Estados Unidos afirmó el martes en Naciones Unidas que es uno de los principales socios comerciales de Cuba a pesar del embargo económico que mantiene contra el régimen militar isleño.
Durante 2011, Estados Unidos fue el origen de envíos, incluyendo paquetes con alimentos y medicinas, por valor de unos 2.000 millones de dólares, indicó el diplomático Ronald Godard en representación de Washington durante el debate sobre el embargo estadounidense a la isla caribeña que celebró este martes la Asamblea General de la ONU.
Agregó que parte de estas posibilidades existen gracias a las políticas del presidente Barack Obama.
Además, las empresas estadounidenses vendieron a Cuba durante el año pasado más de 300 millones de dólares en productos agrícolas, material sanitario y medicinas y material humanitario.
La intervención estadounidense se produjo justo antes de la votación, en la que la resolución de condena al embargo fue respaldada por 188 países y rechazada por tres (Estados Unidos, Israel y Palau). También hubo dos abstenciones: Islas Marshall y Micronesia.
Godard afirmó que la resolución de condena al embargo busca "un chivo expiatorio exterior a la mala situación económica" de la isla, de la que culpó a las políticas del régimen comunista durante los últimos cincuenta años.
Aadió que, a pesar de los cambios de los últimos años, Cuba tiene uno de los regímenes "más estrictos del mundo", sin libertad económica ni empresarial, ni de acceso a internet ni de expresión.
El gobierno de Estados Unidos "apoya firmemente" el deseo del pueblo cubano de lograr la libertad, pero el gobierno cubano "lo impide", aseguró Godard, quien dijo que en este proceso el embargo "es una de las herramientas" que usa Washington para promover el cambio en la isla.
El canciller castrista Bruno Rodríguez reclamó al presidente de Estados Unidos Barack Obama, que inicie una nueva política hacia Cuba en su segundo mandato con el cese del embargo, tras denunciar que en su primer mandato reforzó dichas medidas.
Rodríguez reconoció que las multas y sanciones durante la administración Obama a gobiernos y empresas extranjeras que cooperan y trabajan con La Habana suman más de 2.000 millones de dólares, y duplican los dos periodos de George W. Bush.
Además de la clásica retórica anual del gobierno de Cuba en la ONU sobre el embargo, La Habana reiteró su petición a Estados Unidos para que suspenda sus transmisiones a la isla.
Durante 2011, Estados Unidos fue el origen de envíos, incluyendo paquetes con alimentos y medicinas, por valor de unos 2.000 millones de dólares, indicó el diplomático Ronald Godard en representación de Washington durante el debate sobre el embargo estadounidense a la isla caribeña que celebró este martes la Asamblea General de la ONU.
Agregó que parte de estas posibilidades existen gracias a las políticas del presidente Barack Obama.
Además, las empresas estadounidenses vendieron a Cuba durante el año pasado más de 300 millones de dólares en productos agrícolas, material sanitario y medicinas y material humanitario.
La intervención estadounidense se produjo justo antes de la votación, en la que la resolución de condena al embargo fue respaldada por 188 países y rechazada por tres (Estados Unidos, Israel y Palau). También hubo dos abstenciones: Islas Marshall y Micronesia.
Godard afirmó que la resolución de condena al embargo busca "un chivo expiatorio exterior a la mala situación económica" de la isla, de la que culpó a las políticas del régimen comunista durante los últimos cincuenta años.
Aadió que, a pesar de los cambios de los últimos años, Cuba tiene uno de los regímenes "más estrictos del mundo", sin libertad económica ni empresarial, ni de acceso a internet ni de expresión.
El gobierno de Estados Unidos "apoya firmemente" el deseo del pueblo cubano de lograr la libertad, pero el gobierno cubano "lo impide", aseguró Godard, quien dijo que en este proceso el embargo "es una de las herramientas" que usa Washington para promover el cambio en la isla.
El canciller castrista Bruno Rodríguez reclamó al presidente de Estados Unidos Barack Obama, que inicie una nueva política hacia Cuba en su segundo mandato con el cese del embargo, tras denunciar que en su primer mandato reforzó dichas medidas.
Rodríguez reconoció que las multas y sanciones durante la administración Obama a gobiernos y empresas extranjeras que cooperan y trabajan con La Habana suman más de 2.000 millones de dólares, y duplican los dos periodos de George W. Bush.
Además de la clásica retórica anual del gobierno de Cuba en la ONU sobre el embargo, La Habana reiteró su petición a Estados Unidos para que suspenda sus transmisiones a la isla.