Al caminar por las calles de Brighton Beach, Brooklyn, Queens y otras zonas de la ciudad de Nueva York, es probable que se vean pancartas en ruso e inglés, junto con mucho apoyo a Ucrania, informa ShareAmerica, plataforma del Departamento de Estado.
La ciudad de Nueva York alberga a 600.000 inmigrantes de habla rusa, la mayor cantidad de todas las ciudades de Estados Unidos. Y muchos de ellos aquí, al igual que otros en comunidades de todo Estados Unidos, están horrorizados por lo que ven que ocurre en Ucrania.
Alexander Korzun, que organizó una manifestación a finales de marzo en Brighton Beach, declaró al periódico Brooklyn Paper: “Como rusos queremos expresar que nos oponemos firmemente a esta guerra, que condenamos la agresión de Putin y a los que apoyan esta guerra. Y que estamos con Ucrania”.
Muchos habitantes de Brighton Beach y otros vecindarios abandonaron la Unión Soviética a partir de la década de 1970 y llegaron a la zona urbana de Nueva York, huyendo de la persecución religiosa y política y en busca de nuevas oportunidades económicas.
Leonid Pevzner, residente de hace mucho tiempo, dijo al diario The Washington Post que llegó a Brighton Beach hace 30 años. “No me gustaba la dirección de la economía rusa y necesitaba encontrar una oportunidad para trabajar”. En la actualidad, Pevzner opera la farmacia Brighton Care ubicada a unas cuantas calles de la playa, mantiene a su familia y, como muchos otros residentes, se mantiene en contacto con sus familiares y amigos en Rusia.
Durante décadas miles se asentaron en Brighton Beach, donde pudieron acomodarse en una comunidad diversa, compartiendo culturas y tradiciones procedentes de todas las regiones de la antigua Unión Soviética. Con un importante porcentaje de la población inmigrante procedente de la República Soviética de Ucrania, el vecindario recibió el sobrenombre de “Pequeña Odesa”, en relación a la ciudad portuaria ucraniana en el mar Negro.
A medida que el vecindario crecía comenzó a ser considerado un hogar. Los restaurantes rusos y ucranianos, las panaderías georgianas, las iglesias ortodoxas y los mercados internacionales que ofrecían comida casera y productos importados aparecieron en las esquinas de las calles.
Muchos también llegaron al área de la ciudad de Nueva York sabiendo que ahí encontrarían una comunidad y estabilidad junto a otras personas de habla rusa, ucraniana, uzbeca y georgiana, además de otros idiomas de las antiguas repúblicas soviéticas.
En la era soviética el ruso era el idioma principal en las 15 repúblicas de la Unión Soviética, como imponía Moscú, mientras muchos hablaban en su país uno de los más de 120 idiomas nativos que tenía la Unión Soviética. Aún hoy en día menos de un cuarto de los habitantes de Brighton Beach nacieron en Estados Unidos, y cada año miles siguen emigrando de Rusia y naciones circundantes hacia Estados Unidos.