La ciudad alemana de Múnich ha sido escenario de la proclamación de varios púgiles cubanos a nivel amateur, entre ellos coronas olímpicas para Emilio Correa y Teófilo Stevenson y metales dorados en campeonatos mundiales de Pablo Romero, Adolfo Horta y otros más.
Este sábado 26 de septiembre el peleador Yunier Dorticós trató de convertirse en el primer púgil profesional cubano en conservar la faja de la Federación International de Boxeo (FIB) a nivel profesional y primer peleador de la mayor isla de las Antillas en ganar el Trofeo Mohammed Alí en la segunda versión de la Súper Serie Mundial en el peso crucero (200 libras).
Su sueño se quedó en Múnich. No tuvo ese empuje como en otras peleas, no combinó bien con sus derechas rectas y ganchos.
Pese a que llegó bien preparado físicamente a Alemania, aparentemente el plan técnico táctico orientado por su entrenador Peter Roque no se cumplió como debió hacerse al pie de la letra. En ocasiones Roque le gritó demasiado desde su esquina, algo que puede confundir al púgil.
Los consejos al boxeador lo debe transmitir el entrenador en el minuto de descanso en cada round. De ahí el boxeador sabe el plan técnico-táctico para cada asalto, que en ocasiones varía de un round a otro dependiendo de su rival.
Las tácticas de Dorticós y su esquina fallaron en varios asaltos, de ahí la derrota del peleador de Cienfuegos y La Habana.
Estas peleas grandes hay que ganarlas convenciendo a los tres jueces, conectar más y recibir menos. Si ocurre lo contrario, el éxito queda en el camino.
La pelea entre Dorticós (24-2-22 KO) y el letón Mairis Briedis (27-1-19 KO) se fue a las boletas de los jueces tras los 12 rounds disputados en el ring portátil instalado en Plazamedia Broadcasting Center, en Múnich, Alemania, la tierra del Bayer.
Briedis, más lento que Dorticós, supo golpear con precisión en los descuidos defensivos del cubano.
La pelea fue una decisión muy cerrada. Dos oficiales se fueron por Briedis 117-111, mientras que el otro juez le otorgó 6 asaltos a cada uno de los boxeadores, 114-114.
De esa forma Briedis ganó la segunda edición de la Súper Serie Mundial en el peso crucero, además de arrebatarle al cubano el fajín de la FIB. Briedis ganó dos millones de dólares, por un millón de Dorticós.
Dorticós, con 34 años de edad, aún no está para el retiro. Para venideras peleas grandes tiene que cumplir al pie de la letra sus planes en cada uno de los 12 rounds.
Tanto Briedis como Dorticós habían perdido en las semi finales de la primera versión de la Súper Serie Mundial.
El letón fue superado por el ucraniano Oleksndr Usyk, mientras que el cubano sucumbió ante el ruso Murat Gassiev.
Como muchos opinan, en la primera edición Dorticós fue tercero, ahora segundo. La próxima vez será campeón. Hay que volver a soñar. Hay que ser optimistas y creer en el talento del peso crucero cubano. Seguiremos soñando.