El Instituto San Carlos de Cayo Hueso es de vital importancia para la comunidad cubana, subraya en entrevista con Radio Televisión Martí el Doctor Rafael Peñalver, presidente de la Junta Directiva.
San Carlos ayudó a forjar el movimiento que luchó por la independencia de Cuba y es un lugar donde los "turistas cubanos pueden recordar o conocer parte de su historia", señala Peñalver.
El instituto funciona actualmente como museo, biblioteca, galería de arte, teatro y escuela, después de reconstruir el lugar en una ardua labor que duró 7 años.
Bautizado por el apóstol José Martí como "La Casa Cuba", San Carlos fue atacado por el gobierno español en el siglo XIX. Después de su reconstrucción ha tenido que luchar contra el modernismo. Sin embargo, aún permanece en pie como un símbolo del legado histórico cubano en Estados Unidos.
El Instituto se encuentra ubicado en el distrito histórico de Cayo Hueso, y es considerado la cuna del movimiento pro-independencia de Cuba.
Peñalver desea preservar el legado histórico de su país, una labor a la que contribuye de forma altruista.
El instituto de Cayo Hueso, inspirado en el Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana, fue fundado en 1871 por exiliados de la isla con el objetivo de crear una organización dedicada a promover los valores patrióticos y culturales cubanos.
José Dolores Poyo y Juan María Reyes, figuras relevantes de la comunidad cubana en Cayo Hueso, lideraron el proyecto.
“Esto es tierra sagrada”, indica Peñalver cuando se menciona el nombre de Jose Martí. La importancia e influencia que tiene Martí sobre este lugar y la lucha por la libertad es lo que mantiene al Instituto San Carlos en pie, afirma.
Fue precisamente en este lugar donde el líder independentista pudo unir a la comunidad de exiliados en 1892.
“El espíritu de Martí está aquí. Nunca podemos olvidar la misión del cubano y esa es la responsabilidad que tienen las futuras generaciones”, dijo Peñalver.
El compromiso de Peñalver con el instituto es primordialmente “por amor a la patria”. Junto a varios cubanos retirados residentes de Cayo Hueso lucha cada día por mantener viva la historia de Cuba.
La institución se mantiene "gracias a los donativos privados y al trabajo de voluntarios", indica un artículo en su sitio oficial en internet.
“Es de gran valor poder rescatar y tener presente parte de la cultura cubana y poder enseñar a futuras generaciones la importancia que tiene este lugar”, afirmó.
Este instituto conserva los valores culturales del cubano, “eso no se puede perder, es una obligación de cada uno de nosotros” concluyó.
