El triunfo de los peloteros cubanos en las Grandes Ligas refleja por estos días los millones de dólares que pueden ganar aquellos jugadores que llegan desde la isla.
Pero en la ciudad de Miami, donde viven cientos de miles de familias cubanas, el béisbol en ocasiones es el camino para educar a sus hijos y lograr sueños que les eran negados en su país natal.
Miami Killian Senior High School es una de tantas escuelas en el sur de la Florida, con la peculiaridad de que posee el tercer mejor programa de béisbol del Estado.
Este otoño, seis jóvenes de origen cubano vieron sus sueños hechos realidad al obtener becas universitarias por su entrega al deporte de las bolas y los strikes.
En cada uno de ellos, se encuentra una historia de sacrificio personal. Padres que un día decidieron salir en busca de libertad y superación como seres humanos.
"Vine en el año 1995 desde Ecuador", recordó Lilian Valdés, madre de uno de los estudiantes. "Empecé pasando un poco de trabajo al principio. Pero comencé a trabajar y me hice independiente. Ahora soy programadora y llevo 17 años en una compañía".
Su hijo, Sebastián González, irá al A.S.A. College. Allí podrá estudiar su carrera sin costo alguno y jugar béisbol al más alto nivel universitario.
"Es un sueño que ya he cumplido", dijo Sebastián a Martí Noticias. "Estoy muy contento y estoy listo para ir a jugar en College".
Frank Follaco es un lanzador destacado. Joey González, un pitcher y antesalista. Ryan Granda es un lanzador zurdo que ganó 10 juegos en torneos escolares.
Keith Stevens tiene una historia que llega al corazón. De origen cubano y con padres adoptivos, se ha ganado el derecho a estudiar en Florida A&M.
También está Eddy Demurias, un jugador de cuadro que formará parte de los famosos Gators de la Universidad de la Florida.
"La sangre cubana vive en él y ojalá que el futuro sea grande", dijo Eddy Demuria, padre del estudiante. "Hoy ha sido un día en que estamos súper contentos y muy orgullosos por el trabajo que él ha hecho. Se lo merece".
Los Cougars de Miami Killian Senior High School cuentan con un talentoso grupo de peloteros cubanoamericanos. Su director, Ángel Herrera, también habla con orgullo de sus raíces.
"Mi papá, hasta el día en que falleció, nunca se hizo ciudadano americano porque decía que se sentía orgulloso de ser cubano", recordó Herrera. "Ese orgullo y esas raíces yo las cargo conmigo hasta el día de hoy".
Y para el próximo campeonato, Herrera cree que los Cougars podrán llegar más lejos. "Yo tengo esperanzas, grandes sueños. Y Dios quiera que lo podamos lograr este año", señaló.
El futuro promete ser brillante para cada uno de estos adolescentes.