El jefe de la policía estatal de Nuevo México dijo a la Associated Press que él personalmente pagaría el boleto de regreso de un fugitivo que está viviendo en Cuba y que es buscado por el asesinato de un policía estatal y huyó durante un secuestro de avión.
El jefe Pete Kassetas señaló que su agencia está trabajando con el FBI respecto al posible regreso de Charlie Hill para enfrentar cargos después de que Estados Unidos y Cuba restauraron relaciones diplomáticas formales.
"Estoy cautamente optimista de que él será extraditado de regreso a Estados Unidos", dijo Kassetas. "Espero tener suficiente dinero para pagar el boleto de Hill".
Hill es uno de varios de los fugitivos más buscados por Estados Unidos que se forjaron una vida nueva en Cuba después de huir de suelo estadounidense hace años y que ahora son objeto de una posible extradición por las relaciones restablecidas.
En las décadas de 1960 y 1970, decenas de aeronaves estadounidenses fueron secuestradas y llevadas hacia la isla comunista en el clímax de la Guerra Fría. Hill y otros fugitivos recibieron asilo político por parte del exgobernante Fidel Castro, y se convirtieron en protagonistas en el acercamiento de su gobierno a minorías estadounidenses y miembros de la izquierda de esta nación.
Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones diplomáticas el lunes y han iniciado negociaciones respecto a cooperación en materia judicial, pero éstas se encuentran en etapas bastante preliminares.
Funcionarios cubanos ha dicho claramente que no desean extraditar a ningún fugitivo como Hill, cuyos casos ellos consideran políticos porque involucran a militantes negros y latinos a quienes Castro ofreció asilo durante la Guerra Fría.
En otro caso en curso, el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie instó recientemente al gobierno del presidente Barack Obama a exigir la repatriación de una mujer que escapó hacia Cuba después de haber sido condenada en 1977 por matar a un policía estatal.
Joanne Chesimard, conocida ahora como Assata Shakur, ha vivido en la isla desde la década de 1980.
Hill huyó a la isla caribeña después de que las autoridades dijeron que él y otros dos hombres mataron al policía estatal de Nuevo México Robert Rosenbloom en 1971 después de una detención vial.
Huellas dactilares encontradas después del asesinato en un automóvil abandonado motivaron las órdenes de aprehensión emitidas contra Hill, Michael Finney y Ralph Goodwin, quienes tenían todos veintitantos años en ese entonces.
La policía dijo que el vehículo contenía varios materiales impresos, incluidos panfletos de la República de Nueva África, un movimiento negro nacionalista dedicado al establecimiento de una nación de raza negra separada en el sur de Estados Unidos.
Tres semanas después del asesinato de Rosenbloom, los hombres escaparon a una cacería extensa subiendo por una escalinata a un avión de Trans World Airlines en el aeropuerto de Albuquerque y secuestraron el aparato que tenía como destino Phoenix para dirigirlo a Cuba.
Finney y Goodwin fallecieron en Cuba. Hill, ahora de 65 años, dijo en abril a la cadena de televisión CNN que estaba considerando regresar a Estados Unidos porque extraña a su familia y comida como la tarta de zarzamora.
Cuando el presidente Obama tomaba medidas para descongelar las relaciones con Cuba, la gobernadora de Nuevo México Susana Martínez renovó en diciembre una solicitud por la extradición de Hill.
La mandataria estatal republicana ha buscado ayuda del Departamento de Estado y del Departamento de Justicia federales con respecto al pedido de extradición, señaló el jueves Mike Lonergan, vocero de Martínez.
Bill Richardson, un exgobernador, congresista y embajador, dijo que él buscó la extradición en negociaciones con Fidel Castro durante la década de 1980 pero que recibió evasivas.
Al senador Tom Udall, un demócrata de Nuevo México que recientemente encabezó una delegación de cuatro legisladores demócratas a Cuba, se le preguntó sobre los fugitivos que han encontrado refugio en la isla comunista. El senador mencionó el ejemplo de Hill y dijo que debería ser extraditado.