La vida de Ernesto Borges Pérez, quien inició una huelga de hambre el pasado 6 de enero, corre peligro pues se encuentra recluido entre presos comunes violentos, asegura su padre, el disidente cubano Raúl Borges, tras una visita de 20 minutos este martes a su hijo en el lugar donde se encuentra confinado.
Ernesto Borges reclama la atención médica que no recibe desde el mes de noviembre, a pesar de ser asmático crónico, entre otras enfermedades; también el derecho a sus 30 minutos de llamada telefónica semanal y además, la libertad de la opositora Ivonne Malleza y su esposo Ignacio Martínez, presos por manifestarse contra el gobierno públicamente en el Parque de la Fraternidad.
A diferencia de otros casos de huelga de hambre, Borges fue traslado a una compañía junto a 30 presos comunes condenados por delitos violentos.
Borges insiste en que el haber denunciado anticipadamente que la entrada al Hospital Calixto García de la líder de las Damas de Blanco Laura Pollán, significaría su muerte a manos de la Seguridad del Estado, le ha costado este castigo.