El Congreso de los Diputados de España aprobó una iniciativa que alerta de que aún no existen “signos favorables” en el reconocimiento de los Derechos Humanos y las libertades en Cuba, si bien sigue apoyando el acuerdo de los países de la UE para negociar con la Habana un acuerdo de diálogo y cooperación.
En su Comisión de Asuntos Exteriores debatió una proposición no de ley que había sido presentada por los partidos UPN y CiU con dos apartados, que se votaron por separado para facilitar el apoyo de los socialistas a uno de los puntos, que consiguió pactar con el Partido Popular.
El acuerdo se produjo en el segundo de los apartados, cuya redacción había sido previamente acordada entre el PP y el PSOE, y que actualiza la iniciativa tras el acuerdo de la UE el pasado 10 de febrero por el que se autoriza a la Comisión Europea a iniciar los trabajos para negociar un acuerdo de diálogo político y cooperación con la isla.
En él, además de saludar el acuerdo de la UE, el Congreso "manifiesta su completa disposición para, si es necesario y fuera requerido, colaborar en el desarrollo" de esas negociaciones, "incidiendo" en "la aplicación de las cláusulas democráticas que garanticen el respeto a los Derechos Humanos y las libertades individuales y colectivas, incluso la libertad de sindicación, para hacer posible así la reconciliación nacional y lograr mejoras en el ámbito de cooperación al desarrollo y en el nivel de vida del pueblo cubano".
El diputado del PP Teófilo de Luis anunció además su intención de pedir una cita con la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton, para que el Congreso realice un seguimiento de las negociaciones con La Habana. La Posición Común de la UE hacia Cuba que impulsó José María Aznar en 1999 y que condiciona la relación con la isla a que se produzcan avances en democracia y derechos humanos permanecerá vigente mientras duren las negociaciones, en cualquier caso.
Este punto fue aprobado por la práctica totalidad de los grupos parlamentarios españoles (PP, PSOE, UPyD, CiU y el Grupo Mixto), salvo el del diputado de IU Joan Josep Nuet, que argumentó que Cuba es un país en el que los Derechos Humanos "gozan de aspectos muy avanzados", en particular en los ámbitos educativo y sanitario, al tiempo que sufre ell "bloqueo criminal" de EEUU.
Sin embargo, el primer punto de este texto fue rechazado tanto por el PSOE como por IU. Éste señalaba que "tras reuniones mantenidas con representantes significativos de la oposición democrática" cubana, "no se advierten signos favorables al reconocimiento de los derechos humanos y de las libertades individuales y colectivas en aquel país". El resto de los partidos, en cambio, sí votaron a favor.
El diputado socialista Francisco González Cabañas justificó el rechazo de su grupo en que la llamada oposición democrática al régimen castrista es sólo una voz más a tener en cuenta.
Los representantes de los partidos que promovieron la iniciativa mostraron sus impresiones una vez fue aprobada. Para Irene Lozano, de UPyD, su grupo respalda los dos puntos de la proposición pero eso no equivale a que apoyen el resultado que salga de las negociaciones entre la UE y La Habana. Antoni Picó, de CiU, por su parte sostuvo que "en pleno siglo XXI no se puede negar" a los ciudadanos el derecho fundamental de poder vivir en sistemas democráticos.
En su Comisión de Asuntos Exteriores debatió una proposición no de ley que había sido presentada por los partidos UPN y CiU con dos apartados, que se votaron por separado para facilitar el apoyo de los socialistas a uno de los puntos, que consiguió pactar con el Partido Popular.
El acuerdo se produjo en el segundo de los apartados, cuya redacción había sido previamente acordada entre el PP y el PSOE, y que actualiza la iniciativa tras el acuerdo de la UE el pasado 10 de febrero por el que se autoriza a la Comisión Europea a iniciar los trabajos para negociar un acuerdo de diálogo político y cooperación con la isla.
En él, además de saludar el acuerdo de la UE, el Congreso "manifiesta su completa disposición para, si es necesario y fuera requerido, colaborar en el desarrollo" de esas negociaciones, "incidiendo" en "la aplicación de las cláusulas democráticas que garanticen el respeto a los Derechos Humanos y las libertades individuales y colectivas, incluso la libertad de sindicación, para hacer posible así la reconciliación nacional y lograr mejoras en el ámbito de cooperación al desarrollo y en el nivel de vida del pueblo cubano".
El diputado del PP Teófilo de Luis anunció además su intención de pedir una cita con la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton, para que el Congreso realice un seguimiento de las negociaciones con La Habana. La Posición Común de la UE hacia Cuba que impulsó José María Aznar en 1999 y que condiciona la relación con la isla a que se produzcan avances en democracia y derechos humanos permanecerá vigente mientras duren las negociaciones, en cualquier caso.
Este punto fue aprobado por la práctica totalidad de los grupos parlamentarios españoles (PP, PSOE, UPyD, CiU y el Grupo Mixto), salvo el del diputado de IU Joan Josep Nuet, que argumentó que Cuba es un país en el que los Derechos Humanos "gozan de aspectos muy avanzados", en particular en los ámbitos educativo y sanitario, al tiempo que sufre ell "bloqueo criminal" de EEUU.
PSOE e IU cuestionan la oposición democrática en Cuba
Sin embargo, el primer punto de este texto fue rechazado tanto por el PSOE como por IU. Éste señalaba que "tras reuniones mantenidas con representantes significativos de la oposición democrática" cubana, "no se advierten signos favorables al reconocimiento de los derechos humanos y de las libertades individuales y colectivas en aquel país". El resto de los partidos, en cambio, sí votaron a favor.
El diputado socialista Francisco González Cabañas justificó el rechazo de su grupo en que la llamada oposición democrática al régimen castrista es sólo una voz más a tener en cuenta.
Los representantes de los partidos que promovieron la iniciativa mostraron sus impresiones una vez fue aprobada. Para Irene Lozano, de UPyD, su grupo respalda los dos puntos de la proposición pero eso no equivale a que apoyen el resultado que salga de las negociaciones entre la UE y La Habana. Antoni Picó, de CiU, por su parte sostuvo que "en pleno siglo XXI no se puede negar" a los ciudadanos el derecho fundamental de poder vivir en sistemas democráticos.