El diario The Washington Post menciona este viernes que el experimento en Cuba del correo electrónico en los teléfonos móviles ha provocado caos. Afirma, que "en una isla donde la mayoría de las personas no tienen acceso a internet, la llegada del servicio de correo electrónico móvil fue acogida con alegría", pero cuando miles de cubanos comenzaron a enviar mensajes por esa vía en marzo "como locos", el servicio falló.
Problemas en la red
Las viejas torres telefónicas que posee la isla resultaron saturadas por el enorme flujo de mensajes recibidos. Los usuarios tenían que hacer ocho o nueve intentos para enviar correctamente un correo electrónico. Incluso las llamadas de voz para los no abonados se vieron interrumpidas a mitad de la conversación. Las personas afectadas dijeron que cuando recibían las llamadas parecía que los estaban llamando "desde el fondo del mar, mientras que los mensajes de texto corrientes llegaban con varios días de retraso o no se recibían".
El Gobierno de Cuba le echó la culpa al embargo estadounidense, que impide que la mayoría de las empresas norteamericanas le vendan productos al país caribeño. Pero los críticos del Gobierno dijeron que La Habana "estrangula deliberadamente el internet para detener la propagación de la disidencia".
Otros observadores ofrecieron una explicación menos política: un Gobierno desesperado por obtener moneda extranjera "está invirtiendo poco en mejoras de infraestructura", mientras extrae la mayor cantidad de ingresos posibles de los servicios de comunicaciones en gran parte pagados por parientes ricos de los cubanos en el extranjero.
Unas 100.000 personas, alrededor del 5 por ciento de los usuarios de telefonía móvil en Cuba, se suscribieron al servicio aunque costaba 50 veces más que cualquier plan en Estados Unidos, indicó The Washington Post.
Según Havana Consulting Group, con sede en Miami, Florida (EE.UU.), 54 por ciento de los pagos que se hacen a la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, S.A., ETECSA, provienen de los cubanos de la diáspora. La empresa cubana -indica el periódico estadounidense- ganó aproximadamente 500 millones de dólares el año pasado.
Problemas en la red
Las viejas torres telefónicas que posee la isla resultaron saturadas por el enorme flujo de mensajes recibidos. Los usuarios tenían que hacer ocho o nueve intentos para enviar correctamente un correo electrónico. Incluso las llamadas de voz para los no abonados se vieron interrumpidas a mitad de la conversación. Las personas afectadas dijeron que cuando recibían las llamadas parecía que los estaban llamando "desde el fondo del mar, mientras que los mensajes de texto corrientes llegaban con varios días de retraso o no se recibían".
El Gobierno de Cuba le echó la culpa al embargo estadounidense, que impide que la mayoría de las empresas norteamericanas le vendan productos al país caribeño. Pero los críticos del Gobierno dijeron que La Habana "estrangula deliberadamente el internet para detener la propagación de la disidencia".
Otros observadores ofrecieron una explicación menos política: un Gobierno desesperado por obtener moneda extranjera "está invirtiendo poco en mejoras de infraestructura", mientras extrae la mayor cantidad de ingresos posibles de los servicios de comunicaciones en gran parte pagados por parientes ricos de los cubanos en el extranjero.
Unas 100.000 personas, alrededor del 5 por ciento de los usuarios de telefonía móvil en Cuba, se suscribieron al servicio aunque costaba 50 veces más que cualquier plan en Estados Unidos, indicó The Washington Post.
Según Havana Consulting Group, con sede en Miami, Florida (EE.UU.), 54 por ciento de los pagos que se hacen a la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, S.A., ETECSA, provienen de los cubanos de la diáspora. La empresa cubana -indica el periódico estadounidense- ganó aproximadamente 500 millones de dólares el año pasado.