Cuando Ud. visita las playas de Copacabana, Leblon e Ipanema en Rio de Janeiro los fines de semana, podrá observar una multitud de miles de personas tomando el sol en la arena, jugando voleibol o simplemente admirando las esculturales muchachas cariocas.
Lo que verá muy poco es a personas nadando en estas playas del Atlántico Sur. La razón de que permanezcan fuera del agua es que conocen de la tremenda contaminación de las mismas ya que desde hace muchos años son el vertedero de las aguas negras de esta urbe sudamericana.
A dos años y medio de que comiencen los Juegos Olímpicos en Río, una investigación de The Associated Press reveló que casi el 70% del agua enviada al drenaje no se trata y se deposita en playas como Copacabana e Ipanema, y la Bahía de Guanabara. Algunas federaciones deportivas dijeron que revisarán los trabajos de saneamiento de las aguas contaminadas que rodean a Río de Janeiro para prevenir riesgos de salud para los atletas en los Juegos Olímpicos de 2016.
En esas aguas se realizarán varias actividades de los Olímpicos y los Paralímpicos. El Comité Organizador de los Juegos está bajo presión del Comité Olímpico Internacional para acelerar la construcción de las instalaciones.
El tratamiento del agua puede retrasar los preparativos ya que se deberán invertir unos 15.000 millones de dólares en recursos públicos y privados. Ese tratamiento es una obligación contraída por el Comité Organizador, en los documentos para conseguir ser la sede de los juegos, los organizadores de Río prometieron erradicar la contaminación producto de décadas de negligencia y planeación deficiente.
La federación internacional de deportes acuáticos (FINA) dijo el viernes que comité médico revisará las condiciones del agua antes del inicio de las competencias. "Se hará una prueba con algunos meses de anticipación, en las mismas aguas y en las mismas condiciones", dijo la FINA en un comunicado enviado a The Associated Press.
"En esta oportunidad, el comité organizador de Río debe presentar un certificado de calidad del agua de acuerdo con la ley brasileña". La prueba de maratón de nado de la FINA se realizará en Copacabana. En esas aguas también se realizará la porción de nado del triatlón. La información que obtuvo la AP indica que hace tres semanas la presencia de bacterias fecales coliformes en Copacabana rebasaba en 16 veces los niveles que el gobierno brasileño considera satisfactorios.
El mayor problema se presenta en la Bahía de Guanabara, donde se realizarán las pruebas de vela. La bahía se ha convertido en un basurero donde pocos residentes locales se atreven a nadar.
"Por supuesto que estamos preocupados y hemos discutido ese tema con el comité organizador", dijo Jerome Pels, director de la federación internacional de deportes de vela, la ISAF. "Sabemos con la información que no dan quienes entrenan ahí, con la simple vista del agua, que hay preocupaciones. Lo tenemos en el radar".
Carlos Minc, secretario del medio ambiente del estado de Río de Janeiro, reconoció que la bahía es contaminada desde hace años. El comité organizador aún no ha anunciado cuál será su presupuesto ya que siguen las negociaciones en torno a cuánto pagará cada nivel del gobierno. "Río 2016 garantiza sin duda alguna que ningún atleta, autoridad o integrante de la familia olímpica estará en riesgo", dijeron los organizadores en un comunicado enviado a la AP. "La salud y el bienestar de los deportistas son nuestra mayor prioridad".
Lo que verá muy poco es a personas nadando en estas playas del Atlántico Sur. La razón de que permanezcan fuera del agua es que conocen de la tremenda contaminación de las mismas ya que desde hace muchos años son el vertedero de las aguas negras de esta urbe sudamericana.
A dos años y medio de que comiencen los Juegos Olímpicos en Río, una investigación de The Associated Press reveló que casi el 70% del agua enviada al drenaje no se trata y se deposita en playas como Copacabana e Ipanema, y la Bahía de Guanabara. Algunas federaciones deportivas dijeron que revisarán los trabajos de saneamiento de las aguas contaminadas que rodean a Río de Janeiro para prevenir riesgos de salud para los atletas en los Juegos Olímpicos de 2016.
En esas aguas se realizarán varias actividades de los Olímpicos y los Paralímpicos. El Comité Organizador de los Juegos está bajo presión del Comité Olímpico Internacional para acelerar la construcción de las instalaciones.
El tratamiento del agua puede retrasar los preparativos ya que se deberán invertir unos 15.000 millones de dólares en recursos públicos y privados. Ese tratamiento es una obligación contraída por el Comité Organizador, en los documentos para conseguir ser la sede de los juegos, los organizadores de Río prometieron erradicar la contaminación producto de décadas de negligencia y planeación deficiente.
La federación internacional de deportes acuáticos (FINA) dijo el viernes que comité médico revisará las condiciones del agua antes del inicio de las competencias. "Se hará una prueba con algunos meses de anticipación, en las mismas aguas y en las mismas condiciones", dijo la FINA en un comunicado enviado a The Associated Press.
"En esta oportunidad, el comité organizador de Río debe presentar un certificado de calidad del agua de acuerdo con la ley brasileña". La prueba de maratón de nado de la FINA se realizará en Copacabana. En esas aguas también se realizará la porción de nado del triatlón. La información que obtuvo la AP indica que hace tres semanas la presencia de bacterias fecales coliformes en Copacabana rebasaba en 16 veces los niveles que el gobierno brasileño considera satisfactorios.
El mayor problema se presenta en la Bahía de Guanabara, donde se realizarán las pruebas de vela. La bahía se ha convertido en un basurero donde pocos residentes locales se atreven a nadar.
"Por supuesto que estamos preocupados y hemos discutido ese tema con el comité organizador", dijo Jerome Pels, director de la federación internacional de deportes de vela, la ISAF. "Sabemos con la información que no dan quienes entrenan ahí, con la simple vista del agua, que hay preocupaciones. Lo tenemos en el radar".
Carlos Minc, secretario del medio ambiente del estado de Río de Janeiro, reconoció que la bahía es contaminada desde hace años. El comité organizador aún no ha anunciado cuál será su presupuesto ya que siguen las negociaciones en torno a cuánto pagará cada nivel del gobierno. "Río 2016 garantiza sin duda alguna que ningún atleta, autoridad o integrante de la familia olímpica estará en riesgo", dijeron los organizadores en un comunicado enviado a la AP. "La salud y el bienestar de los deportistas son nuestra mayor prioridad".