El jardinero cubano de los Bravos de Atlanta Héctor Olivera seguirá recibiendo su salario de $4 millones hasta el 3 de mayo, cuando debe expirar la licencia que le extendieron las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros, que investigan el caso de violencia doméstica en el que se vio involucrado en un hotel en las afueras de Washington, D.C.
El santiaguero Olivera fue arrestado el 13 de abril y acusado de agredir a una mujer a quien conocía, que presentaba varios moretones en su cuerpo. El pelotero fue liberado tras depositar una fianza de $10.000, pero enfrenta cargos por agresión.
Martí Noticias habló en Cuba con algunos amantes del béisbol para conocer sobre la vida personal de Olivera, pero no salió a la luz información alguna que mostrara que tuvo una vida desorganizada en la isla y que hubiera golpeado a otra mujer en el pasado.
El licenciado en Cultura Física y Deportes, Luis Lázaro Guanche (Holguín), dijo que "vivimos en una sociedad bastante machista, donde acostumbra el hombre a llevarlo todo a la casa y la mujer a ser tan sólo la ama de casa".
Señaló que quizás la escuela haya influido en esta reacción negativa de Olivera, porque las escuelas de deportes en Cuba cuentan con más estudiantes del sexo masculino que femenino.
Sergio Girat, presidente de la Peña Deportiva MLB, que se reúne todos los viernes en el parque Lennon, en la barriada de El Vedado (La Habana), dijo que "Héctor Olivera viene de la región oriental, donde se dan mucho estos casos; jugadores que por lo general se dedican a darles golpes a las mujeres".
El periodista independiente León Padrón Azcuy señaló que la noticia lo tomó por sorpresa y agregó: "Héctor Olivera siempre ha sido una figura dentro del béisbol nacional muy respetada y a golpe de vista parecía un hombre serio, un hombre muy querido sobre todo en la región oriental (…) Olivera realmente nunca demostró ser un hombre violento".
Agregó que Olivera era un hombre más calmado que Yasiel Puig y Aroldis Chapman, quienes han sido investigados por violencia doméstica en Estados Unidos.
La doctora Christina Balinotti, analista de Psicología y Cultura, dijo a Martí Noticias que "la cantidad de dinero que ellos ganan y la posición a la que llegan los hace sentirse a sí mismos como dioses, como seres especiales que están por encima del bien y del mal y que, por lo tanto, tienen licencia para hacer lo que quieren. Entonces, se expresan de manera agresiva y hacen lo que quieren".
Señaló que "el comportamiento físico, siempre que una persona pega a otra no es una demostración de fuerza, sino que es una demostración de frustración; una frustración muy grande que no ha podido resolver. Y, entonces, lo resuelve como puede, porque se tiene que liberar de ese sentimiento, y lo resuelve pegándole a la persona que más quiere, a lo mejor la más cercana".
Olivera tiene 31 años de edad. Abandonó Cuba en septiembre de 2014 con la intención de jugar en las Grandes Ligas. Logró un contrato de $62.5 millones por seis años con los Dodgers de Los Ángeles el 24 de marzo de 2015, y el 30 de julio de ese mismo año fue transferido a los Bravos de Atlanta.
¿Crees que los peloteros cubanos deberían ser castigados con mayor severidad por incurrir en violencia doméstica? Pulsa aquí para participar en nuestra encuesta.
