La gente en Cuba “tiene pánico de que se corte el subsidio venezolano, de que se vea afectado por un cambio político” y a la vez piensa “que eso es lo que hace falta para acelerar el ritmo de las reformas”, dijo la bloguera cubana Yoani Sánchez.
En una entrevista con El Nacional a propósito de su gira internacional y que el diario venezolano publica este lunes, Sánchez indicó que la relación La Habana-Caracas es “muy oportunista, pero desafortunadamente así lo ha estructurado el Gobierno cubano”.
Refiriéndose a las reformas económicas en curso en la isla, la bloguera señaló que los ajustes “raulistas” van en la dirección correcta, hacia la apertura. “El problema es la velocidad y la profundidad. A este ritmo mis nietos tendrán Internet en 2025 y mis bisnietos derecho a la asociación en 2070”.
Según Sánchez, “uno de los grandes fracasos del sistema cubano es que no supo formar un relevo porque siempre hubo suspicacias con las generaciones más jóvenes (…) El poder cubano ha sido como un Saturno que se come a sus hijos. Han intentado preparar a un sustituto, el primer vicepresidente Miguel Díaz Canel, y hay que ver en los próximos meses y años cómo van a interactuar con él”.
La bloguera puso de relieve que “el oportunismo, la máscara y la simulación se han convertido en Cuba en técnicas de supervivencia. Entonces, a veces, los que se cuelgan la máscara dicen que sí, aplauden y aceptan, pero cuando se quedan solos te das cuenta de que no piensan como dicen públicamente y así mismo pasa en los estamentos del poder”.
Respecto a la reciente apertura por el gobierno de la isla de 118 locales públicos de Internet indicó que “se han dado pasos para flexibilizar la navegación por la red, pero los cubanos seguimos sin tener acceso domestico (…) Después, estos cibercafés públicos tienen censuradas algunas páginas de noticias sobre Cuba”.
Al termino de su gira dijo haberse dado cuenta de que mirando a Cuba desde la distancia se la ve como parada en el tiempo, como una postal en tonos sepias. “Me doy cuenta de que en Cuba nos han condenado a una parálisis tecnológica que es casi un genocidio informativo”, subrayó.
Sánchez dijo a El Nacional que su plan de fundar en la isla un periódico digital “más que un proyecto se ha convertido en una obsesión (…) Este país hay que reconstruirlo y yo quiero ayudar a ello desde la información. Ese es mi papel y lo tengo muy claro. Lo que pasa es que me ha tocado vivir en un momento en el que tengo un rol político, me guste o no”.
Ampliando sobre la interrogante de cómo ve su futuro, señaló que a ella le falta “cinismo para hacer política” y puso de relieve que en la Cuba que sueña “lo importante no serán las personas que estarán en el poder, esos serán meros administradores que durarán un tiempo limitado. Me parece que la prensa va a jugar un papel fundamental en la democratización y la reconstrucción del país”.
¿Tiene miedo a la cárcel?, fue la última pregunta que se le hizo en la entrevista. Su respuesta fue: “Todos los días tengo miedo porque en Cuba uno de los elementos más paralizantes de la represión es que no puedes encontrar una lógica, no sabes lo que puede pasarte. Uno tiene siempre la impresión de que mañana podría estar en prisión”.
En una entrevista con El Nacional a propósito de su gira internacional y que el diario venezolano publica este lunes, Sánchez indicó que la relación La Habana-Caracas es “muy oportunista, pero desafortunadamente así lo ha estructurado el Gobierno cubano”.
Refiriéndose a las reformas económicas en curso en la isla, la bloguera señaló que los ajustes “raulistas” van en la dirección correcta, hacia la apertura. “El problema es la velocidad y la profundidad. A este ritmo mis nietos tendrán Internet en 2025 y mis bisnietos derecho a la asociación en 2070”.
Según Sánchez, “uno de los grandes fracasos del sistema cubano es que no supo formar un relevo porque siempre hubo suspicacias con las generaciones más jóvenes (…) El poder cubano ha sido como un Saturno que se come a sus hijos. Han intentado preparar a un sustituto, el primer vicepresidente Miguel Díaz Canel, y hay que ver en los próximos meses y años cómo van a interactuar con él”.
La bloguera puso de relieve que “el oportunismo, la máscara y la simulación se han convertido en Cuba en técnicas de supervivencia. Entonces, a veces, los que se cuelgan la máscara dicen que sí, aplauden y aceptan, pero cuando se quedan solos te das cuenta de que no piensan como dicen públicamente y así mismo pasa en los estamentos del poder”.
Respecto a la reciente apertura por el gobierno de la isla de 118 locales públicos de Internet indicó que “se han dado pasos para flexibilizar la navegación por la red, pero los cubanos seguimos sin tener acceso domestico (…) Después, estos cibercafés públicos tienen censuradas algunas páginas de noticias sobre Cuba”.
Al termino de su gira dijo haberse dado cuenta de que mirando a Cuba desde la distancia se la ve como parada en el tiempo, como una postal en tonos sepias. “Me doy cuenta de que en Cuba nos han condenado a una parálisis tecnológica que es casi un genocidio informativo”, subrayó.
Sánchez dijo a El Nacional que su plan de fundar en la isla un periódico digital “más que un proyecto se ha convertido en una obsesión (…) Este país hay que reconstruirlo y yo quiero ayudar a ello desde la información. Ese es mi papel y lo tengo muy claro. Lo que pasa es que me ha tocado vivir en un momento en el que tengo un rol político, me guste o no”.
Ampliando sobre la interrogante de cómo ve su futuro, señaló que a ella le falta “cinismo para hacer política” y puso de relieve que en la Cuba que sueña “lo importante no serán las personas que estarán en el poder, esos serán meros administradores que durarán un tiempo limitado. Me parece que la prensa va a jugar un papel fundamental en la democratización y la reconstrucción del país”.
¿Tiene miedo a la cárcel?, fue la última pregunta que se le hizo en la entrevista. Su respuesta fue: “Todos los días tengo miedo porque en Cuba uno de los elementos más paralizantes de la represión es que no puedes encontrar una lógica, no sabes lo que puede pasarte. Uno tiene siempre la impresión de que mañana podría estar en prisión”.
