Un juez penal colombiano ordenó la prisión preventiva de dos hombres por la muerte de dos migrantes cubanos que habían llegado al país con la intención de seguir su camino hacia Estados Unidos.
Johan Estiven Carreazo y Carlos Emilio Ibargüen fueron asegurados por un juzgado del puerto caribeño de Turbo por su presunta responsabilidad en los delitos de acceso carnal violento, feminicidio, homicidio agravado, tortura y tráfico de migrantes.
De acuerdo con un comunicado de prensa de la Fiscalía General, el 8 de septiembre los cubanos Edelvis Martínez Aguilar y un amigo suyo fueron asesinados con un arma blancacuando pretendían llegar a Panamá.
El cubano Liober Santos Corria, de 33 años y novio de Martínez Aguilar, dijo a las autoridades que eran guiados por "coyotes" que a cambio de 1.500 dólares cada uno les habían prometido ayuda y documentación para salir de Colombia con destino a Centroamérica.
Cuando iban por una ciénaga dos delincuentes les pidieron más dinero pero como no tenían los despojaron de sus pertenencias y abusaron de la mujer. Luego la asesinaron causándole heridas en el cuello y estómago. El amigo -que no fue identificado- también fue asesinado y Santos Corria logró huir.
Tras recibir la denuncia las autoridades se dirigieron a la ciénaga y allí encontraron los cadáveres amarrados a un tronco y sumergidos en el río.
El sábado las autoridades encontraron en poder de los acusados las pertenencias de las víctimas y 100 dólares. Ninguno de los sujetos aceptó los cargos formulados por la Fiscalía.
La Fiscalía colombiana inició los trámites con la cancillería cubana para lograr la plena identificación de las víctimas y transportar los cadáveres a la isla.
Poco más de un mes atrás se presentó una emergencia en Turbo como consecuencia de la presencia de varios centenares de migrantes cubanos, quienes finalmente optaron por pedir la deportación voluntaria o internarse en la selva ubicada en la frontera con Panamá.
