El padre José Conrado Rodríguez señaló el viernes que la Iglesia Católica en Santiago de Cuba enfrenta presiones del Gobierno en relación a las personas que deben asistir a la misa que oficiará el papa Benedicto XVI en la Plaza Antonio Maceo, el lunes 26 de marzo.
El sacerdote dijo a martinoticias.com que “se está obligando a la gente a ir a la misa. En los centros de trabajo, en las escuelas, tienen que firmar, y con exigencias fuertes de que el que no vaya le descuentan el día”.
Manifestó que “se está prohibiendo a los grupos opositores, personas que son reconocidas como disidentes (asistir a la misa). Es decir, se les está aconsejando entre comillas que permanezcan en sus casas, con detención domiciliaria (…) han visitado a los disidentes y les han dicho que no se pueden mover de sus lugares (…) y han sacado de la lista a los que estaban puesto ya en los camiones de la Iglesia para ir, porque muchos son católicos prácticos”.
El padre Conrado dijo que todo esto es absurdo; “que está fuera de lugar obligar a la gente que vaya, y no dejar que los que quieren ir vayan”. Recordó que en Cuba, la costumbre ha sido “hay que ir, y hay que ir, y todo el mundo va y aplaude además, pero en la Iglesia no es así, y la Iglesia no debe prestarse para eso”.
Señaló que la Iglesia “ha ido casa por casa, invitando a todo el mundo” a asistir a la misa, incluyendo a los comunistas.
El sacerdote dijo a martinoticias.com que “se está obligando a la gente a ir a la misa. En los centros de trabajo, en las escuelas, tienen que firmar, y con exigencias fuertes de que el que no vaya le descuentan el día”.
Manifestó que “se está prohibiendo a los grupos opositores, personas que son reconocidas como disidentes (asistir a la misa). Es decir, se les está aconsejando entre comillas que permanezcan en sus casas, con detención domiciliaria (…) han visitado a los disidentes y les han dicho que no se pueden mover de sus lugares (…) y han sacado de la lista a los que estaban puesto ya en los camiones de la Iglesia para ir, porque muchos son católicos prácticos”.
El padre Conrado dijo que todo esto es absurdo; “que está fuera de lugar obligar a la gente que vaya, y no dejar que los que quieren ir vayan”. Recordó que en Cuba, la costumbre ha sido “hay que ir, y hay que ir, y todo el mundo va y aplaude además, pero en la Iglesia no es así, y la Iglesia no debe prestarse para eso”.
Señaló que la Iglesia “ha ido casa por casa, invitando a todo el mundo” a asistir a la misa, incluyendo a los comunistas.