Desde el inicio del proceso se hace referencia a un carro que venía persiguiendo a Carromero al momento del accidente, incluso se dice que lo pudo haber chocado.
¿Por qué no se habla de este carro en el juicio?
Los comentarios sobre la presencia de un segundo auto en la escena del accidente siempre han sido presentados por personas que no participan directamente en el proceso judicial.
El acusado Ángel Carromero nunca ha declarado la presencia del segundo vehículo, tampoco lo hace el testigo Modig en su deposición escrita y en su declaración televisada.
Los familiares de Oswaldo Payá, al negarse a participar como testigos en el proceso, no pudieron presentar sus declaraciones sobre los referidos mensajes de textos, supuestamente enviados por el acusado y su acompañante.
Lamentablemente tampoco se han presentado copias de estos mensajes de texto y ningún testigo ha comparecido al tribunal o al proceso investigativo a declarar la presencia del referido vehículo en el lugar de los hechos.
Sobre la existencia de este segundo auto, que pudo hasta haber impactado el auto de Carromero, podemos decir que es muy probable que existiera, pero hasta el momento no es posible demostrarlo.
Traer a colación al juicio oral la existencia de este segundo auto, habría resultado resultar imposible de probarlo, habría desviado los esfuerzos de la defensa de la línea principal de este caso y de los hechos debidamente esclarecidos que pueden ayudar a Ángel Carromero a no enfrentar una sentencia injusta.
¿Por qué no se habla de este carro en el juicio?
Los comentarios sobre la presencia de un segundo auto en la escena del accidente siempre han sido presentados por personas que no participan directamente en el proceso judicial.
El acusado Ángel Carromero nunca ha declarado la presencia del segundo vehículo, tampoco lo hace el testigo Modig en su deposición escrita y en su declaración televisada.
Los familiares de Oswaldo Payá, al negarse a participar como testigos en el proceso, no pudieron presentar sus declaraciones sobre los referidos mensajes de textos, supuestamente enviados por el acusado y su acompañante.
Lamentablemente tampoco se han presentado copias de estos mensajes de texto y ningún testigo ha comparecido al tribunal o al proceso investigativo a declarar la presencia del referido vehículo en el lugar de los hechos.
Sobre la existencia de este segundo auto, que pudo hasta haber impactado el auto de Carromero, podemos decir que es muy probable que existiera, pero hasta el momento no es posible demostrarlo.
Traer a colación al juicio oral la existencia de este segundo auto, habría resultado resultar imposible de probarlo, habría desviado los esfuerzos de la defensa de la línea principal de este caso y de los hechos debidamente esclarecidos que pueden ayudar a Ángel Carromero a no enfrentar una sentencia injusta.