Al menos ocho personas resultaron heridas y 14 fueron detenidas en la segunda noche consecutiva de protestas por la muerte de un hombre negro armado a manos de un policía afroamericano en Milwaukee (Wisconsin), lo que provocó hoy la imposición de un toque de queda para los adolescentes.
Las protestas del domingo fueron menos masivas y destructivas que las de la noche del sábado, pero dejaron a un joven de 18 años gravemente herido, informó hoy la Policía de Milwaukee. Además, siete agentes del orden resultaron heridos, entre ellos tres policías y cuatro ayudantes del alguacil del condado, explicó en una rueda de prensa el jefe de Policía de Milwaukee, Ed Flynn.
Esos últimos cuatro agentes resultaron heridos por piedras o ladrillos lanzados contra ellos mientras estaban en la calle o en sus vehículos patrulla, mientras que uno de los policías fue herido en el pie por un ladrillo. Otros dos agentes del Departamento de Policía de Milwaukee sufrieron "cortes en los ojos cuando trozos de hormigón atravesaron el parabrisas de su vehículo patrulla", según Flynn.
En cuanto al joven de 18 años, resultó herido en el cuello en un "tiroteo relacionado" con los disturbios y "se espera que se recupere", de acuerdo con el jefe de Policía. Catorce personas fueron detenidas por "conducta indisciplinada", entre ellas once hombres y tres mujeres, y todos ellos mayores de edad, explicó Flynn. "Anoche se dispararon más de 30 balas contra nuestros agentes, y ninguno de ellos abrió fuego", aseguró el jefe de Policía.
El alcalde de Milwaukee, Tom Barrett, anunció hoy la imposición de un toque de queda para los adolescentes a partir de las 22:00 hora local (03:00 GMT), y aseguró que se está planteando imponer medidas aún más estrictas porque hay "muchos jóvenes" en las protestas. "Después de las 22:00, más les vale a los padres que sus adolescentes estén en casa o fuera de las calles", afirmó Barrett enla conferencia de prensa.
El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, autorizó el domingo el despliegue de la Guardia Nacional en Milwaukee a raíz de los disturbios del sábado, que derivaron en enfrentamientos de los manifestantes con la Policía y el incendio de varios negocios y de una gasolinera.
Los disturbios tuvieron como desencadenante la muerte en la tarde del sábado de un joven de 23 años que trató de huir a pie cuando los agentes detuvieron el automóvil en el que viajaba. El fallecido fue el joven negro Sylville Smith, quien portaba una pistola semiautomática y tenía un "largo historial de arrestos" por actividades criminales, según la Policía.
El policía que le disparó, también negro y de 24 años, no ha sido identificado y estará de baja mientras dure la investigación estatal sobre lo ocurrido. Así, Milwaukee es por ahora el nuevo escenario de las protestas contra la violencia policial en EEUU, tras las vividas desde hace dos años en ciudades como Ferguson (Misuri) y Baltimore (Maryland) a raíz de la muerte de hombres negros a manos de agentes. El jefe de la Policía local admitió hoy que había un "poso de tensión" en el barrio donde se produjeron las protestas, habitado en su mayoría por afroamericanos pobres, pero opinó que "es un error asumir que si la Policía dispara a alguien, automáticamente" ha sido algo injustificado y "merece que haya disturbios".
"La violencia no resuelve nada y pone en riesgo las vidas de la comunidad", aseguró Flynn, que reconoció estar preocupado por la "extraordinaria" cantidad de pistolas que hay en Milwaukee, una de las ciudades de EEUU donde existen más armas de fuego, con "unas 600 confiscadas a criminales solo este año".