Globales de Estados Unidos (USAGM) celebró este jueves la liberación de la periodista ruso estadounidense Alsu Kurmasheva, como parte de un intercambio masivo de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia.

"Esta es una noticia increíble, y estoy tremendamente agradecida a todos los que apoyaron y abogaron por la liberación de Alsu a raíz de la cruel injusticia de Rusia", dijo Amanda Bennett, directora ejecutiva de USAGM.

"El periodismo no es un delito. Estoy eufórica de que Alsu finalmente pueda volver a casa con sus seres queridos y cerrar este doloroso capítulo", recalcó.

Kurmasheva, condenada por un tribunal ruso a 6 años y medio de cárcel, llevada más de nueve meses detenida en Rusia. El acuerdo de liberación, incluyó al periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich, quien estuvo detenido por el Kremlin durante 16 meses.

Stephen Capus, presidente y director ejecutivo de RFE/RL, el servicio informativo de USAGM para el que trabaja Kurmasheva, agradeció al gobierno de Estados Unidos por la liberación de la periodista.

“Damos la bienvenida a la noticia de la liberación de Alsu y estamos agradecidos al gobierno estadounidense y a todos los que trabajaron incansablemente para poner fin al trato injusto que recibió por parte de Rusia. Alsu fue atacada porque era una periodista estadounidense que simplemente intentaba cuidar a un miembro de su familia dentro de Rusia. Ella no hizo nada malo y ciertamente no merecía el trato injusto y la separación forzada de sus queridos familiares y colegas", señaló.

Capus, por quien primero se conoció la noticia de la inclusión de Kurmasheva en el intercambio de prisioneros, dijo que la liberación de la periodista del servicio tártaro-bashkir de Radio Libertad es un impulso en la lucha por "garantizar la libertad de otros tres periodistas de RFE/RL, cruelmente encarcelados en Bielorrusia y Crimea ocupada por Rusia".

"No descansaremos hasta que todos nuestros periodistas detenidos injustamente estén sanos y salvos en sus hogares. El periodismo no es un delito. Bienvenida a casa, Alsu”, concluyó Capus.

Por su parte, Voice of America, también parte de USAGM, celebró la liberación de Kurmasheva, Gershkovich y Vladimir Kara-Murza, colaborador del Washington Post.

"Su injusto encarcelamiento pone de relieve la urgente necesidad de redoblar los esfuerzos para proteger la seguridad de los periodistas amenazados simplemente por hacer su trabajo", indicó la agencia de noticias en un comunicado.

En los últimos años se han intensificado la intimidación, daños físicos y encarcelamiento contra los periodistas que laboran en Europa del Este.

Otros tres periodistas de RFE/RL permanecen encarcelados en países de esa región:

Ihar Losik, del Servicio de Belarús de RFE/RL, detenido el 25 de junio de 2020 y juzgado por cargos que incluían "organización de disturbios masivos" e "incitación al odio".

Andrey Kuznechyk, del mismo servicio, detenido el 25 de noviembre de 2021 mientras paseaba en bicicleta cerca de su casa en Minsk, acusado luego de "crear o participar en una organización extremista" y sentenciado a seis años de prisión.

Vladyslav Yesypenko, periodista ucraniano-ruso que contribuía en la página digital Crimea.Realities, un medio de noticias regional del Servicio Ucraniano de RFE/RL, detenido por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) en Simferopol el 10 de marzo de 2021, bajo sospecha de recopilar información para la inteligencia ucraniana. Fue acusado de “posesión y transporte de explosivos" y sentenciado a 6 años de cárcel.

Alsu “está en una prisión rusa no por lo que ha hecho, sino por lo que representa”, denuncia su esposo

Pavel Butorin, esposo de la periodista de Radio Europa Libre/Radio Libertad encarcelada en Rusia, Alsu Kurmasheva, en el National Press Club, Washington, D.C., el 25 de julio del 2024.
Pavel Butorin, esposo de la periodista de Radio Europa Libre/Radio Libertad encarcelada en Rusia, Alsu Kurmasheva, en el National Press Club, Washington, D.C., el 25 de julio del 2024.

Pavel Butorin dijo en entrevista con Martí Noticias que Rusia no tiene ninguna evidencia que incrimine a su esposa, pero que conociendo el sistema jurídico de ese país, tiene "muy pocas expectativas de que se haga justicia".

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Para Pavel Butorin, esposo de la periodista de Radio Europa Libre/Radio Libertad (RFE/RL) encarcelada en Rusia, Alsu Kurmasheva, fue una triste sorpresa enterarse por un informe de prensa el lunes que Rusia celebró un juicio secreto, declaró a Alsu culpable de un crimen que ella nunca cometió y la sentenció a seis años y medio de cárcel.

Condena de Alsu Kurmasheva es injusta
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“Sin duda fue una noticia impactante, sin embargo, no fue inesperada. Las tasas de condena son muy altas en Rusia, casi el 100%, especialmente en casos politicos”, dijo en entrevista este jueves con Martí Noticias.

Un tribunal de la ciudad de Kazán reveló el lunes que había condenado a Kurmasheva por presuntamente difundir información falsa sobre el ejército ruso, en un juicio celebrado a puerta cerrada el viernes, 19 de julio.

Kurmasheva, madre de dos hijas, es una periodista que vive en Praga y lleva detenida en su región natal rusa de Tatarstán desde el 18 de octubre.

A una pregunta sobre si apelaría la sentencia, Butorin, que también trabaja para RFE/RL, un servicio noticioso de la Agencia de Medios Globales de EEUU (USAGM), explicó que tiene muy poca visibilidad de los procedimientos legales reales en el caso de Alsu, y que conociendo el sistema jurídico ruso, tiene "muy pocas expectativas de que se haga justicia".

“Rusia no ha proporcionado ninguna prueba pública de ninguna irregularidad por parte de Alsu. Todavía no entiendo qué es lo que Rusia considera falso en los informes de Alsu. Me gustaría saber qué es lo que Rusia considera falso, y también que señalen un solo informe que consideren falso”, apuntó.

Michelle Sagué entrevista para Martí Noticias a Pavel Butorin, esposo de la periodista de Radio Europa Libre/Radio Libertad encarcelada en Rusia, Alsu Kurmacheva.
Michelle Sagué entrevista para Martí Noticias a Pavel Butorin, esposo de la periodista de Radio Europa Libre/Radio Libertad encarcelada en Rusia, Alsu Kurmacheva.

Butorin reiteró que su esposa no es miembro de la oposición, ni activista, "es sólo una periodista que no representa ninguna amenaza para el gobierno ruso".

“Está encarcelada en Rusia, no por lo que ha hecho. Está encarcelada en Rusia por lo que representa y lo que es. Y ella es alguien que eligió convertirse en ciudadana estadounidense, que emigró y que trabaja para una organización de medios financiada por el Congreso (de EEUU). De eso es que se trata”, añadió.

Inicialmente, Kurmasheva fue detenida en junio cuando intentaba salir de Rusia tras visitar a su madre, y posteriormente fue acusada de lo que en un principio pareció una infracción menor, antes de que los investigadores rusos abrieran una causa penal acusándola de difundir información falsa sobre el ejército ruso, algo que ella ha negado.

Butorin ha solicitado al gobierno de Estados Unidos que designe a Kurmasheva como “detenida injustamente”, tal como Washington considera el caso del periodista del Wall Street Journal, también encarcelado en Rusia, Evan Gershkovich, para abrir más vías diplomáticas para negociar su liberación.

El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en su conferencia de prensa del lunes 22 de julio, declinó comentar sobre las deliberaciones del departamento sobre si designar a Kurmasheva “detenida injustamente”, pero dijo que Washington había pedido su liberación.

Sobre la designación, Butorin dijo que su objetivo final es la liberación de Alsu y su regreso a casa, y que si ella puede regresar sin la designación, él y sus hijas estarían “de acuerdo”.

“Dicho esto, es preocupante que lleve tantos meses sin ser designada. Nos gustaría que el gobierno de Estados Unidos deje saber que no la considera una criminal. Queremos que la oficina del Enviado Presidencial especial para Asuntos de Rehenes esté del lado de Alsu y, para que eso suceda, es necesario designarla”, señaló Butorin.

El esposo de la comunicadora encarcelada dijo que esto “enviaría una señal a la comunidad periodística”, especialmente a los periodistas estadounidenses que trabajan en el extranjero, de que “si son detenidos en cumplimiento de su deber, por su trabajo como periodistas estadounidenses, automáticamente se les designará como detenidos injustamente, de modo que el gobierno de Estados Unidos comprometa recursos para su liberación”.

“Te hablo hoy como el marido de Alsu. La conozco como una persona muy amable. Ella es una madre devota de sus hijas. Ella ha sido mi mejor amiga durante más de 20 años. No hay nada que desee más que regrese con nosotros. Sabemos que ella no ha hecho nada malo. Y sabemos que la volveremos a ver, ojalá muy pronto”, expresó.

Directora ejecutiva de USAGM condena juicio y sentencia en Rusia de periodista estadounidense Alsu Kurmasheva

FOTO DE ARCHIVO: La periodista ruso-estadounidense de Radio Free Europe/Radio Liberty Alsu Kurmasheva, en una audiencia judicial en Kazán, Rusia, el 31 de mayo de 2024. REUTERS/Alexey Nasyrov/Foto de archivo
FOTO DE ARCHIVO: La periodista ruso-estadounidense de Radio Free Europe/Radio Liberty Alsu Kurmasheva, en una audiencia judicial en Kazán, Rusia, el 31 de mayo de 2024. REUTERS/Alexey Nasyrov/Foto de archivo

La directora ejecutiva de USAGM, Amanda Bennett, y el presidente y director ejecutivo de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), Stephen Capus, condenaron el juicio y sentencia en Rusia de la periodista estadounidense Alsu Kurmasheva.

Kurmasheva fue juzgada y condenada en secreto en un tribunal ruso a seis años y medio de prisión por cargos infundados que se han vuelto cada vez más graves desde su encarcelamiento hace más de nueve meses.

"El juicio secreto de Rusia y la sentencia injusta de la periodista estadounidense Alsu Kurmasheva prolongan una pesadilla para una familia inocente", dijo Bennett en un comunicado. “Las hijas y el marido de Alsu no la han visto desde hace más de un año. Es un día triste para la libertad de prensa y es hora de que Alsu se reúna con su familia”.

Capus dijo que “este juicio y condena secretos constituyen una burla de la justicia".

"El único resultado justo es que Alsu sea liberada inmediatamente de prisión por sus captores rusos. Ya es hora de que esta ciudadana estadounidense, nuestra querida colega, se reúna con su amada familia".

Kurmasheva, de 47 años y editora del servicio tártaro-bashkir de RFE/RL, viajó a Rusia en mayo de 2023 para visitar a su madre enferma. Sin embargo en junio las autoridades le impidieron salir del país y le confiscaron el pasaporte, manteniéndola en arresto domiciliario. Fue detenida el 18 de octubre en Kazán bajo la acusación de no registrarse como agente extranjera, un cargo que ella y sus colegas niegan categóricamente.

Natalya Loseva, portavoz del tribunal, confirmó la condena sin revelar detalles sobre la acusación específica, informó The Associated Press.

Organizaciones presionan a Biden a tomar acción por periodista detenida en Rusia Alsu Kurmasheva

La periodista ruso-estadounidense de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) Alsu Kurmasheva, detenida tras ser acusada de violar la ley rusa sobre agentes extranjeros, asiste a una audiencia judicial en Kazán, Rusia, el 31 de mayo de 2024. REUTERS/ Alexey Nasyrov
La periodista ruso-estadounidense de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) Alsu Kurmasheva, detenida tras ser acusada de violar la ley rusa sobre agentes extranjeros, asiste a una audiencia judicial en Kazán, Rusia, el 31 de mayo de 2024. REUTERS/ Alexey Nasyrov
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Importantes organizaciones defensoras de la libertad de prensa y los derechos humanos exigieron en una carta dirigida al presidente estadounidense Joe Biden que actúe de inmediato para garantizar la libertad de la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva, editora del servicio tártaro-bashkir de la Radio Europa Libre/Radio Libertad (RFE/RL).

En concreto, piden que EEUU declare que Kurmasheva, en prisión preventiva desde que las autoridades rusas la detuvieron el 18 de octubre de 2023, sea declarada como "detenida injustamente", un estatus que permitiría al gobierno estadounidense mayores posibilidades de gestionar su libertad.

El Comité para la Protección de los Periodistas, el Club Nacional de Prensa, la Fundación Libertad de Prensa y Reporteros sin Fronteras, entre otras prestigiosas agrupaciones, recuerdan a Biden que el caso de Kurmasheva "se encuentra actualmente en la División de Asuntos Consulares del Estado", que maneja los casos de estadounidenses que han cometido o han sido acusados de delitos como entrada ilegal, corrupción y otros asuntos penales.

"Ninguno de estos se aplica al caso de Alsu. Fue arrestada porque es periodista y el periodismo no es un delito. El único motivo de Rusia para retenerla es cambiarla por uno de sus activos", indicaron en la carta al presidente.

Los firmantes exigen que el tema sea un asunto de la Oficina del Enviado Presidencial Especial para Asuntos de Rehenes, algo que han venido demandando desde hace meses.

"La falta de transparencia y compromiso en este tema crítico es preocupante. Al gobierno de Alsu le ha llevado demasiado tiempo dar un paso al frente y decir que su detención es ilícita. La comunidad periodística exige que se tomen medidas ahora para ayudarla. Ha estado retenida durante ocho meses y no se le ha permitido ver ni hablar con sus hijos ni con su marido", indican las organizaciones firmantes.

En mayo, a raíz de cumplirse siete meses de su detención injusta, un portavoz del Departamento de Estado dijo que se mantenían "profundamente preocupados por el caso de Alsu" y que condenaban "en los términos más enérgicos posibles los continuos intentos del Kremlin de intimidar y reprimir a los periodistas y las voces de la sociedad civil".

Vedant Patel, principal vocero de la cancillería estadounidense negó que el Departamento de Estado estuviera "frenando el proceso", sino que estaba "en juego un proceso deliberativo en términos de cualquier designación formal de detención ilegal".

Kurmasheva fue acusada de no registrarse como agente extranjera, lo que conlleva una pena de prisión de hasta cinco años y posteriormente se le presentó un cargo adicional de difusión de información “falsa” sobre el ejército ruso, que podría acarrear una pena de prisión de hasta 10 años.

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