Desde el Palacio de la Revolución y rodeado de ministros y dirigentes, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel reconoció que Cuba atraviesa una crisis "coyuntural" que afecta el transporte y otras áreas fundamentales de la economía cubana, algo que vienen denunciando los cubanos desde hace algún tiempo.
Cuba ha dejado de recibir petróleo este martes y no recibirá otra entrega hasta la segunda quincena del mes, anunció Díaz-Canel la noche del miércoles en el espacio informativo Mesa Redonda de la Televisión Cubana.
Una vez que llegue el cargamento, el Gobierno dispuso medidas de ajuste para hacer rendir el combustible lo más posible. De manera que priorizará la distribución de alimentos y otros bienes primarios de consumo, así como el transporte de pasajeros.
Díaz-Canel enfatizó que la actual situación no se debe a una mala gestión de su gobierno y culpó a la Administración Trump de "tratar de impedir la llegada de combustible" a la isla y actuar con mayor agresividad hacia Cuba. Así mismo, dijo que Estados Unidos tiene un "plan genocida" para
reducir la "calidad de vida y el progreso" con el fin de provocar un "estallido social".
¿Qué impacto tendrá la crisis energética?
- Se paralizan las producciones no esenciales e inversiones de alto consumo energético. "Se ha definido qué inversiones continuarán y cuáles se
desplazarán"
- Se reducirán los niveles de actividad en algunos sectores
- Cambian los horarios de ciertas actividades industriales para evitar los "horarios pico" de consumo energético y no programar apagones
- Se reducen las frecuencias en el transporte ferroviario
- Se reducen a un solo servicio diario las rutas entre La Habana y las capitales de provincia.
- Se volverá a “usar la tracción animal, en todas las actividades que resulte factible”
- En caso de haber apagones, se publicará un listado con los horarios y cortes eléctricos programados.
"Se pueden provocar situaciones con determinada tensión en la distribución de algunos productos, porque dependen del transporte de carga que se mueve con diésel, en el transporte obrero y público que de hecho la tenemos en estos días, en la generación eléctrica que estamos tratando de tomar medidas”, reconoció el sustituto de Raúl Castro, quien a la vez trató de calmar la angustia que provoca en la población el temor de que se repita otra profunda crisis económica como la de la década del 90.
"No estamos en periodo especial", sentenció.
También insistió en que no habrá problemas con la comida porque "al país están llegando barcos con alimentos".
