El gobierno cubano reportó el viernes 49 nuevos casos de coronavirus en la isla después de haber examinado el jueves 1,298 muestras de pacientes “sospechosos”, lo que elevaría a 564 la cifra de confirmaciones de COVID-19 en Cuba.
La noche del jueves, el ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez, anunció en el programa Mesa Redonda la paralización total del transporte urbano en el país a partir de este sábado y la suspensión de las licencias a los trabajadores por cuenta propia que operan vehículos de transporte público.
El cierre incluye los ómnibus intermunicipales y rurales, prohibir que los vehículos de carga puedan usarse para transportar pasajeros, y la reducción a la mitad del número de personas que pueden viajar en los ómnibus con permisos especiales.
En el mismo espacio, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, anunció el cierre este viernes de los grandes centros comerciales de La Habana (Carlos III, Cuatro Caminos, La Puntilla y otros); limitar las ventas de los que permanecerán abiertos a alimentos y productos de higiene y aseo; la suspensión de la venta de bebidas alcohólicas, y que los centros gastronómicos cerrarán a las 8 de la noche.
En la conferencia de prensa del viernes, el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Dr. Francisco Durán, aseguró que la víspera no hubo ningún fallecido por COVID-19. El informe del jueves daba dos fechas de muerte diferentes para una de las personas reportadas como fallecidas, una habanera de 80 años que permanecía ingresada en el hospital capitalino Salvador Allende.
Reportó seis pacientes en estado crítico, cuatro de los cuales tienen más de 60 años (dos en Villa Clara, uno en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, uno en el hospital Naval Luis Díaz Soto, uno en el hospital Salvador Allende y otro en el hospital militar de Matanzas), y otros cuatro en estado grave.