Se va acercando la llegada del papa Francisco a Cuba y a Estados Unidos y ya la enorme feligresía que lo admira y sigue, tanto en la isla cubana como en Estados Unidos, se prepara para recibirlo con el regocijo que él se merece por la defensa amorosa de los pobres, de la familia en todos sus matices, de los niños, de la tierra, del medio ambiente, de los inmigrantes, de la hombres y mujeres de la Tercera Edad y de los trabajadores.
Lógico, y era de esperar, los defensores a ultranza del consumisno exagerado, del egoismo extremo y del materialismo vigente, llámese liberal o marxista, se alistan con sus viejos argumentos contra la Iglesia.
Ahora estos adversarios de Francisco, la han cogido que si el Papa habla mucho de los pobres y que ese es el lenguaje de la Teología de la Liberación.
Vaya sofisma! Y de que hablaba Jesús de Nazaret en su andar apostólico y salvífico en su vida terrenal antes del escenario liberador y salvífico de la Cruz.
A quiénes dedicó aquel maravilloso mensaje de las Bienaventuranzas en el Sermón de la Montaña? "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Si queremos vivir a plenitud el espíritu del cristianismo puro y evangélico, tenemos obligación de acercarnos a los pobres y ayudarlos en su adversidad. “Los pobres son el evangelio”, como dijo el papa Francisco el 10 de junio del 2013.
Algún día, con más tiempo y espacio que el de hoy, vamos a comentar sobre la Teología de la Liberación, con sus variantes marxistas y no marxistas, violentas y no violentas, vamos a hablar de Scannone, el mentor teológico de Bergoglio y de mucho más sobre este tema.
Pero ahora preparémonos para la visita del papa Francisco. Sabemos que los adversarios del cristianismo y de la Iglesia Católica volverán con sus gastados argumentos.
Hace unos meses la cogieron con que si la Iglesia Católica y el papa Pio XI habían firmado el Tratado de Letrán de 1929, considerado una joya en tratados diplomáticos por legalizar la territorialidad soberana del Vaticano y resolver un diferendo histórico entre la Iglesia e Italia. Además este tratado le dio al papa Pío XI libertad para criticar el fascismo y el nazismo. Ahora llega otro de los alistados en el liberalismo y saca a relucir la Carta Magna de Juan sin Tierra en 1215.
Debería saber el amigo academico que, esta carta, que indudablemente fue un salto consitucional positivo en la historia de Inglaterra, dejó a los pobres a merced y subordinado a la nobleza de entonces. No es serio ni se ajusta a ningún estudio objetivo de la historia criticar al papa Francisco o a la Iglesia Católica por la Carta Magna de 1215 ni por el Tratado de Letrán de 1925.
Recordemos que la noción de que los esclavos no eran personas, sino propiedad privada, carentes de derechos, se remonta al espíritu original que enmarcó la época de la Carta Magna.
En cada una de sus etapas, la historia trae momentos y circunstancias distintas que hay que evaluar en su conjunto y en su época por las comunidades políticas y sociales.
Sabemos que la Iglesia se ha equivocado, pues está dirigida por seres humanos, no lo hemos negado nunca, pero el camino de salvación de Jesús de Nazaret, con la Virgen María siempre en su encuentro, enriquece con mucha humildad nuestra decision de buscar y sentir a Dios.
El papa Francisco se acerca al pueblo cubano y al pueblo estadounidense para alentarlos a la reconciliación, al diálogo, a la esperanza, al crecimiento sostenible con sentido humano y a que cuidemos la tierra.
Recemos por todos, por los que esperan a Francisco llenos de esperanzas y por los que lo adversan, usando un derecho legítimo que defendemos, el de disentir.
Dios los bendiga a todos…