El tercera base del equipo Vegueros de Pinar del Río Bárbaro Alfonso Urquiola Espinosa visitó esta semana los estudios de TV Martí, en Miami. Habló con el periodista de deportes Bobby Salamanca Jr. y, con franqueza, se refirió a sus aspiraciones de llegar a Grandes Ligas y a aspectos íntimos de su familia.
Supimos que su padre, Alfonso Urquiola Crespo, quien fuera un estelarísimo segunda base de los equipos pinareños en sus años jóvenes y más recientemente mánager y campeón nacional con el equipo Vegueros y quien condujo al equipo Cuba a ganar la Serie del Caribe 2015, lloró como un niño cuando él le dijo que se iba de Cuba.
"Nunca había visto a mi papá llorar tanto como cuando me fui. Es una persona de carácter fuerte, pero nunca en la vida lo había visto (así), y esas son cosas que nunca se me van a olvidar. Siempre van a estar marcadas en mi mente", afirmó.
Bárbaro, de 24 años, dijo que él como joven quiere luchar y "poder demostrarle a él (a su padre)", que puede jugar en Grandes Ligas. "Como un día le dije: Yo quiero jugar béisbol profesional y no te quiero hacer quedar mal. Voy a hacer todo lo posible por (triunfar)".
Pero a Bárbaro le queda el consuelo de que a su padre, aunque "le dolió separarse de mí (…) lo entendió, lo asumió y me puso el ejemplo de que su vida siempre había sido muy sacrificada. (Por eso) me dijo: Ya es la hora de que tú tomes tu camino, y yo, como tu padre te voy a apoyar, nunca te voy a dar la espalda".
Lamentó que las autoridades deportivas cubanas no le hayan reconocido a su padre los éxitos logrados a nivel nacional e internacional, "porque él lo ha dado todo por el béisbol (…) y que no te retribuyan, reconozcan tu trabajo, eso es bastante decepcionante".
Bárbaro, quien salió de forma legal de Cuba hacia Ecuador, enfrentó serias dificultades para llegar finalmente a Estados Unidos, donde ya ha comenzado a entrenar con la esperanza de que más temprano que tarde algún scout de las Mayores se fije en él.
"Lucho cada día por ser mejor. Uno no puede creer que ha llegado al límite, y en este ámbito del béisbol uno siempre aprende, y más uno cuando es joven. Creo que faltan muchas cosas por aprender, pero todo depende de mí. Mucha disciplina para poder alcanzar grandes cosas en la vida y mucho empeño".
En la 53 Serie Nacional de Béisbol en Cuba, Bárbaro bateó para .276 (8 imparables en 29 visitas al plato), con 2 carreras impulsadas, 1 anotada y 4 ponches. A la defensa, no cometió errores en 51.2 entradas, mientras que en la 54 Serie Nacional, tuvo poca participación. Conectó solamente para .125 (2 hits en 16 veces al bate), con un doble, 1 carrera anotada y 4 ponches, según la Federación Cubana de Béisbol Aficionado.