¿Es cierto que como parte de las reformas se ha comenzado a implantar la glasnost o transparencia en la prensa cubana?
Es muy temprano para clasificar como una política de glasnost o transparencia lo que actualmente sucede con la prensa cubana.
El noveno congreso de la organización oficialista unión de escritores y periodistas de Cuba acaba de culminar con un llamado a abandonar el secretismo y el triunfalismo que ha caracterizado a la prensa oficial cubana en los últimos 50 años.
Se ha reconocido también que el máximo responsable de esta mala prensa es el partido comunista y su control absoluto sobre todos los medios.
Sin dudas es una autocrítica inusual y un reconocimiento de los problemas que hoy convierten a la prensa cubana en una de las peores del mundo.
Es cierto que también han comenzado a tratarse temas complejos y prohibidos habitualmente en los medios de prensa oficiales como la fuga de talentos o el fracaso de los esquemas económicos en muchas empresas estatales.
Pero la prensa sigue siendo un monopolio del estado y un instrumento puramente político.
Es novedoso el nuevo tratamiento que se le da a la prensa en Cuba, es verdad que por primera vez en muchos años se critica el mal trabajo de los periodistas en la isla.
Pero de allí a que suceda una apertura y una modificación como la sucedida en la época de la perestroika en la Unión Soviética de los 80, dista mucho.
Es muy temprano para clasificar como una política de glasnost o transparencia lo que actualmente sucede con la prensa cubana.
El noveno congreso de la organización oficialista unión de escritores y periodistas de Cuba acaba de culminar con un llamado a abandonar el secretismo y el triunfalismo que ha caracterizado a la prensa oficial cubana en los últimos 50 años.
Se ha reconocido también que el máximo responsable de esta mala prensa es el partido comunista y su control absoluto sobre todos los medios.
Sin dudas es una autocrítica inusual y un reconocimiento de los problemas que hoy convierten a la prensa cubana en una de las peores del mundo.
Es cierto que también han comenzado a tratarse temas complejos y prohibidos habitualmente en los medios de prensa oficiales como la fuga de talentos o el fracaso de los esquemas económicos en muchas empresas estatales.
Pero la prensa sigue siendo un monopolio del estado y un instrumento puramente político.
Es novedoso el nuevo tratamiento que se le da a la prensa en Cuba, es verdad que por primera vez en muchos años se critica el mal trabajo de los periodistas en la isla.
Pero de allí a que suceda una apertura y una modificación como la sucedida en la época de la perestroika en la Unión Soviética de los 80, dista mucho.