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Equipos y programas básicos facilitan ciberataques en gran escala


Varias empresas fueron estafadas por piratas informáticos en la operación Oil Tanker.
Varias empresas fueron estafadas por piratas informáticos en la operación Oil Tanker.

La red de Internet permite a los ciberdelincuentes robar información por medios convencionales y sin necesidad de troyanos para usurpar contraseñas, evadir sistemas antivirus y cometer fraudes como ocurrió con varias compañías europeas en 2014.

La red de Internet pone al alcance de la mano herramientas muy simples que permiten fácilmente y sin necesidad de conocimientos técnicos ni ordenadores superpotentes, perpetrar ciberataques a gran escala, como ha demostrado la operación Oil Tanker.

En este caso de ciberdelincuencia, recién destapado por la empresa de seguridad informática PandaLabs, los ataques iban dirigidos contra empresas de transporte marítimo de gas y petróleo, para robar información una vez usurpadas las contraseñas de acceso a los ordenadores de sus empleados.

Según explicó a EFEfuturo Luis Corrons, director técnico de PandaLabs, la operación Oil Tanker implicó para cada una de las víctimas -brókers de compra-venta de crudo- un costo de entre 50.000 y 100.000 dólares, dado que adelantaban dinero por la adquisición de grandes cantidades de petróleo nigeriano de alta calidad que nunca recibían.

El responsable de PandaLabs, quien ofreció detalles de esta operación, ya controlada, insistió en que este caso pone de manifiesto que no se necesitan troyanos superavanzados para robar contraseñas y sortear los sistemas antivirus de los ordenadores.

Añadió que basta con usar equipos informáticos convencionales y recurrir a programas fácilmente accesibles en internet para llegar con éxito a las víctimas a las que se quiere engañar.

La operación Oil Tanker incluyó ataques a varias empresas europeas -cuyos nombres no han sido facilitados- de transporte marítimo de gas y petróleo de España, Bélgica, Alemania, Italia y Reino Unido.

En esa estafa, los delincuentes no utilizaban "malware" o código malicioso como tal, sino herramientas legales y archivos sencillos, y por eso, ningún antivirus era capaz de detectar los ataques, que se llevaban perpetrando al menos desde hacía medio año con anterioridad a que se descubriera el caso, a principios de 2014.

Esta capacidad de esquivar los sistemas de seguridad de los ordenadores hizo que internamente el ataque haya sido denominado "La amenaza fantasma", recordó el responsable de PandaLabs.

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