La Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés) asume un nuevo enfoque en su esfuerzo por atrapar a los tramposos. Efectúa investigaciones y recoge datos en vez de depender de las muestras de sangre y orina que resultaron infructuosas con Lance Armstrong, que pese a doparse nunca falló un examen de dopaje.
Se han propuesto una serie de cambios al Código Mundial Antidopaje y serán sometidos a votación en la Conferencia Mundial sobre Dopaje en el Deporte. La conferencia tendrá lugar la semana próxima en Johannesburgo África del Sur.
El nuevo código con los cambios entraría en vigencia el 1 de enero del 2015, y tendría efecto en los Juegos Olímpicos del 2016 en Río de Janeiro.
"Tenemos un presupuesto que ni siquiera iguala el salario de Wayne Rooney en Manchester United", dijo el director general de la WADA, David Howman, a The Associated Press. "Creo que lo que hay que hacer es decir '¿Cómo se puede estirar ese dinero para deshacerse de las manzanas podridas?'"
Como disuasivo más contundente, la WADA propondrá duplicar la prohibición para las trasgresiones más graves de dos a cuatro años, lo que significa que los tramposos por lo menos se perderán unos Juegos Olímpicos.
La medida parece tener aprobación generalizada. Aunque las reglas actuales permiten suspensiones por cuatro años en casos con agravantes, las sanciones más severas rara vez se aplican y la mayoría de las federaciones se atienen a la penalidad de dos años.
Una regla anterior del COI que marginaba a los que se dopaban de los Juegos Olímpicos siguientes fue invalidada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (el TAS). La WADA consultó entonces a un juez del Tribunal de Derechos Humanos para asegurarse de que la propuesta sanción de cuatro años resistiría los cuestionamientos legales.
El nuevo presidente del COI, Thomas Bach, que asistirá a la conferencia, ha dicho que tendrá "tolerancia cero" con el dopaje.
"No veo que no sea aceptada", conjeturó el director ejecutivo de la organización antidopaje británica, Andy Parkinson.
Se han propuesto una serie de cambios al Código Mundial Antidopaje y serán sometidos a votación en la Conferencia Mundial sobre Dopaje en el Deporte. La conferencia tendrá lugar la semana próxima en Johannesburgo África del Sur.
El nuevo código con los cambios entraría en vigencia el 1 de enero del 2015, y tendría efecto en los Juegos Olímpicos del 2016 en Río de Janeiro.
"Tenemos un presupuesto que ni siquiera iguala el salario de Wayne Rooney en Manchester United", dijo el director general de la WADA, David Howman, a The Associated Press. "Creo que lo que hay que hacer es decir '¿Cómo se puede estirar ese dinero para deshacerse de las manzanas podridas?'"
Como disuasivo más contundente, la WADA propondrá duplicar la prohibición para las trasgresiones más graves de dos a cuatro años, lo que significa que los tramposos por lo menos se perderán unos Juegos Olímpicos.
La medida parece tener aprobación generalizada. Aunque las reglas actuales permiten suspensiones por cuatro años en casos con agravantes, las sanciones más severas rara vez se aplican y la mayoría de las federaciones se atienen a la penalidad de dos años.
Una regla anterior del COI que marginaba a los que se dopaban de los Juegos Olímpicos siguientes fue invalidada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (el TAS). La WADA consultó entonces a un juez del Tribunal de Derechos Humanos para asegurarse de que la propuesta sanción de cuatro años resistiría los cuestionamientos legales.
El nuevo presidente del COI, Thomas Bach, que asistirá a la conferencia, ha dicho que tendrá "tolerancia cero" con el dopaje.
"No veo que no sea aceptada", conjeturó el director ejecutivo de la organización antidopaje británica, Andy Parkinson.