Argentina-México, que se miden el martes en Abu Dabi (13h00 GMT) en la primera semifinal de Emiratos-2013 con pronóstico cerrado, y Nigeria-Suecia, que chocan ese mismo día en Dubái (16h00 GMT) con favoritismo de los africanos, definen los dos finalistas del Mundial Sub-17.
Argentina desafía al defensor del título México en busca de su primera final de un Mundial Sub-17, en una semifinal apasionante entre dos campeones regionales con filosofía de juego diferente pero sueños compartidos.
La Albiceleste de Humberto Grondona llega invicta: empate 1-1 ante Irán y victorias ante Austria (3-2), Canadá (3-0), Túnez (3-1) en octavos y el campeón africano Costa de Marfil (2-1) en cuartos.
Por su parte, el Tri de Raúl Gutiérrez sufrió en su debut ante Nigeria (1-6), pero después se recuperó con triunfos 3-1 a Irak, 1-0 a Suecia, 2-0 a Italia en octavos y 11-10 por penales a Brasil tras 1-1 en los 90 minutos, en una especie de final anticipada en cuartos.
Argentina logró sus resultados con un fútbol esquemático, efectivo, con poco vuelo, mientras que México lo hizo durmiendo a sus rivales con la posesión de pelota y castigando en momentos claves.
El equipo argentino, tres veces bronce, deberá ganar por primera vez una semifinal en su quinto intento, frente a un rival que las dos veces anteriores que llegó a semis, acabó con el título, en Perú-2005 y México-2011.
Argentina desafía al defensor del título México en busca de su primera final de un Mundial Sub-17, en una semifinal apasionante entre dos campeones regionales con filosofía de juego diferente pero sueños compartidos.
La Albiceleste de Humberto Grondona llega invicta: empate 1-1 ante Irán y victorias ante Austria (3-2), Canadá (3-0), Túnez (3-1) en octavos y el campeón africano Costa de Marfil (2-1) en cuartos.
Por su parte, el Tri de Raúl Gutiérrez sufrió en su debut ante Nigeria (1-6), pero después se recuperó con triunfos 3-1 a Irak, 1-0 a Suecia, 2-0 a Italia en octavos y 11-10 por penales a Brasil tras 1-1 en los 90 minutos, en una especie de final anticipada en cuartos.
Argentina logró sus resultados con un fútbol esquemático, efectivo, con poco vuelo, mientras que México lo hizo durmiendo a sus rivales con la posesión de pelota y castigando en momentos claves.
El equipo argentino, tres veces bronce, deberá ganar por primera vez una semifinal en su quinto intento, frente a un rival que las dos veces anteriores que llegó a semis, acabó con el título, en Perú-2005 y México-2011.