¿De qué forma se autoriza la cooperativa privada para el campo de los servicios en Cuba?
El pasado 11 de diciembre entró en vigor el nuevo decreto ley que extenderá al sector privado la fórmula del cooperativismo, un tipo de gestión solo permitida hasta ahora en el sector agropecuario y en algún que otro sector de los servicios de transporte, peluquerías, barberías, restaurantes y cafeterías.
Esta es una primera etapa, de carácter experimental, en la que se prevé la creación de 230 cooperativas no agropecuarias en 47 actividades económicas.
La medida forma parte del plan de reformas anunciado por el gobierno, en lo que ellos identifican como actos para actualizar el modelo socialista y superar la grave crisis económica que atraviesa el país.
Pero en realidad son pequeñas medidas de corte capitalista que van introduciendo en el mercado nacional.
Implantar el sistema de cooperativas privadas responde a la incapacidad del estado socialista para garantizar estos servicios de forma estatal.
Las cooperativas vienen a llenar un hueco en el mercado de los servicios y a garantizar ingresos a las arcas del estado con el pago de impuestos y rentas.
El estado además pretende participar de forma activa en las operaciones de estas nuevas cooperativas como financista.
La nueva aprobación reconoce que las cooperativas tendrán tres posibilidades para financiarse.
La primera no da cabida a la participación del estado porque solo cuenta con el capital que aporte cada uno de sus socios, dinero que puede ser recibido del exterior, inclusive.
Pero en las otras dos posibilidades de financiamiento reconocido, el estado si participa activamente, ya sea mediante créditos bancarios o un fondo fideicomiso del presupuesto estatal..
El pasado 11 de diciembre entró en vigor el nuevo decreto ley que extenderá al sector privado la fórmula del cooperativismo, un tipo de gestión solo permitida hasta ahora en el sector agropecuario y en algún que otro sector de los servicios de transporte, peluquerías, barberías, restaurantes y cafeterías.
Esta es una primera etapa, de carácter experimental, en la que se prevé la creación de 230 cooperativas no agropecuarias en 47 actividades económicas.
La medida forma parte del plan de reformas anunciado por el gobierno, en lo que ellos identifican como actos para actualizar el modelo socialista y superar la grave crisis económica que atraviesa el país.
Pero en realidad son pequeñas medidas de corte capitalista que van introduciendo en el mercado nacional.
Implantar el sistema de cooperativas privadas responde a la incapacidad del estado socialista para garantizar estos servicios de forma estatal.
Las cooperativas vienen a llenar un hueco en el mercado de los servicios y a garantizar ingresos a las arcas del estado con el pago de impuestos y rentas.
El estado además pretende participar de forma activa en las operaciones de estas nuevas cooperativas como financista.
La nueva aprobación reconoce que las cooperativas tendrán tres posibilidades para financiarse.
La primera no da cabida a la participación del estado porque solo cuenta con el capital que aporte cada uno de sus socios, dinero que puede ser recibido del exterior, inclusive.
Pero en las otras dos posibilidades de financiamiento reconocido, el estado si participa activamente, ya sea mediante créditos bancarios o un fondo fideicomiso del presupuesto estatal..