El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó el sábado que ha decidido llevar a cabo una "acción militar" contra Siria tras haber dado por probado que el régimen de Bachar Al Asad fue el responsable del ataque con armas químicas del pasado 21 de
agosto en la periferia de Damasco, pero que sería una acción limitada contra blancos militares que sería consultada con el Congreso.
Obama hizo el anuncio en una comparecencia en la Casa Blanca acompañado de su vicepresidente, Joe Biden, donde además enfatizó que la acción militar podría tomar días o semanas para llevarse a cabo.
El presidente de Estados Unidos destacó que la respuesta al ataque químico del gobierno sirio ("el peor del siglo XXI", según sus palabras) no contaría con el apoyo del Reino Unido, pero sí con el de Francia y Turquía.
Retrasando lo que parecía un ataque inminente, el presidente Barack Obama anunció que buscará aprobación del Congreso antes de lanzar cualquier acción militar para castigar a Siria.
Mientras los buques de la armada permanecen en el Mediterráneo listos para lanzar sus misiles crucero, Obama dijo que decidió que Estados Unidos debe tomar una acción militar y considera que tiene "la autoridad para llevarla a cabo sin autorización específica del Congreso".
Pero a la vez, dijo, "sé que la nación será más fuerte si seguimos esta vía (la consulta al Congreso) y nuestras acciones más efectivas". Los legisladores regresarán de sus vacaciones veraniegas el 9 de septiembre.
El presidente no lo dijo, pero su estrategia conlleva enormes riesgos para su propia credibilidad como también la de la nación. Hace tiempo, Obama advirtió que el uso de armas químicas era un límite intolerable que no quedaría impune si lo trasgredía el presidente sirio Bashar Assad.
Esta semana, el primer ministro británico David Cameron sufrió una derrota humillante cuando la Cámara de los Comunes se negó a apoyar su pedido de acción militar contra Siria.
Sea como fuere, el anuncio representó una sorpresa en una cuestión en la que Obama se ha esforzado por conseguir apoyo internacional para un ataque a Siria, mientras decenas de legisladores le instaban a que buscase su autorización.
Por su parte los sirios vieron el sábado por la televisión estatal un despliegue de imágenes de tanques, aviones, armamentos y tropas, al son de música marcial. El gobierno de Assad culpa a los rebeldes por el ataque del 21 de agosto y ha prometido responder si es atacado.
El presidente ruso Vladimir Putin, diciendo que apelaba a un Premio Nobel de la Paz más que a un presidente, exhortó a Obama a reconsiderar su posición. Un grupo que hace el recuento de víctimas en la guerra civil siria desafió a Estados Unidos a demostrar su afirmación de que 1.429 personas murieron en un ataque con armas químicas, entre ellos más de 400 niños.
El nuevo compás de espera da tiempo a los inspectores de las Naciones Unidas a recibir resultados de laboratorio de las muestras que tomaron durante cuatro días en Damasco y a elaborar su informe. Después de partir de Siria durante la noche, el equipo de inspección llegó a Rotterdam unas pocas horas antes del discurso de Obama.
Se anticipaba que el líder del grupo informará el domingo al secretario general Ban Ki-moon.
Los republicanos manifestaron satisfacción por la decisión de Obama y lo desafiaron a presentar sus argumentos al público y a los legisladores de que debe emplearse el poderío estadounidense para castigar a Assad.
"Nos complace que el presidente busque autorización para cualquier acción militar en Siria en respuesta a cuestiones planteadas serias y sustanciales", afirmaron en una declaración conjunta el titular de la Cámara de Representantes, John Boehner, y otros republicanos de la cámara baja.
"En consulta con el presidente, esperamos que la Cámara de Representantes considere una medida la semana del 9 de septiembre", agregó. "Esto da tiempo al presidente para presentar sus argumentos al Congreso y al pueblo estadounidense".
Mientras los representantes deben regresar a sus tareas el 9 de septiembre, algunos funcionarios dijeron que era posible que el Senado volviera a sesionar antes de esa fecha.
Obama dijo el viernes que consideraba medidas "limitadas" para castigar a Assad y dijo que los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos están en juego. Pero prometió que no habrá ningún soldado estadounidense en suelo sirio, donde una guerra civil ha dejado más de 100.000 muertos.
agosto en la periferia de Damasco, pero que sería una acción limitada contra blancos militares que sería consultada con el Congreso.
Obama hizo el anuncio en una comparecencia en la Casa Blanca acompañado de su vicepresidente, Joe Biden, donde además enfatizó que la acción militar podría tomar días o semanas para llevarse a cabo.
El presidente de Estados Unidos destacó que la respuesta al ataque químico del gobierno sirio ("el peor del siglo XXI", según sus palabras) no contaría con el apoyo del Reino Unido, pero sí con el de Francia y Turquía.
Retrasando lo que parecía un ataque inminente, el presidente Barack Obama anunció que buscará aprobación del Congreso antes de lanzar cualquier acción militar para castigar a Siria.
Mientras los buques de la armada permanecen en el Mediterráneo listos para lanzar sus misiles crucero, Obama dijo que decidió que Estados Unidos debe tomar una acción militar y considera que tiene "la autoridad para llevarla a cabo sin autorización específica del Congreso".
Pero a la vez, dijo, "sé que la nación será más fuerte si seguimos esta vía (la consulta al Congreso) y nuestras acciones más efectivas". Los legisladores regresarán de sus vacaciones veraniegas el 9 de septiembre.
El presidente no lo dijo, pero su estrategia conlleva enormes riesgos para su propia credibilidad como también la de la nación. Hace tiempo, Obama advirtió que el uso de armas químicas era un límite intolerable que no quedaría impune si lo trasgredía el presidente sirio Bashar Assad.
Esta semana, el primer ministro británico David Cameron sufrió una derrota humillante cuando la Cámara de los Comunes se negó a apoyar su pedido de acción militar contra Siria.
Sea como fuere, el anuncio representó una sorpresa en una cuestión en la que Obama se ha esforzado por conseguir apoyo internacional para un ataque a Siria, mientras decenas de legisladores le instaban a que buscase su autorización.
Por su parte los sirios vieron el sábado por la televisión estatal un despliegue de imágenes de tanques, aviones, armamentos y tropas, al son de música marcial. El gobierno de Assad culpa a los rebeldes por el ataque del 21 de agosto y ha prometido responder si es atacado.
El presidente ruso Vladimir Putin, diciendo que apelaba a un Premio Nobel de la Paz más que a un presidente, exhortó a Obama a reconsiderar su posición. Un grupo que hace el recuento de víctimas en la guerra civil siria desafió a Estados Unidos a demostrar su afirmación de que 1.429 personas murieron en un ataque con armas químicas, entre ellos más de 400 niños.
El nuevo compás de espera da tiempo a los inspectores de las Naciones Unidas a recibir resultados de laboratorio de las muestras que tomaron durante cuatro días en Damasco y a elaborar su informe. Después de partir de Siria durante la noche, el equipo de inspección llegó a Rotterdam unas pocas horas antes del discurso de Obama.
Se anticipaba que el líder del grupo informará el domingo al secretario general Ban Ki-moon.
Los republicanos manifestaron satisfacción por la decisión de Obama y lo desafiaron a presentar sus argumentos al público y a los legisladores de que debe emplearse el poderío estadounidense para castigar a Assad.
"Nos complace que el presidente busque autorización para cualquier acción militar en Siria en respuesta a cuestiones planteadas serias y sustanciales", afirmaron en una declaración conjunta el titular de la Cámara de Representantes, John Boehner, y otros republicanos de la cámara baja.
"En consulta con el presidente, esperamos que la Cámara de Representantes considere una medida la semana del 9 de septiembre", agregó. "Esto da tiempo al presidente para presentar sus argumentos al Congreso y al pueblo estadounidense".
Mientras los representantes deben regresar a sus tareas el 9 de septiembre, algunos funcionarios dijeron que era posible que el Senado volviera a sesionar antes de esa fecha.
Obama dijo el viernes que consideraba medidas "limitadas" para castigar a Assad y dijo que los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos están en juego. Pero prometió que no habrá ningún soldado estadounidense en suelo sirio, donde una guerra civil ha dejado más de 100.000 muertos.