El modesto equipo de fútbol español Villarreal de Castellón estará para siempre estampado en el mapa de los grandes del balompié internacional tras derrotar en la final de la Europa League por penalties, 11x10, al emblemático club inglés Manchester United, uno de los clubes de fútbol más ricos del planeta los últimos 25 años.
El partido tuvo que acudir a los penales pues terminó empatado 1 a 1 tras tiempo reglamentario y dos tiempos suplementarios.
En la definición por penales el Villarreal ganó 11 a 10, oyeron bien 11 x 10, lo cual es un récord de penales cobrados para decidir un encuentro europeo. Nadie quería perder este partido.
La final se jugó en Gdansk, Polonia, y si alguna vez ha habido una genuina batalla deportiva de David contra Goliat, este es el mejor ejemplo del mundo.
Muy pocos se hubieran atrevido a apostar contra el poderoso Manchester United equipo que goza de los mejores patrocinadores del mundo y tiene una de las nóminas mejor pagadas del planeta.
Mientras que el modesto Villarreal de Castellón tiene una nómina que cobra la sexta parte parte de lo que cobra el equipo inglés. Y según los expertos en la materia, por lo menos en papel, no debería de estar en esta final. Menos mal que el balompié se juega con el corazón y no con la cuenta bancaria.
Recuerden que en las semifinales el Villarreal eliminó al equipo londinense, Arsenal, otra de las potencias continentales y otro de los clubes mejor pagados del mundo.
Y los milagros ocurren y en una noche fría y lluviosa en Polonia, el Villarreal levantó el segundo trofeo más importante del mundo a nivel de clubes, dándole a España su décimo tercera copa de la Europa League 4 más que toda Inglaterra e Italia.
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