Cada vez son más los atletas cubanos que rompen lazos con las autoridades deportivas de la isla y se lanzan al mundo a labrarse un futuro por sí mismos.
Y aunque la prensa oficialista ignore sus triunfos bajo otras banderas, sus éxitos son motivo de orgullo para sus compatriotas que, sin importarles a dónde se hayan ido, siguen por vías alternas sus sobresalientes actuaciones.
El caso más reciente es el de Melissa Teresa Vargas Abreu, una joven nacida en Cienfuegos, que acaba de proclamarse como la mejor jugadora del campeonato femenino de voleibol de Europa con la selección de Turquía.
Lo de Melissa Vargas en la final de la Eurocopa fue simplemente de otro mundo.
Ante la escuadra de Serbia, la cienfueguera anotó 41 puntos, 38 de ellos en ataque, con una impresionante efectividad del 55% en 69 intentos.
Los tantos decisivos del segundo, cuarto y quinto sets los marcó Vargas.
Luego de perder el primer parcial 27-25, Turquía reaccionó en el segundo y se llevó la victoria 21-25, con un servicio de humo de 103 kilómetros por hora de la cubana para el punto final.
Serbia retomó la ventaja en el tercero, al imponerse 25-22, pero Vargas se echó sobre sus hombros al sexteto turco y sentenció el cuarto set 25-22, con un ataque en penetración por el medio del tabloncillo.
En el decisivo quinto set, Vargas fue un huracán indetenible y con un poderoso remate marcó el tanto final que le dio a Turquía su primer título europeo en la historia.
Para ella, muy merecido el premio de Jugadora Más Valiosa del certamen, segunda cubana con semejante galardón en lides europeas, como ya lo había hecho Taimaris Agüero con Italia en 2007 y 2009.
Nacida el 16 de octubre de 1999, integró con 14 años la selección nacional cubana que participó en el Campeonato Mundial de Italia en 2014.
Un año después, dejó Cuba para unirse a las filas del club checo Agel Prostejov, pero poco después sufrió una lesión que la obligó a regresar a la isla para recibir tratamiento.
Sin embargo, los insuficientes recursos proporcionados por el Estado cubano para su recuperación, la llevaron a buscar tratamiento en una clínica privada en Suiza, lo que provocó la ira de las autoridades deportivas de la isla, que le impusieron una suspensión de cuatro años por “actitudes insultantes e indisciplinadas hacia su país”.
Recuperada de su lesión, se unió al club suizo Volero Zurich y solicitó asilo político en ese país europeo.
Pero el destino le tenía reservada su grandeza en Turquía, donde cautivó a los fanáticos desde que jugó allí por primera vez con el Agel Prostejov checo en el torneo de clubes de Europa.
En el 2018 firmó con el club turco Fenerbahçe Opet y fue allí que consolidó su estatus de estrella, y aunque se nacionalizó en el 2021, tuvo que esperar a que expirara la sanción impuesta por Cuba para jugar con la selección de su nuevo país.
Desde entonces, ha sido la líder indiscutible de Las Sultanas del Voleibol, a las que ha llevado a un plano superior, nunca antes imaginado por ese deporte en Turquía.
En el 2023, las turcas ganaron por primera vez la Liga de Naciones de la FIVB, cuya final se jugó en la ciudad tejana de Arlington, el pasado 16 de julio.
Allí, Vargas guió a Turquía al triunfo sobre China, tres sets por uno, y fue proclamada también la Más Valiosa de la competencia.
(Puedes seguir a Jorge Morejón en @labolanostra)
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