El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, evidenciaron el lunes en Finlandia sus diferencias sobre la crisis política de Venezuela.
"No quiero decir nada más aparte de que dejé en claro nuestra opinión: que los venezolanos merecen una democracia que no tenga ningún partido extranjero al mando de su país o que esté involucrado en su país de forma consistente de manera militar. Así que queremos que los cubanos salgan. Queremos que salgan los iraníes. Queremos que salga el ejército de Rusia", dijo Pompeo al término de la reunión.
"Tuvimos esa conversación y empezamos a hablar sobre cómo nuestros intereses podrían ser capaces de encontrar una manera de avanzar. No sé si llegaremos al lugar correcto, pero tendremos más conversaciones", añadió tras el encuentro celebrado en el marco del Consejo Ártico en Finlandia.
Por su parte el Cancillero ruso aseguró que su país se opone a cualquier tipo de intervención militar como solución a la crisis política en Venezuela.
"Estamos categóricamente en contra de una intervención militar. El uso de la fuerza solo puede ser autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU, o utilizada en respuesta a una agresión contra un estado soberano. En Venezuela no se observa nada parecido a esto", afirmó Lavrov a la prensa.
"Partiendo de mis contactos con mis colegas estadounidenses y otros, europeos, latinoamericanos, no veo partidarios de una solución militar imprudente. Espero que todos compartamos esta visión", dijo el ministro ruso.
Antes de entrar a su reunión con Lavrov, Pompeo aseguró a los periodistas que Nicolás Maduro todavía manda en Venezuela, aunque ya no tiene la capacidad para gobernar: "Maduro debe ver que esto se está desmoronando. Como ya dije antes, él todavía manda, pero de ninguna manera puede gobernar".
"Esta semana, aunque Maduro logró mantener el control del ejército en algunos aspectos, hubo muchos militares que se fueron, incluido un oficial de inteligencia de alto rango estrechamente ligado a él y con su predecesor".
Pompeo insistió en que Maduro llegó a estar preparado para abandonar el país tras iniciarse esa revuelta y que finalmente decidió no hacerlo tras ser convencido por el Kremlin, algo que las autoridades rusas niegan. Según el titular de la diplomacia de EEUU, Maduro "sabe que el tiempo es limitado y creo que está buscando toda la influencia posible antes de que finalmente se marche, algo que sucederá no sé si la semana próxima o dentro de un mes".
Lavrov afirmó que su reunión con Pompeo ha supuesto "un paso adelante" respecto a la conversación telefónica que mantuvieron dos días atrás el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo de EE.UU., Donald Trump.
"Nuestros presidentes acordaron reunirse cuando tengan la posibilidad, y estoy convencido que se dará la ocasión", señaló, aunque sin dar posibles fechas para ese encuentro.
La única cumbre bilateral entre Putin y Trump hasta la fecha tuvo lugar precisamente en la capital finlandesa el pasado julio.
[Despachos de la agencia EFE]