¿Es cierto que en Cuba han prohibido a los alumnos, padres y maestros ir a las escuelas sin una vestimenta adecuada?
Sí, es cierto, el ministerio de educación ha establecido que a las escuelas no se puede ir en camisetas, prendas sin mangas, pantalones cortos, chancletas o cualquier otra vestimenta que no sea equiparable al uniforme escolar en el caso de los estudiantes o a ropa formal en el caso de los adultos.
Igualmente establece que estas normas de vestimenta aplican tanto para el horario de clases como para las actividades extraclases que se realicen también en la escuela, y son de obligatorio cumplimiento tanto para los alumnos como para los maestros, trabajadores de la administración y padres o visitantes que lleguen a la escuela.
Las normas rigen dentro de los centros de estudio sus áreas aledañas y en cualquier otra actividad escolar que se realice en áreas o instalaciones ajenas a la escuela, pero no obligan a los implicados a mantener estas conductas en la vía pública o en otros lugares ajenos al centro de educación.
La regulación y exigencia de vestimenta formal es un fenómeno reciente que se viene extendiendo por dictámenes administrativos en diferentes centros u oficinas estatales de atención a la población y hasta en determinados centros recreativos, además de las escuelas.
Inclusive es una tendencia que se impone también en algunos negocios privados o de cuentapropistas. Varios restaurantes, bares y lugares de esparcimiento están exigiendo cierto nivel de etiqueta o de porte a sus clientes.
Es el rescate de una conducta anterior muy común en la sociedad civil cubana.
Son normas que siempre estuvieron vigentes en la sociedad cubana y que por una razón u otra dejaron de aplicarse fundamentalmente en los principios de los años 90 durante los momentos de la peor crisis económica vivida en el país, conocida como el periodo especial.
Sí, es cierto, el ministerio de educación ha establecido que a las escuelas no se puede ir en camisetas, prendas sin mangas, pantalones cortos, chancletas o cualquier otra vestimenta que no sea equiparable al uniforme escolar en el caso de los estudiantes o a ropa formal en el caso de los adultos.
Igualmente establece que estas normas de vestimenta aplican tanto para el horario de clases como para las actividades extraclases que se realicen también en la escuela, y son de obligatorio cumplimiento tanto para los alumnos como para los maestros, trabajadores de la administración y padres o visitantes que lleguen a la escuela.
Las normas rigen dentro de los centros de estudio sus áreas aledañas y en cualquier otra actividad escolar que se realice en áreas o instalaciones ajenas a la escuela, pero no obligan a los implicados a mantener estas conductas en la vía pública o en otros lugares ajenos al centro de educación.
La regulación y exigencia de vestimenta formal es un fenómeno reciente que se viene extendiendo por dictámenes administrativos en diferentes centros u oficinas estatales de atención a la población y hasta en determinados centros recreativos, además de las escuelas.
Inclusive es una tendencia que se impone también en algunos negocios privados o de cuentapropistas. Varios restaurantes, bares y lugares de esparcimiento están exigiendo cierto nivel de etiqueta o de porte a sus clientes.
Es el rescate de una conducta anterior muy común en la sociedad civil cubana.
Son normas que siempre estuvieron vigentes en la sociedad cubana y que por una razón u otra dejaron de aplicarse fundamentalmente en los principios de los años 90 durante los momentos de la peor crisis económica vivida en el país, conocida como el periodo especial.