Carecen de uniformes, guantes, escobillones, calzado y protección sanitaria y la empresa de servicios comunales ¨Aurora¨ de La Habana Vieja les dice que no tiene presupuesto para comprarlos.
Los barrenderos de las calles y parques de La Habana Vieja y Centro Habana en la capital se quejan de las malas condiciones de trabajo y el bajo salario que la Empresa de Comunales les paga por realizar la labor sin las medidas de seguridad que requieren.
Mario Hechavarría Driggs periodista independiente residente en Centro Habana dijo a Martinoticias que los barrenderos carecen de uniformes, guantes, escobillones, calzado y protección sanitaria y la empresa de servicios comunales ¨Aurora¨ de La Habana Vieja les dice que no tiene presupuesto para comprarlos.
“La higiene de las calles de la capital está pésima, hay mal olor, la basura está por donde quiera, hay pocos tanques para que el transeúnte eche los desperdicios”, dice el comunicador.
Los carros de limpieza que deben pasar limpiando en horario de madrugada solo recorren las avenidas principales y “no lo hacen todos los días”. "La Habana en sentido general es una ciudad ‘sucia, muy sucia’, enfatizó.
Los residuos sólidos representan un serio problema social por su influencia directa en la higiene del ambiente, y mucho más en las grandes urbes de ahí que en la capital cubana cualquier ineficiencia en el sistema de limpieza pueda acarrear graves consecuencias, no solo en la higiene, si no en la apariencia de calles y parques y avenidas.
Calles basura Habana @ivanlibre
El comunicador considera que los barrenderos no pueden hacer mejor su trabajo. "Lo poco que pueden hacer es conseguir escobillones de pencas de palma que fabrican manualmente para barrer. También improvisan carritos para recoger la basura "pero no dan abasto".
Hechavarría considera que ellos están pasando mucho trabajo". Antes le pagaban ochocientos pesos pero luego del reordenamiento laboral solo le pagan cuatrocientos pesos mensuales en MN por limpiar un área de ocho a diez cuadras todos los días.
Los barrenderos además de "mal pagados son mal mirados" puesto que la mayoría cumplieron sanciones y al salir de la cárcel deben someterse a las disposiciones del Ministerio de Justicia que tiene contrato con Comunales para la reinserción social de ellos. "El único trabajo que les buscan es ese".
Basurero en La Habana
A juicio de Hechavarría, los barrenderos se sienten atrapados en un espiral de abandono y sometimiento y lo peor no tienen a dónde acudir para pedir respaldo porque no reciben atención de la Empresa de Comunales y "el sindicato solo los llaman para cobrarle la cuota sindical".
Están “marcados” para siempre ante la sociedad. El juez los cita semanalmente para ver si se mantienen trabajando y analizar su conducta y si dejan el trabajo los sancionan.
“Son los parias", lamentó el comunicador quien señala que al pasado que los persigue se le suma que cada día hay menos empleos en el país y la gente no tiene dinero para poner un negocio. Todos se sienten desanimados y pesimistas, dijo.
El pueblo llama a estos condominios para miembros del Ministerio del Interior, los "Meliá-Minint" (foto Augusto San Martín)
El Centro de Estudios de la Economía Cubana, de la Universidad de La Habana ha planteado que en la capital, existe una elevada generación de desechos sólidos urbanos, con tendencia a un incremento en los años venideros, por el propio aumento de la población, el esperado crecimiento económico, el auge de la actividad comercial por cuenta propia, las construcciones, y el turismo nacional e internacional.
Pero, asegura Hechavarría, que esas labores de limpieza solo se ven en las "zonas bonitas y elegantes" de los repartos donde vive "gente importante y en los sitios que visitan los turistas".
Los repartos pobres, los barrios de Centro Habana y La Habana Vieja y las calles secundarias están insalubres, dijo.
Idolidia Darias estudió Lengua y Literatura en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela en Santa Clara, Villa Clara, Cuba. Es autora del libro “Escambray, la historia que el totalitarismo trató de sepultar” y coautora de “Cuba: desplazados y pueblos cautivos”. Es autora del blog lafronteratransparente.
