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Cuba recibe más dólares que nunca, aunque el gobierno no lo reporta


Un hombre muestra un peso convertible cubano y un dólar estadounidense frente a una oficina de la Western Union en La Habana.
Un hombre muestra un peso convertible cubano y un dólar estadounidense frente a una oficina de la Western Union en La Habana.

El gobierno considera su segunda industria al turismo, que en 2015 aportó cerca de dos mil seiscientos millones de dólares. Pero las remesas familiares lo supera claramente.

El viejo Chevrolet marrón de Gerardo es una especie de banco ambulante. Mucho antes de que la Western Union comenzara a girar dinero desde Estados Unidos hacia Cuba, en la Isla funcionaban decenas de pequeñas agencias privadas que te llevan el dinero hasta tu casa.

Cuando no se percibía el deshielo diplomático entre dos naciones vecinas, pero muy distantes en su relato político, durante aquella etapa que el barbudo Fidel Castro fue una pieza de ajedrez del comunismo soviético y con frecuencia arremetía desde una tribuna contra el ‘imperialismo yanqui y su sociedad de consumo’, ya el vetusto Chevrolet de Gerardo devoraba cientos de kilómetros en La Habana, Pinar del Río o Matanzas, entregando dólares enviados desde Miami a sus parientes pobres en Cuba.

los más de seis mil millones de dólares en concepto de remesas y pacotillas no son reportados públicamente por el régimen de La Habana.

Según Gerardo, el negocio de las remesas familiares comenzó poco después del 26 de julio de 1993, cuando el gobierno legalizó la moneda del enemigo. “Antes de esa fecha la tenencia de dólares era ilegal. En cuanto se legalizó el dólar, surgieron varias microagencias que hacían las veces de un banco”. La cantidad de dinero que se entrega en estos momentos no tiene nada que ver con aquella etapa, aclara Gerardo.

"A finales de los años 90, incluso hasta el 2004 o 2005, las remesas que se enviaban eran relativamente pequeñas. Cien dólares, como promedio, a veces doscientos o trescientos. Rara vez yo entregaba mil dólares o más. Ahora la cosa es alucinante. Tengo que dar rueda doce y trece horas diarias. Y a un solo cliente he llegado a entregar diez mil dólares o su equivalente en pesos convertibles. En un día malo, reparto no menos de doce mil dólares”.

El crecimiento de negocios familiares, la derogación de medidas restrictivas del gobierno de Barack Obama a la cantidad de dinero que se permitía girar hacia Cuba influyen en el chorro de dólares que cruza el Estrecho de la Florida y aterriza en la Isla.

Daniela trabaja hace diez años en una agencia privada. “En aquellos años, cuando solo se permitía girar 300 dólares trimestrales desde Estados Unidos, ya las agencias particulares enviaban cientos y miles de dólares a clientes radicados en Cuba”. En su opinión, estos pequeños bancos se manejan desde Miami.

“En La Pequeña Habana, Hialeah o Coral Gables existen múltiples agencias de enviar dinero o ropas. El procedimiento es sencillo: cuando a la persona le sitúan el dinero, me llaman de Miami y me dicen la cantidad que debo entregar. Suelo tener el teléfono del cliente para acordar la entrega a una hora determinada. Antes se entregaba el dinero en menos de veinticuatro horas, ahora, como son tantas las entregas, pueden demorar un poco más. Pero este negocio ha demostrado eficiencia, rapidez y seguridad”, apunta Daniela.

Noel, quien labora para una agencia que regenta un hermano suyo radicado en Tampa, aporta más datos. “Por cada entrega, el mensajero gana dos o tres pesos convertibles. Y en una jornada de trabajo puede hacer quince o hasta veinte entregas. También se entregan ropas, electrodomésticos y computadoras. La pacotilla demora de una semana a quince días, pues deben traerla mulas desde la Florida”.

Gerardo considera que la cifra récord de dólares por remesas familiares del año pasado, estimada en 3.354 millones de dólares, según un estudio de la consultora The Havana Consulting Group dirigida por Emilio Morales, puede ser conservador.

“Es probable que la cantidad de dinero sea mayor. Porque se puede cuantificar lo que se gira por Western Union o se hacen estimados de lo que traen los cubanos cuando visitan la Isla, pero hay un dinero en negro, como el que se gira por agencias privadas y otras vías, que es difícil de cuantificar”, acota Gerardo.

Solo entre 2008 y 2015, las remesas a Cuba crecieron en 1.907 millones de dólares, una media anual de 238 millones de dólares. “Un hecho sin precedentes en el mercado cubano desde que comenzara oficialmente el envío de remesas a la isla en 1993”, destacó Emilio Morales.

Morales atribuyó buena parte de ese crecimiento a la flexibilización de las “restricciones y limitaciones” del envío de remesas a la Isla, especialmente desde que se produjo el “acercamiento” entre

Cuba y Estados Unidos, bajo el mandato de Obama.

El experto subrayó que el “impacto ha sido tan grande en el mercado cubano” que éste se ha convertido en el de mayor crecimiento de Latinoamérica en este sector, con 3.129 millones de dólares en 2014 en recepción de remesas. Aunque aún está lejos de países como México, con 23.645 millones de dólares en remesas en 2014, Colombia (4.093 millones), República Dominicana (4.571 millones), Guatemala (5.544 millones), Honduras (3.353 millones) y El Salvador (4.217 millones).

De continuar esta tendencia de crecimiento, apuntó The Havana Consulting Group, Cuba pudiera superar en los próximos cinco años a Colombia, El Salvador y República Dominicana en la repatriación de remesas.

Otros factores que han actuado sobre el mercado de remesas son la “apertura del sector privado, con miles de pequeños negocios, en buena parte financiados por la diáspora cubana” y también por la “reforma migratoria que implementó el Gobierno cubano”.

Otro informe publicado en abril por la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, estimaba en 3.000 millones anuales las remesas familiares que reciben los cubanos solamente desde Estados Unidos.

La entidad no tiene en cuenta lo que The Havana Consulting Group llama “remesas en especie”, que añadirían alrededor de tres mil millones de dólares más. Sin embargo, los más de seis mil millones de dólares en concepto de remesas y pacotillas no son reportados públicamente por el régimen de La Habana.

La autocracia verde olivo reconoce como su primera industria la exportación de servicios profesionales, que aporta al erario estatal entre seis mil y ocho mil millones de dólares. Y considera su segunda industria al turismo, que en 2015 aportó cerca de dos mil seiscientos millones de dólares. Pero las remesas familiares lo supera claramente.

Osvaldo, economista, afirma que “en los próximos diez años, quizás antes, las remesas serán el mayor aportador de divisas al país. Es un dinero líquido, que de una forma u otra va a parar a la caja de caudales del gobierno. Y no se necesitan inversiones ni gastos para mantener funcionando esa industria. Tan simple como llamar por teléfono a un pariente y decirle que le gira cien dólares”.

Luego agencias privadas como las de Gerardo, Daniela o Noel te llevan el dinero hasta tu casa.

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    Iván García, desde La Habana

    Nació en La Habana, el 15 de agosto de 1965. En 1995 se inicia como periodista independiente en la agencia Cuba Press. Ha sido colaborador de Encuentro en la Red, la Revista Hispano Cubana y la web de la Sociedad Interamericana de Prensa. A partir del 28 de enero de 2009 empezó a escribir en Desde La Habana, su primer blog. Desde octubre de 2009 es colaborador del periódico El Mundo/América y desde febrero de 2011 también publica en Diario de Cuba.

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