¿Existe un mercado nacional de drogas en Cuba?
Sí existe un mercado nacional cubano para el consumo de drogas y es preocupante su crecimiento constante, en especial entre el sector más joven de la sociedad.
El tráfico de drogas en Cuba subsiste pese a las políticas de cero tolerancias desarrolladas por el gobierno en la última época.
Al igual que pasa en la mayoría de los países del mundo, en Cuba el consumo de drogas se mantiene reprimido por la acción estatal, pero se dispara tan pronto encuentra la forma y manera de acceder a los productos prohibidos.
La llegada del turismo internacional provocó la generalización a nivel nacional del consumo de drogas, una práctica que a pesar de sus altas y bajas, ha perdurado a lo largo de todos estos años.
La sociedad cubana ha cambiado y ya no contempla como un tabú social el consumo de drogas.
En los años 70 referirse a un mariguanero era asociar a alguien con la más baja calidad humana, solo comparable con los ladrones, los asesinos y los más peligrosos delincuentes.
Hoy sin embargo, un mariguanero es asociado con un tipo a la moda, abierto y sociable.
La edad de los consumidores es preocupante también porque cada vez son más jóvenes, es común que en la actualidad se traten casos de drogas en las escuelas secundarias básicas, donde se comienza a la temprana edad de 12 años.
Las políticas de educación social y prevención no están funcionando, pero lejos de enfrentar el problema, la autoridad cubana prefiere negarlo y esconderlo por razones políticas.
El fenómeno de la droga en Cuba es un monstruo que lejos de estar dormido, ha despertado y avanza cada vez más rápido a pesar de los controles y represiones oficiales.
Sí existe un mercado nacional cubano para el consumo de drogas y es preocupante su crecimiento constante, en especial entre el sector más joven de la sociedad.
El tráfico de drogas en Cuba subsiste pese a las políticas de cero tolerancias desarrolladas por el gobierno en la última época.
Al igual que pasa en la mayoría de los países del mundo, en Cuba el consumo de drogas se mantiene reprimido por la acción estatal, pero se dispara tan pronto encuentra la forma y manera de acceder a los productos prohibidos.
La llegada del turismo internacional provocó la generalización a nivel nacional del consumo de drogas, una práctica que a pesar de sus altas y bajas, ha perdurado a lo largo de todos estos años.
La sociedad cubana ha cambiado y ya no contempla como un tabú social el consumo de drogas.
En los años 70 referirse a un mariguanero era asociar a alguien con la más baja calidad humana, solo comparable con los ladrones, los asesinos y los más peligrosos delincuentes.
Hoy sin embargo, un mariguanero es asociado con un tipo a la moda, abierto y sociable.
La edad de los consumidores es preocupante también porque cada vez son más jóvenes, es común que en la actualidad se traten casos de drogas en las escuelas secundarias básicas, donde se comienza a la temprana edad de 12 años.
Las políticas de educación social y prevención no están funcionando, pero lejos de enfrentar el problema, la autoridad cubana prefiere negarlo y esconderlo por razones políticas.
El fenómeno de la droga en Cuba es un monstruo que lejos de estar dormido, ha despertado y avanza cada vez más rápido a pesar de los controles y represiones oficiales.