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La KGB detrás de la muerte de Camus


Una teoría asegura que la mano larga de la KGB estaba detrás de la muerte accidental de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX.

Las causas de la muerte del escritor y filósofo francés Albert Camus son ahora motivo de polémica después que un ensayista italiano diera a conocer que el autor de “El Hombre Rebelde” fue asesinado por los servicios secretos soviéticos, los cuales provocaron el accidente automovilístico en el que perdió la vida.

Todo el mundo sabe que el 4 de enero de 1960 Camus viajaba en el auto de Michel Gallimard, quien conducía, acompañado por la esposa del editor, Janine, y la hija del matrimonio, Anne Gallimard.

Se dirigían a París desde la Riviera después de pasar la noche en Thoissey, donde celebraron el 18 cumpleaños de la muchacha.

Reanudaron la marcha después de desayunar y en un tramo de carretera recto y de gran visibilidad, inexplicablemente Michel perdió el control del vehículo y se estrelló contra un árbol. Camus murió casi en el acto y Michel fallecería unos días después. Irónicamente, al escritor se le encontró en el bolsillo un billete de tren con destino a París, que no llegó a usar porque su editor se ofreció a llevarlo en su auto y él aceptó la invitación.

Ahora el profesor universitario Giovanni Catelli, especialista en Europa del Este, nos asegura que la mano larga de la KGB estaba detrás del percance fatal, y que la sorprendente versión que ahora revela de la muerte accidental de uno de los escritores europeos más importantes del siglo veinte la descubrió en el diario póstumo del poeta checo Jan Zabrana, que lleva el ambicioso título de "Toda la vida".

En una artículo publicado en Il Corriere della Sera, Catelli explica que en la edición original del manuscrito, en un capítulo que no fue traducido al italiano, el poeta checo describe su encuentro con el ruso (que era muy cercano a la KGB) que le hizo la confesión. “Dañaron la llanta del vehículo con una herramienta que segó la goma mientras andaba a gran velocidad", escribió Zabrana en su diario, repitiendo las palabras que escuchó de boca de quien le reiteró la confiabilidad de su fuente. "La orden fue dada personalmente por el ministro Chepilov", en alusión al entonces ministro de Relaciones Exteriores soviético, Dmitri Chepilov, quien sería la persona que organizó el crimen.

Según el ensayista italiano se trataría de una represalia por las posiciones políticas del escritor, quien en un artículo escrito en 1957 y publicado en la revista "Franco-Tiradores" atacó directamente al ministro y a la invasión soviética a Hungría tras el movimiento revolucionario de 1956, y por su público apoyo a Boris Pasternack, cuya obra “Doctor Zhivago” fue prohibida por el Kremlin.

Pero la revelación de Catelli no convence al filósofo francés Michel Onfray, quien en la actualidad prepara una biografía sobre Camus.

Le suena demasiado a teoría de la conspiración.

"El KGB podía usar otros métodos para acabar con Camus. No creo en esa aseveración", aseguró Onfray, en declaraciones a la AFP.

"Ese día Camus iba a regresar en tren a Paris, ya había comprado el pasaje, y sólo en el último momento decidió viajar con el editor Michel Gallimard, que era el propietario del automóvil", subrayó.

"Que los soviéticos querían eliminar a Camus era seguro, pero no de esa manera", sostiene.

Para Vojtech Ripka, del Instituto de Estudios Totalitarios de Praga, capital de la República Checa, nada de eso "puede ser verificado", por lo que tiende a descartarlo.

Lo cierto es que el misterio o la duda rondan ahora sobre la muerte del Premio Nobel de Literatura más joven de la historia, quien lo recibió en 1957 a los 44 años de edad. El mismo que escribiera en su ensayo más conocido, “¿qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice no”. Y parece que con un “no” han respondido algunos al audaz descubrimiento de Catelli, aunque no dudan de la ilimitada crueldad de un régimen que cometió crímenes peores a lo largo del tiempo que logró existir.

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